Hemos leído con gran atención la carta al Editor de Díez-Delhoyo et al. a nuestro artículo sobre el tratamiento percutáneo de la coartación atrésica de aorta aludiendo a 1 de los casos en que se produjo el fallecimiento por hematemesis masiva1. En relación con este caso, queríamos hacer una serie de consideraciones.
Se trataba de un paciente con diagnóstico tardío de coartación de aorta con circulación colateral muy desarrollada y un aneurisma intercostal distal a la zona atrésica. El caso se discutió en sesión, y se decidió un abordaje percutáneo por el altísimo riesgo quirúrgico de este tipo de pacientes, con posibles complicaciones graves2.
En este caso, el aneurisma previamente estaba sometido a baja presión, dado que se encontraba distal a la zona coartada, y una vez que se resuelve la obstrucción, se somete a una mayor presión, por lo que, si no se consigue un correcto aislamiento, hay mayor riesgo de rotura, como sucedió en nuestro caso. En la necropsia se evidenció la pérdida de recubrimiento, que quedó en la propia vaina transportadora debido a la fricción (figura).
A: estudio con resonancia magnética en el que se aprecia una gran suplencia colateral, contraste de la aorta descendente y el aneurisma gigante intercostal. B: en fases tardías de la aortografía, se visualiza una gran colateral que da flujo a la aorta descendente y se contrasta un gran aneurisma intercostal. C y D: imagen de necropsia en la que se observa la pérdida de recubrimiento del stent.
Actualmente nuestro grupo ha empezado a utilizar con éxito en varios casos un nuevo sistema de liberación con stent premontado (Nudel delivery system Numed), similar al utilizado con la válvula pulmonar Melody, que confiere mayor seguridad durante el implante porque impide tanto la migración del stent como la pérdida de recubrimiento de politetrafluoroetileno expandido (ePTFE) del stent.
Con nuestra experiencia y revisada la bibliografía, concluimos que, en este tipo de coartación de aorta con gran circulación colateral y aneurismas intercostales, el tratamiento percutáneo es el de elección para asegurar el completo aislamiento de los aneurismas mediante la embolización con coils o dispositivos Amplatzer2,3 o empleando stents recubiertos3, por lo que es de vital importancia un estudio radiológico previo mediante tomografía computarizada o resonancia magnética para una adecuado abordaje del caso2,3.