Agradecemos y felicitamos a los autores por su carta, pues reafirma y complementa nuestros hallazgos incidiendo en la relevancia de la mortalidad no cardiovascular a largo plazo de los pacientes con insuficiencia cardiaca (IC)1. En todos los pacientes de nuestro estudio1, la fracción de eyección del ventrículo izquierdo era <40%, aquella en la que se ha demostrado que los tratamientos modifican el pronóstico de la enfermedad, frente al 50% en el trabajo de Moliner et al.2. Este hecho, junto con la clase funcional más avanzada en nuestra población, favorece un mayor riesgo de muerte directamente relacionada con la IC a corto y medio plazo. En nuestro trabajo, todos los pacientes tuvieron un seguimiento de 4 años, lo que permite sacar conclusiones claras respecto a la mortalidad en este lapso. En el estudio de Moliner et al., el seguimiento tuvo una mediana de 4,2 años, aparentemente similar pero realmente muy variable, con cuartiles de 1,9 años y 7,8 años, debido a que se incluyó a pacientes durante todo el periodo de estudio, el mismo en que se estudiaron también las causas de mortalidad: 2002-2018. Por lo tanto, se podría considerar a los pacientes incluidos en los primeros años y con un seguimiento prolongado (> 4 años) supervivientes a la IC, que quedan más expuestos a la mortalidad por otras causas a largo plazo, lo que explicaría el acentuado aumento de mortalidad no cardiovascular observada en los últimos 3 años, de hasta 2/3 fallecimientos en 20182. Por lo tanto, hay un sesgo debido al seguimiento prolongado de supervivientes a la IC. Sin embargo, ambos estudios concuerdan al mostrar una menor tasa de muerte súbita atribuible a la mejora de los tratamientos, lo que reafirma la importancia de la adherencia a estos; y son complementarios, pues el trabajo de Moliner et al.2 deja ver qué ocurriría a los pacientes de nuestro estudio que superaron esa etapa de 4 años. Los tratamientos actuales han permitido reducir principalmente el riesgo de muerte súbita y retrasar la muerte por IC, lo cual, en caso de evitarse, da lugar a que otras formas de muerte no cardiovascular puedan predominar en el seguimiento a largo plazo. Si es una cuestión solo de tiempo o existe una interrelación entre enfermedades, como IC y cáncer, actualmente es una cuestión abierta.
ISSN: 0300-8932