Introducción: La implantación de válvula aórtica percutánea (TAVI) puede inducir defectos severos de la conducción auriculoventricular en un 20-30% de los pacientes. La estimulación permanente del ventrículo derecho (VD) afecta al remodelado del ventrículo izquierdo (VI) así como a la evolución clínica de estos pacientes. Analizamos la influencia de la estimulación permanente del VD en la evolución clínica de pacientes tras TAVI.
Métodos: De abril de 2008 y diciembre de 2011, 153 pacientes con estenosis aórtica grave se trataron con prótesis CoreValve. 5 pacientes con marcapasos previo fueron excluidos del análisis; 120 pacientes (81%) no desarrollaron defectos significativos de la conducción (grupo 1), y 28 (19%) presentaron bloqueo AV completo en las primeras 72 horas tras el procedimiento por lo que se les implantó un marcapasos definitivo (grupo 2). El seguimiento fue de 16 ± 12 meses. Se definieron eventos mayores la muerte por cualquier causa, el ictus y el reingreso por insuficiencia cardíaca congestiva (ICC).
Resultados: La edad media fue 78 ± 5 años. No hubo diferencias entre los grupos en los datos clínicos basales, hemodinámicos ni angiográficos. Los varones (27% vs 13%; p < 0,05) y aquellos con bloqueo de rama derecha previo (66% vs 11%; p < 0,05) necesitaron marcapasos permanente con mayor frecuencia. Ambos grupos recibieron tratamiento similar, sin diferencias respecto al tamaño de válvula, profundidad en el tracto de salida del VI o necesidad de posdilatación. El procedimiento fue exitoso en 107 pacientes (89%) en el grupo 1 y en 25 pacientes (89%) en el grupo 2 (p = ns). Hubo 9 muertes intrahospitalarias (7,5%) en el grupo 1, vs 2 (7,1%) en el grupo 2 (p = ns). Hubo 8 muertes en el seguimiento (7%) en el grupo 1 vs 4 (15%) en el grupo 2 (p = ns). La incidencia de ictus fue 3,3% (4 pacientes) en el grupo 1 vs 3,6% (1 paciente) en el grupo 2 (p = ns). La tasa de reingresos por ICC fue 5,8% (7 pacientes) en el grupo 1 vs 10,7% (3 pacientes) en el grupo 2 (p = ns). La supervivencia libre de eventos mayores a 2 años fue 69% en el grupo 1 vs 63% en el grupo 2 (p = ns).
Conclusiones: A pesar de los efectos adversos que la estimulación permanente de VD tiene sobre el remodelado del VI, la evolución clínica de estos pacientes es similar a la de aquellos que mantienen intacta la conducción AV tras la TAVI.