Introducción: El tratamiento quimioterápico se asocia al desarrollo de cardiotoxicidad. Habitualmente la disfunción ventricular está establecida al diagnóstico, ya que los métodos convencionales no permiten su detección precoz. Las nuevas técnicas ecocardiográficas son capaces de determinar parámetros de función de ventrículo izquierdo (VI) que pueden resultar más precoces que la fracción de eyección (FE) para la detección de cardiotoxicidad.
Objetivos: Analizar la utilidad de las técnicas de deformación miocárdica (strain) en el diagnóstico precoz de disfunción VI en pacientes bajo tratamiento con fármacos antineoplásicos.
Métodos: El protocolo GECAME es un registro multidisciplinar de nuestro centro que incluye de forma consecutiva pacientes bajo tratamiento quimioterápico con potencial cardiotoxicidad. Se analizaron los ecocardiogramas transtorácicos (ETT) basal y a los 6 meses de tratamiento realizados a los 24 pacientes del protocolo que cumplían este periodo de seguimiento (agosto 2011-mayo 2012). Los estudios fueron realizados con el equipo Philips iE33. En todos ellos se recogieron tanto los diámetros y volúmenes ventriculares, como los parámetros de función sistólica (FE Simpson biplano; MAPSE) y diastólica (onda E y A llenado mitral; onda E' Doppler tisular anillo mitral lateral y medial) de VI. Así mismo, se adquirieron imágenes bidimensionales optimizadas de VI para el análisis del strain longitudinal global (SLG) con el software QLAB de Philips.
Resultados: Se observó un aumento del volumen telediastólico de VI de 78,9 a 96,1 ml (p = 0,01) y una reducción significativa del MAPSE de 17,45 a 15,45 mm (p = 0,04). La FE media pasó de 65,3% a 59,6% (p = 0,005), manteniéndose dentro de los límites de la normalidad. En 16 de los 24 pacientes, con ventana acústica adecuada, se realizó el análisis de deformación, tomando como punto de corte normal un SLG de -20%. Se detectó un deterioro del SLG en el 87,5% de ellos, pasando el SLG medio de -20,1% a -17,4% (p < 0,001). No existieron diferencias significativas en el resto de parámetros analizados.
Conclusiones: En pacientes sometidos a tratamiento con fármacos cardiotóxicos, las técnicas de deformación miocárdica permiten la detección precoz de disfunción VI silente, que pasa desapercibida con las técnicas ecocardiográficas habituales y que puede tener importantes implicaciones terapéuticas y pronósticas.