Antecedentes y objetivos: El objetivo de este estudio es valorar el impacto de la curva de aprendizaje en las indicaciones de la ecocardiografía transesofágica en el curso de la implantación de la prótesis aórtica percutánea CoreValve.
Métodos: Desde abril 2008 hasta enero 2010 hemos tratado 53 pacientes con estenosis aórtica severa sintomática con una prótesis aórtica percutánea CoreValve. Durante el procedimiento se realizó un ecocardiograma transesofágico con varias finalidades: antes de la implantación si había discrepancia en las medidas del anillo aórtico entre las técnicas diagnósticas utilizadas en la valoración previa o bien durante el procedimiento si aparecía una complicación, considerando complicación grave aquella en la que aparecía inestabilidad hemodinámica. Los pacientes fueron divididos en dos grupos según la curva de aprendizaje (los primeros 25 pacientes realizados bajo tutela y el resto sin ella).
Resultados: Se realizaron 35 ecocardiografías transesofágicas en 28 pacientes (53 %). En 15 casos la indicación fue para decidir finalmente el tamaño de la prótesis y en otros 20 casos se realizó debido a una complicación surgida durante el procedimiento (considerándose severa en 8 casos). El número de ecocardiogramas transesofágicos intraprocedimiento fue similar en ambos grupos de la curva de aprendizaje, pero la proporción de los estudios indicados por complicaciones graves fue significativamente menor después de superar la curva de aprendizaje. No hubo complicaciones en el resto de pacientes de la serie.
Conclusiones: En nuestra experiencia, la ecocardiografía transesofágica no es imprescindible sistemáticamente, aunque sí muy útil durante la implantación de Prótesis aórtica percutánea CoreValve. Después de superar la curva de aprendizaje, su indicación debido a las complicaciones graves durante el procedimiento disminuye de manera significativa.