Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Vicepresidente de la SEC
Comités ejecutivo, organizador y científico
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: La endocarditis infecciosa (EI) es una patología grave que conlleva importantes tasas de complicaciones y de mortalidad. Por otra parte, el implante de dispositivos eléctricos (marcapasos, DAI y TRC) (EI-DE) ha ido aumentando en los últimos años, siendo unos de sus principales eventos adversos las infecciones asociadas a la técnica. Nuestro objetivo principal fue analizar el perfil clínico diferencial de la EI-DE con respecto al del resto de las formas de EI según se asociase a dispositivos eléctricos, así como su impacto pronóstico.
Métodos: Estudio prospectivo de una cohorte de pacientes diagnosticados de EI en nuestro centro desde 1987 hasta 2022. Se realizó un análisis comparativo entre pacientes con EI-DE y el resto de las EI. Se analizaron variables clínicas, microbiológicas, ecocardiográficas y terapéuticas, evaluándose el impacto pronóstico en términos de mortalidad hospitalaria.
Resultados: Entre 1987 y 2022 se diagnosticaron en nuestro centro 569 casos de EI, de los cuales 29 (5,1%) fueron EI-DE. La edad media fue mayor en las EI-DE (65,1 ± 12,9 vs 55,7 ± 18,7 años; p = 0,011), con predominio de sexo masculino en ambos grupos (67,5% de manera global). Los pacientes con EI-DE 2 presentaron mayor proporción de infecciones por S. aureus (48,3 vs 19,7%; p < 0,001) y estafilococos coagulasa-negativo (34,5 vs 15,6%p < 0,001); de endocarditis nosohusiales (56,5 vs 20,9%; p < 0,001); y de cardiopatía subyacente (89,7 vs 67,3%; p = 0,012). Por otro lado, estos pacientes sufrieron mayor proporción de afectación de válvula tricúspide (81,8 vs 18,2%; p < 0,001). La incidencia de complicaciones cardiacas graves fue significativamente menor en el grupo de EI-DE (25,7 vs 51,5%; p = 0,003), al igual que la de complicaciones neurológicas (2,9 vs 17,2%; p = 0,029). En el 75,9% de los casos se precisó retirada del cable del dispositivo, por lo que globalmente la tasa de cirugía fue más alta en las EI-DE (75,9 vs 52,7%; p = 0,015). La mortalidad hospitalaria fue similar en ambos grupos (20,7% en las EI-DE y 26,5% en el resto; NS).
Conclusiones: La EI-DE representó un 5% de todas las EI en nuestro centro entre 1987 y 2022, presentando unas características clínicas diferentes (mayor edad, predominio de estafilococos y de afectación derecha, menor incidencia de complicaciones cardiacas), pero una mortalidad similar a la del resto de EI.