La lesión que la propia intervención coronaria percutánea (ICP) provoca en la pared arterial pone en marcha la activación y agregación plaquetarias. Por este motivo, todos los pacientes deben estar eficazmente antiagregados durante y después de la intervención. La combinación de aspirina más clopidogrel es hoy día el tratamiento antiplaquetario oral estándar para los pacientes tratados con ICP. En los pacientes que no estén tomando aspirina, se deben administrar 500mg por vía oral al menos 3h antes de la intervención, o 300mg por vía intravenosa en el momento de ésta; y después de la ICP se administrarán 100mg diarios de aspirina de forma indefinida. El clopidogrel debe administrarse también antes de la ICP, idealmente en dosis de carga de 300mg al menos 6 h antes del procedimiento. Cuando esto no sea posible, y especialmente en pacientes de alto riesgo o en aquellos con una demostrada menor respuesta al clopidogrel, como por ejemplo los pacientes diabéticos, se debe considerar la administración de dosis más altas de carga de clopidogrel, aunque el beneficio clínico de esta medida es todavía discutido. Tras la implantación de un stent convencional se mantendrá el clopidogrel durante un mes, y tras un stent recubierto de fármacos antiproliferativos, durante 3-12 meses. Mientras tanto, y con el objetivo de superar algunas de las limitaciones del clopidogrel, continúa la búsqueda del antagonista «ideal» de los receptores plaquetarios del adenosindifosfato (ADP), es decir, un fármaco que, administrado por vía oral, sea reversible, con un rápido efecto de acción, un alto grado de inhibición y sin resistencias. Fármacos antiplaquetarios potentes como el prasugrel y el AZD6140 han demostrado ya tener un perfil de seguridad similar al clopidogrel, y su eficacia clínica está siendo valorada en grandes ensayos multicéntricos que persiguen facilitar y optimizar el tratamiento de los pacientes tratados con ICP.
ISSN: 1885-5857
Impact factor 2023
7.2