Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Vicepresidente de la SEC
Comités ejecutivo, organizador y científico
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: La incidencia de endocarditis infecciosa (EI) tras cirugía de sustitución valvular aórtica (SVA) y tras implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) son similares. Gran parte de la información procede de registros de TAVI y no de cohortes centradas en el estudio de la EI. Nuestro objetivo fue comparar el perfil clínico y microbiológico, los hallazgos de las pruebas de imagen y el pronóstico de los pacientes con EI tras SVA con prótesis biológicas (EI-SVA) y EI tras TAVI (EI-TAVI) en 6 centros nacionales de referencia en el tratamiento de la EI.
Métodos: Desde el momento del implante de la primera TAVI en cada centro hasta diciembre de 2021, todos los pacientes con EI-SVA o EI-TAVI fueron incluidos de forma prospectiva en un registro multipropósito. El equipo de endocarditis evaluó y trató a todos los pacientes durante el ingreso. El seguimiento fue de 12 meses tras el alta.
Resultados: Se analizaron 169 pacientes con EI-SVA y 41 con EI-TAVI. El 39,3% de EI-SVA y el 78,1% de EI-TAVI ocurrieron en el primer año tras el implante (p = 0,001). Los pacientes con EI-TAVI fueron mayores en edad, más frágiles y con más comorbilidades (tabla). No se observaron diferencias en la presentación clínica, excepto una mayor proporción de síndrome constitucional en las EI-TAVI (12,4 vs 34,2%; p = 0,001) y de fiebre antes del ingreso (73,8 vs 53,7%; p = 0,012) y bloqueo AV durante la evolución (18,3 vs 2,4%; p = 0,011) en las EI-SVA. Los microorganismos responsables más frecuentemente identificados en ambos grupos fueron S. epidermidis, Enterococcus spp. y S. aureus. Las complicaciones perianulares fueron más frecuentes en las EI-SVA. Se sometieron a cirugía el 53,6% de las EI-SVA y el 7,3% de las EI-TAVI (p = 0,001). En el 47,5% de los casos de EI-TAVI, la cirugía no se llevó a cabo debido a alto riesgo quirúrgico, a pesar de tener indicación. No se observaron diferencias en la mortalidad durante la hospitalización (32,7 vs 35,0%), a los 6 meses (37,7 vs 35,0%) y al año de seguimiento (41,8 vs 37,5%) entre ambos grupos, independientemente de haberse sometido a cirugía cardiaca.
Características basales al ingreso por EI y características ecocardiográficas |
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|
EI-SVA (n = 169) |
EI-TAVI (n = 41) |
p |
Características basales al ingreso por EI |
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Edad |
76,6 (69,9-80,2) |
80,3 (76,7-83,4) |
0,001 |
Sexo femenino |
55 (32,5) |
14 (34,2) |
0,845 |
Diabetes mellitus |
41 (24,3) |
22 (53,7) |
0,001 |
Anemia crónica |
46 (27,2) |
19 (46,3) |
0,018 |
ERC |
43 (25,4) |
13 (31,7) |
0,416 |
EPOC/asma |
24 (14,2) |
13 (35,1) |
0,008 |
Portadores de marcapasos |
29 (17,2) |
4 (9,8) |
0,024 |
Escala de Frail |
0 (0-2) |
2,5 (1-3) |
0,001 |
Índice de Charlson |
5 (3-7) |
6 (5-8) |
0,001 |
Características ecocardiográficas |
|||
Vegetaciones |
118 (70,2) |
26 (63,4) |
0,397 |
Diámetro de las vegetaciones (mm) |
11 (7-15) |
12 (8-17) |
0,375 |
Complicaciones perianulares |
75 (44,4) |
8 (19,5) |
0,003 |
Abscesos |
64 (38,1) |
7 (17,1) |
0,011 |
Diámetro de los abscesos (mm) |
15 (9-22) |
6 (5-8) |
0,002 |
Pseudoaneurisma |
18 (10,8) |
2 (4,9) |
0,251 |
Diámetro de los pseudoaneurismas (mm) |
15 (10-27) |
6,8 (3,5-10) |
0,112 |
Insuficiencia intraprotésica |
0,810 |
||
Ligera |
30 (18,0) |
5 (12,2) |
|
Moderada |
17 (10,2) |
5 (12,2) |
|
Grave |
10 (6,0) |
2 (4,9) |
|
Insuficiencia periprotésica |
0,248 |
||
Ligera |
8 (4,8) |
5 (12,2) |
|
Moderada |
17 (10,2) |
6 (14,6) |
|
Grave |
17 (10,2) |
3 (7,3) |
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EI: endocarditis infecciosa; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; ERC: enfermedad renal crónica; IMC: índice de masa corporal; SVA: sustitución valvular aórtica quirúrgica; TAVI: implante percutáneo de válvula aórtica. |
Conclusiones: Los pacientes con EI-TAVI presentaron mayor incidencia de EI precoz. El perfil microbiológico de ambas entidades fue similar. Las EI-SVA tuvieron más complicaciones perianulares, y más frecuentemente se sometieron a cirugía. Sin embargo, la mortalidad durante el ingreso y el seguimiento fue similar en ambos grupos.