ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 74. Núm. 12.
Páginas 1073-1084 (Diciembre 2021)

Artículo especial
Registro Español de Ablación con Catéter. XX Informe Oficial de la Asociación del Ritmo Cardiaco de la Sociedad Española de Cardiología (2020)

Spanish Catheter Ablation Registry. 20th Official Report of the Heart Rhythm Association of the Spanish Society of Cardiology (2020)

Rocío Cózar LeónaIgnasi Anguera CamósbÓscar Cano Pérezcd en representación de los colaboradores del Registro Español de Ablación con Catéter

Opciones

Resumen
Introducción y objetivos

Se describen los resultados del Registro Español de Ablación con Catéter de 2020, año marcado por la pandemia por SARS-CoV-2.

Métodos

La recogida de datos fue restrospectiva mediante la cumplimentación y envío de un formulario específico por los centros participantes.

Resultados

Se analizaron los datos de 97 centros (67 públicos, 30 privados). Se comunicaron 15.169 procedimientos de ablación (media, 155±117; mediana, 115 [62-227]). La pandemia de SARS-CoV-2ha condicionado una disminución notable tanto de los procedimientos (–3.380 casos, –18%) como de los centros participantes (5 menos que en 2019). La ablación de FA sigue siendo el procedimiento más frecuente (4.513; 30%), a distancia de los demás sustratos; junto con la ablación del ICT (3.188; 21%) y la taquicardia por reentrada intranodular (2.808; 18%), son los 3 sustratos más abordados. La tasa total de éxito reportada es discretamente inferior a las de años previos (88%), con similares tasas de complicaciones (309; 2%) y mortalidad (7; 0,04%). Se realizaron 243 procedimientos en pacientes pediátricos (1,6%).

Conclusiones

El Registro Español de Ablación con Catéter recoge de manera sistemática e ininterrumpida la trayectoria nacional, que este año se ha visto notablemente marcada por la pandemia por SARS-CoV-2. Aunque discretamente inferior a las años previos, la tasa de éxito sigue siendo alta, con una baja tasa de complicaciones.

Palabras clave

Registro
Ablación con catéter
Electrofisiología
Arritmia
INTRODUCCIÓN

Durante dos décadas consecutivas y de manera ininterrumpida, el Registro Español de Ablación con Catéter, Informe Oficial de la Asociación del Ritmo Cardiaco de la Sociedad Española de Cardiología, ha descrito la evolución del tratamiento intervencionista de las arritmias en España1–19. Su objetivo es proporcionar información objetiva y fiable sobre la eficacia y la seguridad de la ablación de los distintos sustratos, los medios disponibles y la dotación de las unidades de arritmias del país. Como era esperable, en los datos de este año 2020 se aprecia la triste impronta de la pandemia por SARS-CoV-2.

MÉTODOS

La recogida de datos es retrospectiva, a través de un formulario estandarizado que se remitió a todos los laboratorios de electrofisiología en enero de 2021. Los datos recopilados son voluntarios y anónimos, ya que la secretaría de la Sociedad Española de Cardiología los desagrega de la identificación del centro.

El registro proporciona información sobre la dotación técnica y humana de las unidades de arritmias participantes, el tipo de procedimiento y los sustratos abordados, así como de sus resultados y complicaciones. Siguiendo la clasificación previamente establecida, se han analizado 10 categorías: taquicardia intranodular (TIN), vías accesorias (VAC), nódulo auriculoventricular (NAV), taquicardia auricular focal (TAF), istmo cavotricuspídeo (ICT), taquicardia auricular macrorreentrante (TAM), fibrilación auricular (FA), taquicardia ventricular idiopática (TVI), taquicardia ventricular (TV) relacionada con cicatriz posinfarto (TV-IAM) y TV asociada con cardiopatía y no relacionada con cicatriz posinfarto (TV-NIAM).

Se analizaron variables comunes a todos los sustratos: número de pacientes y procedimientos realizados (especificando el número de pacientes pediátricos o menores de 15 años), éxito agudo (al final del procedimiento), tipo de catéter de ablación utilizado y número y tipo de complicaciones, incluida la muerte periprocedimiento. Además, se analizaron variables específicas en ciertos sustratos como el tipo, la localización o la cardiopatía subyacente. Se recogió en todos los procedimientos el empleo de sistemas de cartografía electroanatómica y si se realizaron sin fluoroscopia. Como en años previos, el éxito se refiere al éxito agudo (al final del procedimiento) y las complicaciones recogidas son las que tuvieron lugar durante el ingreso hospitalario. Este año, dada la pandemia por SARS-CoV-2, pareció pertinente solicitar datos adicionales en un intento de cuantificar su impacto en la práctica clínica de nuestros laboratorios.

RESULTADOS

En 2020 se rompe la tendencia ascendente de años previos tanto en participación como en número de ablaciones. Después de alcanzar en 2019 el máximo histórico, el primer efecto visible de la pandemia por SARS-CoV-2ha sido una leve disminución de los centros participantes (anexo 2). Este año han participado 97 centros (5 menos que en 2019,−4%). El segundo efecto esperable ha sido la disminución del número total de procedimientos de ablación (figura 1). En concreto, en 2020 se han comunicado 15.169 procedimientos (3.380 menos que en 2019,−18%). Este dato repercute tanto en la media (155±117) como en la mediana por centro (115 [intervalo intercuartílico, 62-227]). En 2020 solo 14 centros realizaron más de 300 ablaciones (2 de ellos privados) y 3, más de 400 (1 privado). En la figura 2 se muestra el volumen de procedimientos por centro y su distribución según el tipo de financiación.

Figura 1.

Evolución del número de procedimientos y de centros participantes en la última década.

(0.16MB).
Figura 2.

Distribución de los centros participantes según el volumen de procedimientos anuales y el tipo de financiación.

(0.08MB).

A pesar de la reducción del número de casos, la jerarquía de sustratos se afianza, y la FA se distancia de los demás sustratos. La FA (4.513 procedimientos) supone el 30% del total (1.325 procedimientos más que el siguiente sustrato). La ablación del ICT se mantiene estable (21%), alejada del tercer sustrato (TIN), que disminuye al 18%. Todos los sustratos, sin excepción, se han visto reducidos este año, pero el mayor decremento se ha manifestado en la ablación de taquicardias supraventriculares paroxísticas (TIN, TAF y VAC) con reducciones en torno al 25%, con el consiguiente impacto en el cómputo total, dado el volumen de procedimientos en ese tipo de sustratos. La figura 3 representa la evolución relativa de los distintos sustratos.

Figura 3.

Evolución de la frecuencia relativa del abordaje de los distintos sustratos en la última década. FA: fibrilación auricular; ICT: istmo cavotricuspídeo; NAV: nódulo auriculoventricular; TA: taquicardia auricular (focal y macrorreentrante atípica); TIN: taquicardia intranodular; TV: taquicardia ventricular; VAC: vía accesoria.

(0.18MB).
Dotación técnica y humana

La tabla 1 y la tabla 2 muestran la dotación técnica y de recursos humanos de los laboratorios participantes, así como las diferentes actividades realizadas en ellos.

Tabla 1.

Dotación de personal de los laboratorios españoles

  2011  2012  2013  2014  2015  2016  2017  2018  2019  2020 
Médicos en plantilla  2,6  2,7  2,8  2,8  3,0  3,0  3,2  3,5  3,2  3,5 
Médicos a tiempo completo  2,2  2,1  2,0  1,9  2,4  2,1  2,2  2,3  2,1  2,2 
Becarios/año  0,7  0,7  0,6  0,6  0,8  0,7  0,9  0,6  0,6  0,6 
DUE  2,3  2,3  2,2  2,3  2,7  2,7  2,8  2,7  2,8  2,9 
ATR  0,3  0,3  0,3  0,4  0,3  0,3  0,3  0,3  0,3  0,3 

ATR: ayudante técnico de radiología; DUE: diplomado universitario en enfermería.

Tabla 2.

Dotación técnica y actividades adicionales de los laboratorios participantes

Características generales (n=97)   
Centro universitario  76 (78,4) 
Nivel terciario  78 (70,4) 
Tipo de financiación
Público  67 (69) 
Privado  30 (31) 
Servicio responsable, cardiología  94 (97) 
Cirugía cardiaca disponible  67 (69) 
Anestesista disponible  86 (88,7) 
Dotación técnica
Disponibilidad de sala
Dedicación exclusiva  60 (61,9) 
Dedicación a electrofisiología (días)  3,4±1,7 
Más de 1 sala de electrofisiología  24 (24,6) 
Equipo de fluoroscopia
Arco fijo  74 (76,2) 
Arco portátil  35 (36) 
Angiografía rotacional  31 (32) 
Sistemas de navegación no fluoroscópicos
Carto  58 (59,8) 
Ensite  70 (72,2) 
Rhythmia  27 (27,8) 
Navegación a distancia
Magnética  2 (2) 
Robotizada  2 (2) 
Dotación adicional
Ecografía intracardiaca  42 (43,3) 
Crioablación  73 (75,3) 
Ablación por láser  2 (2) 
Actividad realizada
Implante de dispositivos   
Marcapasos  88 (90,7) 
DAI  86 (88,7) 
Resincronización  87 (89,7) 
Holter subcutáneo  92 (94,9) 
Cardioversión eléctrica  89 (91,8) 
Denervación renal  4 (4,1) 
Cierre de orejuela  21 (21,6) 

DAI: desfibrilador automático implantable.

Los valores expresan n (%) o media±desviación estándar.

Al igual que en 2019, 61 centros (61%) disponen de al menos 1 sala con dedicación exclusiva a electrofisiología. Siguen siendo minoritarios los centros con más de 1 sala: 22 centros disponen de 2 (22,6%) y 2 centros, de 3 (2%). La media de tiempo que la sala está disponible es de 3,4±1,7 (mediana, 4) días por semana (similar a 2019). En todos los centros se realizan implantes de algún tipo de dispositivo cardiaco, aunque en 6 el único que se implanta es el Holter insertable.

Se dispone de al menos 1 sistema de fluoroscopia de arco fijo en 74 centros (76,2%). Solo 7 centros no disponen de sistema de navegación (3 privados y 4 públicos, todos menos 1, con menos de 50 ablaciones anuales). El 28% dispone de 2 y el 20% tiene 3 navegadores. El más extendido es el sistema Ensite (72,2%). Además, el 32% de los centros disponen de angiografía rotacional y el 43,3%, de ecocardiografía intracardiaca. El 75,3% realiza crioablación, pero la disponibilidad de láser es anecdótica (solo 2 centros, sin que se hayan comunicado ablaciones de FA con esta fuente).

El personal dedicado a los laboratorios de electrofisiología se mantiene estable (tabla 1). Tampoco hay cambios en el número de unidades que forman becarios (38%), la mayoría con 1 becario (intervalo, 1-8).

Resultados generales

Por primera vez desde 2015, la tasa de éxito desciende por debajo del 90% (88%), aunque manteniendo una tasa de complicaciones estable (2%). La figura 4 y la figura 5 muestran las cifras de éxito y las complicaciones comunicadas en los últimos años, distribuidas por sustrato.

Figura 4.

Evolución del porcentaje de éxito por sustrato en los últimos 5 años (no se dispone de datos previos del porcentaje de éxito en FA). FA: fibrilación auricular; ICT: istmo cavotricuspídeo; NAV: nódulo auriculoventricular; TAF: taquicardia auricular focal; TAM: taquicardia auricular macrorreentrante; TV-IAM: taquicardia ventricular relacionada con cicatriz posinfarto; TIN: taquicardia intranodular; TVI: taquicardia ventricular idiopática; TV-NIAM: taquicardia ventricular asociada con cardiopatía y no relacionada con cicatriz posinfarto; VAC: vía accesoria.

(0.23MB).
Figura 5.

Evolución del porcentaje de complicaciones por sustrato. FA: fibrilación auricular; ICT: istmo cavotricuspídeo; NAV: nódulo auriculoventricular; TAF: taquicardia auricular focal; TAM: taquicardia auricular macrorreentrante; TIN: taquicardia intranodular; TVI: taquicardia ventricular idiopática; TV-IAM: taquicardia ventricular relacionada con cicatriz posinfarto; TV-NIAM: taquicardia ventricular asociada con cardiopatía y no relacionada con cicatriz posinfarto; VAC: vía accesoria.

(0.22MB).

Se comunicaron en total 309 complicaciones. Siguen siendo las más frecuentes las vasculares (100) y los derrames pericárdicos/taponamiento (93). Hubo 14 bloqueos auriculoventriculares (la mitad de ellos en TIN y 2 durante ablación del ICT). Se han comunicado 2 punciones aórticas durante el acceso transeptal. En cuanto a la mortalidad, se han comunicado 7 muertes periprocedimiento (0,05%): 4 en ablación de TV, 1 muerte diferida por shock séptico en FA y otras 2 de causa no especificada en sustratos menos complejos (TAF e ICT).

A continuación se detallan los distintos sustratos:

Taquicardia intranodular

La ablación de TIN ha supuesto el 18% del total (2.808 procedimientos, tercer sustrato en frecuencia tras la FA y el ICT). Esto supone una reducción muy significativa respecto a 2019, de 960 procedimientos menos. Se trata del sustrato que se aborda en un mayor número de centros (95), con una media de 29,3±21 (intervalo, 1-97) procedimientos/centro y una tasa de éxito del 96%. El catéter de ablación utilizado es el de 4mm convencional (93%). La utilización de otro tipo de catéteres o fuentes de energía es minoritaria.

Continúa incrementándose el empleo de sistemas de navegación no fluoroscópica, que alcanza ya el 31% (el 25% en 2019) y hasta en un 79% de los casos guiados con navegador no se empleó escopia. La tasa de complicaciones comunicada es del 0,5%, incluidos 7 bloqueos auriculoventriculares permanentes, 3 transitorios, 1 neumotórax y 4 complicaciones vasculares.

Vías accesorias

La ablación de VAC permanece como el cuarto sustrato en frecuencia (10%), con una reducción significativa (1.539 procedimientos en 2020 frente a 2.024 en 2019). Este tipo de sustrato se aborda también en la mayoría de los centros (94/97), con una media de 16,2±12,2 (intervalo, 1-54) procedimientos/centro y una tasa de éxito del 90%. Un 18,2% de las VAC mostraron conducción exclusivamente anterógrada, mientras que el 39,5% eran VAC ocultas y el 42,3% tenía conducción bidireccional. Además, las VAC izquierdas continúan siendo las más frecuentes (47,6%) y son las que tienen un mayor porcentaje de éxito (98,5%), seguidas por las inferoseptales (29,5%; éxito del 92,3%), las perihisianas/anteroseptales (12,1%; éxito del 78,4%) y las derechas de pared libre (10,8%; éxito del 94,7%).

Los catéteres de 4mm siguen siendo los más utilizados (57%), seguidos de los irrigados (24%). La tecnología de contacto continúa en ascenso (el 12,3% en 2020 frente al 7,1% en 2019).

En 36 casos se realizó ablación epicárdica y, en el caso de las VAC izquierdas, se utilizó el acceso retroaórtico en el 60%. Se han comunicado 21 complicaciones (1,4%): 8 vasculares, 9 derrames pericárdicos, 2 fenómenos embólicos, 1 tromboembolia pulmonar bilateral tras una ablación de VAC izquierda y 1 atrapamiento de catéter en el aparato subvalvular mitral que requirió cirugía.

La utilización de sistemas de navegación continúa creciendo y alcanza ya prácticamente la mitad de los casos (48,7%), con un 35,6% de ellos realizados sin escopia.

Taquicardia auricular focal

Se han comunicado 471 procedimientos (3%) con un crecimiento hasta los 79 centros y un porcentaje de éxito del 80%. El 74% se localizaron en la aurícula derecha, con éxito del 92,2%. Se realizaron 123 procedimientos en la aurícula izquierda, con un porcentaje de éxito discretamente menor (89,1%). Se mantiene la tendencia a un menor empleo de catéteres de punta irrigada convencionales (144 casos, 30,5%) en favor de un incremento de los catéteres con sensor de contacto (215 procedimientos; 45,6%). Se observa un notable crecimiento en la utilización de navegadores (71,5%) y el 21,4% del total se realizaron sin escopia. Se han comunicado 10 complicaciones (2%), de las que destacan 3 vasculares (0,6%) y 4 derrames pericárdicos (0,8%).

Istmo cavotricuspídeo

El ICT sigue siendo el segundo sustrato más abordado (3.188 procedimientos; 21%). Se llevó a cabo en 94 centros, con una media de 33,9 procedimientos/centro y un éxito medio del 96%. El catéter de elección sigue siendo el de punta irrigada convencional (46,7%), mientras que la utilización de tecnología de contacto se mantiene como segunda opción (27%). El empleo de catéteres de 8 mm continúa estable (23,5%). Se observa un marcado crecimiento en el empleo de navegador (42,7%), así como de los casos sin fluoroscopia (25,2%). Se han reportado 20 complicaciones (0,6%), entre las que destacan 11 vasculares, 2 derrames pericárdicos, 2 bloqueos auriculoventriculares, 1 embolia y 1 infarto de miocardio. Se comunica 1 caso de muerte en el que no se especifica la causa.

Taquicardia auricular macrorreentrante

Sigue siendo de los sustratos menos abordados a pesar de que se ha tratado en 73 centros y se han comunicado 582 casos (4%). El subtipo más frecuente es el que ocurre tras ablación de FA (47,9%). Las TAM en cardiopatías congénitas (17,2%) o tras atriotomía (16%) son menos frecuentes. Es uno de los procedimientos con menor tasa de éxito (81,4%). El empleo de navegador se mantiene estable (81,6%), aunque aumentan discretamente las ablaciones sin fluoroscopia (55 casos; 9,4%). La tecnología de contacto (71,9%) ha desbancado a los irrigados convencionales (10,2%). Tras la FA, es la arritmia supraventricular con mayor tasa de complicaciones (14 casos; 2,4%); destacan 4 complicaciones vasculares femorales y 6 derrames pericárdicos.

Ablación del nódulo auriculoventricular

Se han comunicado 750 ablaciones (4,9%) realizadas en 84 centros. Se alcanzó el éxito en el 95%. La mayoría de los procedimientos se efectuaron con catéteres convencionales de 4mm (399 casos; 53,2%) o irrigados convencionales (212 catéteres; 28,3%). Sigue reduciéndose la utilización de catéteres de 8mm (110; 14,6%). Se han comunicado 4 complicaciones no graves (0,5%): 3 vasculares y 1 embolia.

Fibrilación auricular

La FA se afianza como el sustrato más tratado, con 4.513 procedimientos, y pasa del 23% en 2017 al 26% en 2018, el 28% en 2019 y el 30% en 2020. Aunque la media de procedimientos se mantiene por encima de las 50 ablaciones/centro (55,7±44,5), la mediana es inferior (44; intervalo, 1-222). La tasa de éxito agudo fue del 96%. La figura 6 muestra la distribución de centros según el volumen anual de ablación de FA en 2020. De los 81 centros que realizaron ablación de FA, 45 (55,5%) realizaron de 1 a 50 procedimientos (18 de estos, menos de 25 casos). Tan solo 13 centros atendieron más de 100 casos/año (16%), 3 de ellos, más de 150 y solamente 1, más de 200.

Figura 6.

A: evolución temporal de técnicas punto a punto y crioablación desde 2013. B: distribución de centros según el volumen de procedimientos de ablación de fibrilación auricular (FA).

(0.14MB).

Se realizó ablación de FA paroxística en el 60,8%, de FA persistente en el 33,9% y de FA persistente de larga duración (> 1 año) en el 5,1%.

El objetivo continúa siendo fundamentalmente el aislamiento eléctrico de las venas pulmonares (94,5%) y se observa una reducción del abordaje de otros sustratos (51 dirigidos a la abolición de electrogramas complejos fraccionados y 107 aislamientos de la vena cava superior). Se realizaron líneas en la aurícula izquierda en 192 procedimientos (4,3%). Otros abordajes son anecdóticos (24 aislamientos de orejuela, 8 ablaciones de rotores y zonas de bajo voltaje o focos extrapulmonares).

Aunque la técnica más utilizada sigue siendo la radiofrecuencia punto a punto (2.369 procedimientos; 55,4%), la crioblación está consolidada (2.144 procedimientos; 44,6%). La figura 6 muestra la evolución de casos realizados con la técnica punto a punto frente a crioablación desde 2013. A diferencia de años anteriores, no se ha comunicado el empleo de otras técnicas.

El catéter irrigado con tecnología de contacto es el catéter de elección (84,8%). Las vainas deflectables ya se hallan en el 56% de los procedimientos con radiofrecuencia. Aunque el 43,3% de los centros disponen de ecocardiograma intracardiaco, solo se ha utilizado en 18 de ellos (441 procedimientos; el 9,7%, de FA). Un total de 6 centros han comunicado la realización de casos sin escopia (75 procedimientos).

Se mantiene estable el número de complicaciones (159; 3,5%) con 1 solo caso de muerte, que se atribuye a un shock séptico. Se comunican adicionalmente 43 complicaciones vasculares (0,9%), 50 derrames pericárdicos (1,1%), 35 parálisis frénicas (0,7%) y 11 embolias (0,2%) como eventos más destacables.

Taquicardia ventricular idiopática

Se han realizado 649 procedimientos de ablación de TVI en 620 pacientes, lo cual supone un 4% (similar a 2019), aunque con una disminución notable del número de procedimientos respecto a los 807 de 2019. Se mantiene el número de centros que realiza ablación de este sustrato (88), con una media de 7,4±5,8 (intervalo. 1-23) procedimientos/centro y una tasa de éxito del 83,7%.

En 298 casos se trataba de TV del tracto de salida del ventrículo derecho; en 97, del tracto de salida del ventrículo izquierdo; en 64, de TV de la raíz aórtica; 32 eran taquicardias fasciculares; 32, epicárdicas; 4 tenían origen en la arteria pulmonar y 72, otras localizaciones como músculos papilares, anillo mitral y banda moderadora del VD.

El uso de sistemas de navegación es mayoritario (82%), e incluye un 18% de casos sin escopia. La ablación se sirvió preferentemente de tecnología de contacto (66,2%), mientras que en un 24,3% se emplearon irrigados convencionales. Otros tipos de catéteres o fuentes de energía fueron anecdóticos (punta de 4 mm no irrigada, 4,8%; crioablación, 0,3%).

Se registraron 25 complicaciones (3,9%): 14 vasculares, 10 derrames pericárdicos y 1 acidosis respiratoria por la sedación. Se comunica 1 muerte por taponamiento cardiaco tardío en planta.

Taquicardia ventricular asociada con cicatriz posinfarto

Se realizaron 422 procedimientos en 381 pacientes. Esto supone una reducción en más de 100 procedimientos respecto a 2019, aunque prácticamente se ha mantenido el número de centros que realizan este tipo de ablación (64 frente a los 66 de 2019). La media de procedimientos/centro ha sido 6,6±5,1 (intervalo, 1-22). La mayoría de los procedimientos se han realizado con sistemas de navegación (92%) y con catéteres de ablación con punta irrigada (el 94,1% en total y el 80% con sensor de contacto). Ha aumentado el número de procedimientos sin escopia (5%). La tasa de éxito global ha sido del 85,3%. Se utilizó abordaje retroaórtico en el 55,4% y transeptal en el 49,8%. El acceso combinado endocárdico/epicárdico se ha reducido al 11,1%, mientras que en el 2,1% se utilizó un acceso exclusivamente epicárdico.

La estrategia mayoritaria ha sido la ablación de sustrato (71,1%). La tasa de complicaciones comunicada es del 7,3% (similar a la del año previo): 9 vasculares, 2 bloqueos auriculoventriculares, 7 derrames pericárdicos, 4 fenómenos embólicos y 1 muerte de un paciente en tormenta arrítmica refractaria y shock cardiogénico.

Taquicardia ventricular no asociada con cicatriz posinfarto

Se trata del sustrato que menos ha notado la reducción del número de procedimientos, con un total de 247 en 231 pacientes (19 menos que en 2019); se mantiene también el número de centros que tratan este sustrato (51). La media de procedimientos/centro ha sido de 4,8±4,4 (intervalo, 1-28) y la tasa de éxito, del 82,6%. Este tipo de ablación se ha aplicado en los siguientes sustratos: miocardiopatía dilatada no isquémica (122 casos; éxito del 84,4%), miocardiopatía arritmogénica (31 casos; éxito del 81%), cardiopatías congénitas (28 casos; éxito del 100%), miocardiopatía hipertrófica (13 casos; éxito del 84,6%), TV rama-rama (9 casos; éxito del 100%) y una miscelánea de 29 casos que incluyen miocarditis, enfermedad de Chagas, miocardiopatías de origen valvular, síndrome de Brugada o miocardiopatía no compactada. Se ha utilizado el acceso retroaórtico en el 41,3% y el transeptal en el 31,6%. El abordaje epicárdico exclusivo se utilizó en el 11,7%, mientras que el combinado endocárdico/epicárdico se empleó en un 18,6%. Se comunican 12 complicaciones (4,9%): 1 vascular, 2 bloqueos auriculoventriculares, 5 derrames pericárdicos, 1 parálisis del nervio frénico, 1 pericarditis y 2 muertes como consecuencia de perforaciones cardiacas con taponamiento.

Ablación con navegadores y sin fluoroscopia

Este año se han realizado prácticamente la mitad de los procedimientos con la asistencia de navegadores (7.408 casos; 49%). Las taquicardias ventriculares en cardiopatía estructural (92%), seguidas de las TAM y las TVI (ambas, 82%), son los sustratos en los que más se han empleado. Sin embargo, respecto a 2019, los sustratos en que proporcionalmente ha aumentado más esta asistencia son el ICT (+11%), la TAF (+8%) y la TIN (+6%). Por otro lado, y siguiendo la tendencia de años previos, continúa aumentado el número de casos sin escopia, hasta los 2.146 procedimientos (14%). Los 3 sustratos más abordados sin fluoroscopia son el ICT (25%), la TIN (24%) y la TAF (21%). La figura 7 recoge la proporción de casos de cada sustrato asistidos con navegador y aquellos sin fluoroscopia.

Figura 7.

Porcentaje de procedimientos asistidos con navegador y sin escopia en 2019 y 2020. FA: fibrilación auricular; ICT: istmo cavotricuspídeo; NAV: nódulo auriculoventricular; TAF: taquicardia auricular focal; TAM: taquicardia auricular macrorreentrante; TIN: taquicardia intranodular; TVI: taquicardia ventricular idiopática; TV-IAM: taquicardia ventricular relacionada con cicatriz posinfarto; TV-NIAM: taquicardia ventricular asociada con cardiopatía y no relacionada con cicatriz posinfarto; VAC: vía accesoria.

(0.17MB).
Ablación en pacientes pediátricos

Se han comunicado 243 ablaciones en pacientes pediátricos, lo cual supone un mínimo aumento en el porcentaje respecto al total (1,6%), aunque se han reducido en términos absolutos (43 menos que en 2019). Han comunicado ablaciones en pacientes pediátricos 37 centros (2 menos que en 2019). Sin embargo, ningún centro ha realizado más de 50 casos. En 1 centro se acumulan 44 casos y otros 5 atienden entre 10 y 20 casos.

Las VAC continúan siendo el sustrato más frecuente (171 procedimientos; 70,4%), lo que supone el 11,1% del total de las VAC ablacionadas.

La TIN es el segundo sustrato en frecuencia (47 procedimientos; 19,3%), seguida de la TAF (12 procedimientos; 4,9%), la TAM (6 casos; 2,5%), el ICT (4 procedimientos; 1,7%) y la TVI (3 procedimientos; 1,2%). La figura 8 muestra la distribución por sustratos y la relación respecto al total de procedimientos.

Figura 8.

Distribución de los procedimientos pediátricos por sustrato y proporción respecto al total de procedimientos. ICT: istmo cavotricuspídeo; TAF: taquicardia auricular focal; TAM: taquicardia auricular macrorreentrante; TIN: taquicardia intranodular; TVI: taquicardia ventricular idiopática; VAC: vía accesoria.

(0.11MB).
Datos específicos de la pandemia por SARS-CoV-2

Un total de 80 laboratorios (82%) aportaron información específica sobre la repercusión de la pandemia en su práctica clínica. Durante el año 2020 los laboratorios permanecieron cerrados a causa de la pandemia una media de 47±33 días. Resultaron aislados o infectados por SARS-CoV-2 72 electrofisiólogos (18%) y se practicaron procedimientos a 111 pacientes infectados con SARS-CoV-2. Entre las modificaciones de práctica clínica establecidas con más frecuencia, se describen las pruebas de PCR previas al ingreso, el alta en el día en caso de procedimientos simples (en los centros que aún no lo realizaban), la realización de turnos de trabajo, la reserva de una sala para pacientes con SARS-CoV-2 en los centros con más de una disponible y el ingreso (12,5%) o alta (9%) en el día en el caso de procedimientos complejos (solo consignado por los centros que antes de la pandemia no la daban). Estas últimas 2 medidas fueron adoptadas fundamentalmente en centros de alto volumen.

DISCUSIÓN

Este año la pandemia de SARS-CoV-2ha condicionado indiscutiblemente los datos comunicados al registro. Ha afectado de manera directa tanto a la participación como al número de procedimientos y la distribución de los sustratos.

En cuanto a la disminución del número de casos, el inicio de la pandemia afectó considerablemente a centros de alto volumen, sobre todo en grandes capitales, que tuvieron que cerrar muchos de sus laboratorios durante aproximadamente 2 meses, y la actividad se restringió a solo procedimientos urgentes según las recomendaciones establecidas20. Hasta un 18% de los electrofisiólogos se contagiaron o fueron aislados, con la consiguiente repercusión en la actividad clínica. Progresivamente los centros han tenido que adaptar sus protocolos y su forma de trabajar y, además del cribado previo de pacientes mediante PCR (que ha sido una medida bastante universal), se ha hecho un esfuerzo generalizado por evitar las hospitalizaciones, dada la escasez de camas disponibles, aumentando los procedimientos ambulatorios incluso para pacientes complejos.

Aunque ha habido una reducción en todos los sustratos, el mayor impacto (sobre todo por el volumen que suponen) ha tenido lugar en los procedimientos de taquicardias paroxísticas supraventriculares, que se han reducido aproximadamente un 25% respecto a 2019, lo que ha supuesto que en total se hayan realizado más procedimientos complejos. Esta puede ser una de las razones de que este año se haya notificado la tasa más baja de éxito desde 2015. Por otra parte, es bastante plausible que la pandemia haya condicionado que los pacientes que accedieron a los servicios sanitarios estuvieran más graves o en situaciones no demorables (ya fuera por menor derivación médica o incluso por el miedo al contagio que hizo que los pacientes con afecciones menos graves permanecieran en sus domicilios).

En este sentido, cabe destacar el afianzamiento de los procedimientos de FA, que pese a la pandemia siguen aumentando proporcionalmente. Tiene especial relevancia si se considera que es una arritmia supraventricular, con un procedimiento que tradicionalmente ha requerido hospitalización, y que muchos centros suspendieron los procedimientos programados durante largas temporadas de 2020. Aunque los cambios de protocolos con ingresos y/o altas ambulatorias en procedimientos complejos no ha sido una práctica generalizada, sí que se ha adoptado en centros de alto volumen, y hay que reseñar que este año no ha aumentado el porcentaje de complicaciones, por lo que probablemente muchas de estas modificaciones han llegado para quedarse, tal y como refleja la literatura21,22.

Respecto a la ablación de FA, cabe destacar también que, aunque este año hay una ligera reducción de los centros que la llevan a cabo, sigue siendo llamativo el bajo volumen de actividad en un gran número de centros. Más de la mitad de los laboratorios realizan menos de 50 casos/año, lo que no supone el contexto ideal en un sustrato complejo. Es cierto que muchos de esos centros de bajo volumen son clínicas privadas, en las que probablemente trabajen operadores que además ejercen en el sistema público y, por lo tanto, tienen experiencia añadida. También es lógico que los centros con menos experiencia este año hayan reducido aún más su actividad en este sustrato, pues son procedimientos que tradicionalmente no han sido ambulatorios y, evidentemente, este tipo de centros no ha optado por adoptar ese cambio de protocolo. Años venideros deberán corroborar si se mantiene esa dispersión de casos. Respecto a la técnica de elección, siguen sin llegar a converger la radiofrecuencia y la crioablación, aunque esta se sigue acercando al 50%. Muchos de los centros de bajo volumen ofrecen esta técnica, probablemente por su rápida curva de aprendizaje.

Merece la pena mencionar que las restricciones de la pandemia no han afectado a la utilización de tecnología (siguen aumentando las vainas dirigibles y el uso de catéteres de contacto, en aras de un mayor porcentaje de éxito), y es especialmente llamativa la ausencia de efecto en el empleo de navegadores. La asistencia técnica en casos con navegador no solo se ha mantenido en un año tan complejo, sino que ha permitido un incremento que a priori no se justifica por el aumento de complejidad de los sustratos, ya que fundamentalmente se ha producido en taquicardias supraventriculares (ICT, TAF y TIN). Son precisamente estos 3 sustratos los que con más frecuencia se han realizado sin escopia, por lo que se consolida la tendencia a intentar abolir la exposición a radiaciones ionizantes en sustratos de menor complejidad23.

Aunque las peculiaridades de este año no permiten comparaciones directas, el número de centros que realizan ablaciones pediátricas sigue en descenso. Es llamativo que ningún centro llegue a las 50 ablaciones, con una dispersión importante en el número de casos por centro.

Por último, los procedimientos de ablación siguen siendo una técnica segura con una baja tasa de complicaciones, que se mantiene estable a lo largo de los años. Dado que son las vasculares las más frecuentes, quizá sea un caballo de batalla en el que deberíamos centrar nuestros esfuerzos. La adopción progresiva de la punción femoral guiada por ecografía podría ayudar a aminorar esta complicación. Aunque este año las complicaciones mortales continúan siendo bajas (0,04%) y todas menos 1, en sustratos complejos, la tasa de bloqueos auriculoventriculares en TIN ha sido del 0,2% y se produjo un atrapamiento de catéter en la válvula mitral que requirió cirugía, por lo que nuestros pacientes deben estar informados de que todo procedimiento puede acarrear complicaciones graves.

CONCLUSIONES

El Registro Español de Ablación con Catéter ha recogido de manera sistemática y fiable la actividad y la dotación de las unidades de arritmias del país durante 2 décadas. La pandemia por SARS-CoV-2ha dejado su impronta al condicionar una reducción en el número de procedimientos y una redistribución relativa de los sustratos, pues se ha dado prioridad a los más complejos. A pesar de ello, se ha mantenido una alta tasa de éxito total con una baja tasa de complicaciones y sigue afianzándose la FA como el sustrato abordado con más frecuencia.

FINANCIACIÓN

Ninguna.

CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES

Todos los autores han contribuido sustancialmente a la redacción del manuscrito original, el diseño de las gráficas y la revisión final. R. Cózar-León, además, se ha encargado de la recopilación de datos y el análisis estadístico.

CONFLICTO DE INTERESES

Ó. Cano Pérez ha recibido honorarios por consultoría de Biosense Webster, Medtronic, Boston Scientific y Biotronik. R. Cózar León ha recibido honorarios de Medtronic, Boston Scientific y Abbott. I. Anguera Camós no tiene conflictos de intereses.

Agradecimientos

Los coordinadores del registro reiteramos nuestro agradecimiento a todos los colaboradores del Registro Español de Ablación con Catéter (anexo 1), que con su ayuda desinteresada cada año hacen posible la publicación de este documento. Nuestro agradecimiento también a Cristina Plaza por su inestimable labor.

ANEXO 1
COLABORADORES DEL REGISTRO ESPAÑOL DE ABLACIÓN POR CATÉTER DE 2020:

Jesús Almendral-Garrote, Pau Alonso-Fernández, Concepción Alonso-Martín, Nelson María Alvarenga-Recalde, Luis Álvarez-Acosta, Miguel Álvarez-López, Ignasi Anguera-Camós, Eduardo Arana-Rueda, Álvaro Arce-León, María Fe Arcocha-Torres, Miguel Ángel Arias-Palomares, Antonio Asso-Abadía, Gabriel Ballesteros-Derbenti, Alberto Barrera-Cordero, Pablo Bastos-Amador, Juan Benezet-Mazuecos, Bruno Bochard-Villanueva, Andrés I. Bodegas-Cañas, María del Pilar Cabanas-Grandío, Lucas R. Cano-Calabria, Antonio J. Cartón-Sánchez, Silvia del Castillo-Arrojo, Víctor Castro-Urda, Rocío Cózar-León, Ernesto Díaz-Infante, Juan Manuel Durán-Guerrero, Juliana Elices-Teja, María del Carmen Expósito-Pineda, Juan Manuel Fernández-Gómez, José Ferrando-Cervelló, Julio Jesús Ferrer-Hita, María Luisa Fidalgo-Andrés, Adolfo Fontenla-Cerezuela, Arcadio García-Alberola, Enrique García-Cuenca, Francisco Javier García-Fernández, Ignacio Gil-Ortega, Federico Gómez-Pulido, Eduard Guasch-i-Casany, José M. Guerra-Ramos, Benito Herreros-Guilarte, Víctor Manuel Hidalgo-Olivares, Alicia Ibáñez-Criado, José Luis Ibáñez-Criado, Sonia Ibars-Campaña, F. Javier Jiménez-Candil, Jesús I. Jiménez-López, Carla Lázaro-Rivera, José Miguel Lozano-Herrera, Ángel Martínez-Brotons, José Luis Martínez-Sande, Gabriel Martín-Sánchez, Roberto Matías-Francés, Francisco Mazuelos-Bellido, Elena Mejía-Martínez, Diego Menéndez-Ramírez, José Luis Merino-Llorens, Josep Lluis Mont-Girbau, José Moreno-Arribas, Javier Moreno-Planas, Pablo Moriña-Vázquez, Ángel Moya-i-Mitjans, Josep Navarro-Manchón, Joaquín Osca-Asensi, Agustín Pastor-Fuentes, Ricardo Pavón-Jiménez, Rafael Peinado-Peinado, Luisa Pérez-Álvarez, Nicasio Pérez-Castellano, Andreu Porta-Sánchez, Jordi Punti-Sala, Aurelio Quesada-Dorador, Pablo Ramos Ardanaz, Javier Ramos-Maqueda, Nuria Rivas-Gándara, Felipe José Rodríguez-Entem, Enrique Rodríguez-Font, Juan Carlos Rodríguez-Pérez, Rafael Romero-Garrido, José Manuel Rubín-López, Amador Rubio-Caballero, José Manuel Rubio-Campal, Pablo M. Ruiz-Hernández, Ricardo Salgado-Aranda, María de Gracia Sandín-Fuentes, Axel Sarrias-Mercé, Alba Santos-Ortega, Jose María Segura-Saint-Gerons, Federico Segura-Villalobos e Irene Valverde-André.

ANEXO 2
LISTA DE LOS LABORATORIOS DE ELECTROFISIOLOGÍA PARTICIPANTES EN EL REGISTRO ESPAÑOL DE ABLACIÓN CON CATÉTER 2020, POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y PROVINCIAS

Andalucía   
Cádiz  Hospital Universitario Puerta del Mar (Lucas R. Cano-Calabria) 
Granada  Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Miguel Álvarez-López); Hospital Clínico Universitario San Cecilio (José Miguel Lozano-Herrera) 
Huelva  Hospital Juan Ramón Jiménez, Hospital Quirón Huelva (Pablo Moriña Vázquez) 
Córdoba  Hospital Universitario Reina Sofía (Jose María Segura-Saint-Gerons/Francisco Mazuelos-Bellido) 
Málaga  Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, Hospital Vithas Xanit Internacional Benalmádena, Hospital Vithas Málaga Parque San Antonio, Hospital Quirón Salud Málaga, Hospital Quirón Salud Marbella (Alberto Barrera-Cordero); Hospital Regional Universitario de Málaga, Hospital HLA El Ángel (Gabriel Ballesteros-Derbenti) 
Sevilla  Hospital Universitario Virgen Macarena (Rocío Cózar-León, Pablo Bastos-Amador); Hospital Vithas Sevilla (Ernesto Díaz-Infante); Hospital Universitario Virgen del Rocío (Eduardo Arana Rueda); Hospital Universitario Virgen de Valme (Ricardo Pavón-Jiménez); Hospital Quirón Salud Infanta Luisa (Rafael Romero-Garrido); Hospital Quirón Salud Sagrado Corazón (Juan Manuel Fernández-Gómez); Hospital HLA Santa Isabel (Álvaro Arce León) 
Aragón   
Zaragoza  Hospital Universitario Miguel Servet, Hospital Quirónsalud Zaragoza (Antonio Asso-Abadía); Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Javier Ramos-Maqueda) 
Principado de Asturias  Hospital Universitario de Cabueñes (Irene Valverde-André); Hospital Universitario Central de Asturias (José Manuel Rubín-López) 
Islas Baleares  Hospital Universitario Son Espases (María del Carmen Expósito-Pineda); Clínica Rotger Quirón, Hospital Quirónsalud Palmaplanas (Nelson M. Alvarenga-Recalde) 
Canarias   
Las Palmas  Hospital Vithas Santa Catalina (Juan Carlos Rodríguez-Pérez); Hospital Perpetuo Socorro (Pablo M. Ruiz-Hernández); Hospital Universitario Insular de Gran Canaria (Federico Segura-Villalobos) 
Santa Cruz de Tenerife  Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Hospital San Juan de Dios Tenerife (Luis Álvarez-Acosta); Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (Julio Jesús Ferrer-Hita) 
Cantabria  Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Felipe José Rodríguez Entem) 
Castilla-La Mancha   
Toledo  Complejo Hospitalario Universitario de Toledo (Miguel Ángel Arias-Palomares) 
Albacete  Hospital General Universitario de Albacete (Víctor M. Hidalgo-Olivares) 
Castilla y León   
Burgos  Hospital Universitario de Burgos (F. Javier García Fernández) 
León  Complejo Asistencial Universitario de León (María Luisa Fidalgo-Andrés) 
Salamanca  Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (F. Javier Jiménez-Candil) 
Valladolid  Hospital Clínico Universitario de Valladolid (María de Gracia Sandín-Fuentes); Hospital Universitario Río Hortega (Benito Herreros-Guilarte) 
Cataluña   
Barcelona  Hospital Universitario de Bellvitge (Ignasi Anguera-Camós); Hospital Clínic (Eduard Guasch-i-Casany, Josep Lluís Mont-Girbau); Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Axel Sarrias-Mercé); Hospital Universitario Vall d’Hebron (Nuria Rivas-Gándara, Alba Santos-Ortega); Clínica Corachán (José M. Guerra-Ramos); Clínica Sagrada Família, Hospital Universitario Dexeus (Ángel Moya-i-Mitjans); Hospital Universitario Mútua de Terrassa (Sonia Ibars-Campaña); Hospital del Mar (Jesús I. Jiménez-López); Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell (Jordi Punti-Sala); Hospital de la Santa Creu y Sant Pau (Concepción Alonso-Martín); Clínica Teknon (Enrique Rodríguez-Font) 
Tarragona  Hospital Universitario Joan XXIII (Gabriel Martín Sánchez) 
Lleida  Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Diego-Menéndez-Ramírez) 
Comunidad Valenciana   
Alicante  Hospital Universitario San Juan de Alicante (José Moreno-Arribas); Hospital General Universitario de Alicante (José Luis Ibáñez-Criado); Cardioritmo Levante (Alicia Ibáñez-Criado) 
Castellón  Hospital General Universitario de Castellón (Josep Navarro-Manchón) 
Valencia  Hospital General Universitario de Valencia (Aurelio Quesada-Dorador); Hospital Universitario y Politécnico La Fe (Joaquín Osca-Asensi); Hospital Clínico Universitario de Valencia (Ángel Martínez-Brotons); Hospital de Manises (Pau Alonso-Fernández); Hospital Universitario de la Ribera (Bruno Bochard-Villanueva); Hospital Universitario Dr. Peset (José Ferrando-Cervelló) 
Extremadura   
Badajoz  Hospital Universitario de Badajoz (Juan Manuel Durán-Guerrero) 
Galicia   
A Coruña  Hospital Universitario de A Coruña (Luisa Pérez-Álvarez); Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (José Luis Martínez-Sande) 
Pontevedra  Hospital Álvaro Cunqueiro (María del Pilar Cabanas-Grandío) 
Lugo  Hospital Universitario Lucus Augusti (Juliana Elices-Teja) 
Comunidad de Madrid  Hospital Universitario Ramón y Cajal (Javier Moreno-Planas); Hospital Sanitas La Moraleja (Roberto Matías-Francés); Hospital Universitario 12 de Octubre (Adolfo Fontenla-Cerezuela); Hospital Universitario de Getafe (Agustín Pastor-Fuentes); HM Hospitales (Jesús Almendral-Garrote); Hospital Universitario Puerta de Hierro (Víctor Castro-Urda); Hospital Universitario La Paz (Rafael Peinado-Peinado); Hospital Universitario La Paz-Unidad de Electrofisiología Robotizada (José Luis Merino-Llorens); Hospital Vithas Madrid Aravaca (José Luis Merino-Llorens); Hospital Ruber Juan Bravo/Hospital Universitario Quirónsalud Madrid (Andreu Porta-Sánchez/José Luis Merino-Llorens); Hospital Universitario La Paz-Infantil (Antonio J. Cartón-Sánchez, José Luis Merino-Llorens); Hospital Clínico San Carlos (Nicasio Pérez Castellano); Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Amador Rubio-Caballero); Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (José Manuel Rubio-Campal); Hospital Universitario Severo Ochoa (Ricardo Salgado-Aranda); Hospital Quirón La Luz (Juan Benezet-Mazuecos); Hospital Universitario Rey Juan Carlos (Federico Gómez-Pulido/Elena Mejía); Hospital Universitario de Torrejón (Carla Lázaro-Rivera); Hospital Universitario de Fuenlabrada (Silvia del Castillo-Arrojo) 
Región de Murcia  Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Arcadio García-Alberola); Hospital General Universitario Santa Lucía (Ignacio Gil-Ortega) 
Comunidad Foral de Navarra  Clínica Universidad de Navarra (Pablo Ramos-Ardanaz) 
País Vasco   
Álava  Hospital Universitario Txagorritxu (Enrique García-Cuenca) 
Vizcaya  Hospital de Cruces (Andrés I. Bodegas-Cañas); Hospital de Basurto (María Fe Arcocha-Torres) 
La Rioja  Hospital Viamed Los Manzanos (Francisco Javier García-Fernández) 

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La lista completa de colaboradores se incluye en el anexo 1.

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