Antecedentes y objetivos: Las variaciones genéticas (mutaciones o polimorfismos) que alteren la función de los factores de transcripción que actúan en la regulación de la fisiología vascular, pueden contribuir al desarrollo y progresión de lesiones ateroscleróticas, modificando por tanto el riesgo de desarrollar síndromes coronarios agudos. La familia GATA ha sido implicada en el proceso aterosclerótico y por eso constituye una candidata a estudio.
Métodos: Se estudió la progresión angiográfica de la enfermedad coronaria en 147 pacientes con diagnóstico de angina crónica estable a los que se les realizó una coronariografía diagnóstica y otra en el momento de la angioplastia. Los angiogramas fueron cuantificados por dos observadores independientes y se definió la progresión de la enfermedad según criterios aceptados. Se analizaron todos los exones de los genes GATA-2, -4 y -6 mediante SSCA y secuenciación.
Resultados: La edad media de nuestra población fue de 65,9 años (entre 43 y 84) y el tiempo medio entre angiografías de 233 días (entre 36 y 926). El 69 % eran hombres, 54 % hipertensos, 38 % dislipémicos, 35 % fumadores y un 27 % se definieron como progresores. Además, se recogieron los tratamientos a los que fueron sometidos durante la espera. Se detectaron 8 polimorfismos en GATA-2 además de dos variantes no descritas, en la región 5′UTR. En GATA-4 sólo se detectó un polimorfismo pero en GATA-6 se detectó un polimorfismo y 6 variantes no descritas: 2 en regiones reguladoras y 4 en la región codificante.
Conclusiones: No se encontró una asociación significativa entre los polimorfismos encontrados y la progresión de la placa, pero la presencia de variantes raras sí podría correlacionarse con la presencia de placa aterosclerótica, a falta de confirmación en una población control sin enfermedad aterosclerótica.