Se ha considerado que la insuficiencia cardiaca (IC) es la gran «epidemia» cardiovascular de este siglo xxi debido a sus elevadas y crecientes prevalencia e incidencia y su gran mortalidad1,2. Una de las consecuencias de la enorme magnitud y gravedad de la IC es el alto número de ingresos hospitalarios, que son frecuentes a pesar del tratamiento y condicionan un empeoramiento del pronóstico, un deterioro de la calidad de vida de pacientes y cuidadores y un importante coste económico para el sistema2,3. De hecho, diversos estudios han mostrado que la tasa de ingresos por IC en España desde la década de los noventa del siglo pasado ha ido en constante aumento4, y que esta tendencia se ha mantenido en los primeros años de este siglo5,6. Uno de los principales motivos para esta incidencia creciente de ingresos por IC es el incremento de la edad de la población, pues son más frecuentes los de personas de edad avanzada, como han puesto de manifiesto análisis del estudio RECALCAR de la Sociedad Española de Cardiología6.

Con el objetivo de analizar si esta tendencia sigue observándose en nuestro país, así como la influencia de la edad avanzada en el número de hospitalizaciones por IC, se ha realizado un estudio de prevalencia de los episodios de pacientes ingresados por IC en los hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) español, cuya fuente de datos es el Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) del Ministerio de Sanidad. Se seleccionaron todos los episodios registrados con el diagnóstico principal de IC entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2019, codificados según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-9 hasta 2015, CIE-10 a partir de 2016).

En el periodo 2016-2019 se produjeron 456.461 ingresos por IC en los hospitales del SNS en España, por 371.566 una década antes (2006-2009), un incremento significativo del 22,8% (p <0,001), a pesar de que en 2016 se produjo un infrarregistro por el cambio del sistema de codificación. Sin embargo, al ajustar por edad y sexo (método directo), la tasa de frecuentación (ingresos cada 100.000 habitantes ajustados por edad y sexo) fue más baja en el periodo 2017-2019 que en 2006-2015 (271 frente a 286; p <0,001). La proporción de pacientes de 75 o más años que ingresaron por IC sobre el total de ingresos por IC aumentó significativamente en el periodo 2006-2019, del 69,9% en 2007 al 77,5% en 2019 (p <0,001), y lo mismo ocurrió con el número de ingresos en este grupo de edad, que subió desde 262.629 (2006-2009) a 351.589 (2016-2019). De hecho, este incremento del 33,8% fue superior al de los ingresos totales por IC (22,8%). En la tabla 1 se muestra la evolución año a año entre 2006 y 2019 del número de ingresos por IC, la tasa de ingresos cada 100.000 habitantes ajustada por edad y sexo, y el número y la proporción de ingresos de pacientes de 75 o más años, así como el número de ingresos y tasas ajustadas por edad y sexo de varones y mujeres de 75 o más años, analizados mediante la razón de tasas de incidencia (IRR) tanto generales como en los periodos 2006-2015 y 2017-2019. Se puede observar que, aunque la tendencia es al aumento del número de ingresos por IC, la tasa de ingresos ajustada por edad y sexo tiende a disminuir a lo largo del periodo 2006-2019 (IRR=0,98; intervalo de confianza del 95% [IC95%], 0,98-0,99; p <0,001), haciéndose plana en el periodo 2017-2019 (IRR=1; IC95%, 1-1; p <0,001) (figura 1A). Sin embargo, el número y la proporción de ingresos por IC de pacientes de 75 o más años aumentaron significativamente en dicho periodo (tabla 1). En la tabla 1 se puede observar también una disminución de los ingresos por IC entre 2015 y 2016, reducción que se debe al cambio en el sistema de codificación del CMBD, que pasó del CIE-9 al CIE-10. Sin embargo, la pendiente de incremento del número de ingresos sigue siendo similar antes y después del cambio de codificación, tal como se observa en la figura 1B en un modelo jointpoint.

Figura 1.

A: evolución de las tasas ajustadas de frecuentación de pacientes de 75 o más años ingresados por insuficiencia cardiaca; se observa un descenso en la tasa de frecuentación ajustada por edad y sexo en 2016 (infrarregistro); a partir de 2017 se mantiene en una tasa de 271/100.000 habitantes. B: modelo jointpoint del número de ingresos durante el periodo 2006-2019 en nuestro estudio; se observa un descenso del 12,78% anual de 2015 a 2016; el porcentaje de cambio anual y el promedio de porcentaje de cambio anual son iguales (3,4) y significativos, por lo que no hay cambios de tendencia.

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De estos resultados se puede concluir 2 hechos: a) la tasa de ingresos cada 100.000 habitantes ajustada por edad y sexo parece estar reduciéndose en nuestro país en los últimos años, primera vez que se observa esta tendencia, y b) la proporción de ingresos de pacientes de 75 o más años ha seguido aumentando. Por ello podríamos hablar de cierta estabilización en los ingresos por IC en España, sobre todo de menores de 75 años, lo que podría estar en relación con los avances en el tratamiento de la IC, la mejora en la organización de la gestión de su asistencia debida a los programas de IC o un desplazamiento de la enfermedad hacia edades más avanzadas por mejoras en los determinantes de salud de los ciudadanos españoles. Sin embargo, la «epidemia» de la IC sigue siendo muy importante y supone una gran sobrecarga para nuestro sistema de salud, sobre todo con personas de más edad.