Antecedentes: La eficacia demostrada por el desfibrilador automático (DAI) en la prevención primaria de la muerte súbita (PPMS) en grupos de riesgo ha motivado que exista amplio consenso en las guías de práctica clínica (GPC). Desde 2005-2006 se recomienda implantar un DAI en pacientes (pt) con FEVI = 35% e insuficiencia cardiaca (IC) en clase funcional (CF) II-III, con exclusión de aquellos con infarto de miocardio en los últimos 40 días.
Objetivos: Conocer el grado de adecuación a las GPC en una serie amplia y reciente de pt de nuestro medio, y estudiar las variables clínicas asociadas a su incumplimiento.
Métodos: Se realizó un análisis del registro REDINSCOR (Red Nacional de Insuficiencia Cardiaca), que integra 24 centros pertenecientes a 8 autonomías españolas, de pt con IC y recoge múltiples variables en situación basal y en el seguimiento. De los pt con indicación de DAI según las GPC, se comparó el subgrupo que realmente eran portadores de DAI con los que no lo habían recibido.
Resultados: Entre 2007 y 2010 se incluyeron 2011 pt en el registro, de los que 1022 (51%) tenían indicación de DAI para PPMS según las GPC. De ellos, 296 (29%) eran portadores de DAI. La tabla compara las características entre ambos grupos y muestra los predictores independientes de implante de DAI. Por otro lado, otros 104 pt de los 989 sin indicación por PPMS (10,5%) habían recibido un DAI por otra causa. La causa principal fue sincope. Tabla a pie de página.
Conclusiones: En la práctica diaria, un 71% de los pt con indicación de DAI según GPC no lo reciben. Los pt en los que no se implantó un DAI en PPMS, a pesar de tener indicación, eran los de mayor edad y menor gravedad de su cardiopatía.