En las dos últimas entregas les contaba que el descubridor de la angiotensina, sustancia vasoconstrictora esencial en el mecanismo regulador de la presión arterial, fue el fisiólogo argentino Eduardo Braun Menéndez. Y es posible que alguien haya pensado que se trata de un hecho insólito, puesto que los médicos de habla hispana estuvimos por lo general en el siglo XX al margen de los principales avances científicos y clínicos. Se admite de modo general que, durante la segunda mitad del siglo pasado, la cardiología y la cirugía cardiovascular estuvieron dominadas por los anglosajones; bastan términos como bypass, stent y EVAR para demostrarlo. Pues bien, ¿sabían que tanto el bypass como el stent y la EVAR fueron también inventos argentinos?
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René Favaloro (1923-2000) y elbypasscoronario
Hijo de carpintero y modista, René Favaloro estudió medicina en la Universidad Nacional de la Plata, se graduó en 1949, y en mayo de 1950 se incorporó como médico rural suplente a la minúscula localidad de Jacinto Arauz, en una zona desértica de la provincia de La Pampa. Con la intención, en principio, de permanecer allí apenas unos meses…, que finalmente fueron doce años; incluida la fundación, junto a su hermano Juan José, también médico, de un centro asistencial guiado por «la convicción de que el acto médico debe estar rodeado de dignidad, igualdad, piedad cristiana, sacrificio, abnegación y renunciamiento».
Interesado por la naciente cirugía torácica, y pese a su rudimentario inglés, en 1962 viajó a los Estados Unidos para formarse en la Cleveland Clinic junto a Donald Effler, primero como médico residente y luego ya como cirujano de plantilla. En la Cleveland Clinic, Mason Sones tenía la mejor colección de cineangiografías coronarias del mundo, y Favaloro iba allí cada día, al salir del quirófano, para estudiar por su cuenta la anatomía de las arterias coronarias.
A comienzos de 1967, comenzó a pensar en la posibilidad de utilizar la vena safena a modo de puente o bypass para derivar la sangre arterial en caso de oclusión de una arteria coronaria. René Favaloro practicó la primera operación quirúrgica de revascularización miocárdica el 9 de mayo de 1967 en una mujer de 51 años.
En el apogeo de su carrera, regresó a la Argentina en 1971 con la idea de poner en pie un centro de excelencia a imagen de la Cleveland Clinic, que combinara la asistencia clínica, la investigación de vanguardia y la tarea docente. En 1975 creó la Fundación Favoloro; en 1980, el Laboratorio de Investigación Básica, en un principio dependiente del Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro, pero posteriormente transformado en el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas, base de la actual Universidad Favaloro, creada en 1998; y en 1992 inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro que, bajo el lema «tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico» brinda servicios especializados de cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco con un cupo autoimpuesto de un 10% de casos con asistencia gratuita.
En el año 2000, con la Argentina sumida en una colosal crisis económica, política y social, Favaloro pidió ayuda al Gobierno argentino para afrontar una deuda de 18 millones de dólares que lastraba y ahogaba a su Fundación. Tras no recibir ninguna respuesta oficial, y cansado de «ser un mendigo en su propio país», el 29 de julio se encerró en el baño de su casa y se pegó un tiro en el corazón.
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