La diabetes mellitus (DM) sigue siendo una de las primeras causas de enfermedad cardiovascular y complicaciones invalidantes que ponen en peligro la vida del paciente. Por lo tanto, las estrategias de tratamiento efectivas tienen una importancia evidente. En ensayos clínicos recientes en pacientes ancianos, no se ha demostrado un efecto beneficioso del tratamiento hipoglucemiante intensivo por lo que respecta a los eventos cardiovasculares1,2. La American Diabetes Association y la European Association for the Study of Diabetes han destacado la necesidad de establecer unos objetivos glucémicos individualizados en función de la edad, los trastornos coexistentes y el tiempo transcurrido desde el diagnóstico3. Las recomendaciones realizadas van desde un objetivo estricto del valor de la hemoglobina glucosilada (HbA1c) (< 6-6,5%) para pacientes seleccionados (sin una enfermedad cardiovascular manifiesta, con menos tiempo de evolución de la DM y esperanza de vida larga) hasta objetivos menos estrictos de HbA1c (< 7,5-8%) para pacientes con antecedentes de hipoglucemia grave, corta esperanza de vida y complicaciones graves3.
Este artículo es el primero en que se describe la consecución de unos objetivos de glucemia individualizados en pacientes diabéticos en España. Además, comparamos nuestros resultados con los recientemente presentados en la población diabética de Estados Unidos4.
Los datos españoles se obtuvieron del estudio ENRICA, cuya metodología se ha descrito en otra publicación5,6. De forma resumida, se realizó un estudio transversal desde 2008 hasta 2010 en 12.948 individuos representativos de la población española de edad ≥ 18 años. Para determinar la consecución de los objetivos de glucemia, los análisis se limitaron a los 661 pacientes que sabían que padecían el trastorno. La DM se definió como glucosa sérica tras 12 h en ayunas ≥ 126mg/dl o HbA1c ≥ 6,5% o estar en tratamiento con fármacos antidiabéticos orales o insulina5. No se pudo diferenciar entre DM tipo 1 y tipo 2, pero es probable que, como en otros muchos países desarrollados, la mayoría de los pacientes tuvieran DM2. Los pacientes diabéticos diagnosticados en Estados Unidos eran 1.444 adultos que declararon haber sido diagnosticados de DM por un profesional de la salud, según el estudio NHANES llevado a cabo entre 2007 y 20104. En ambos estudios se utilizaron métodos de obtención de datos y técnicas de muestreo similares para garantizar la representatividad de las muestras de población. Las complicaciones de la DM se definieron como enfermedad cardiovascular o retinopatía referidas por el propio paciente o una determinación de la razón albúmina:creatinina ≥ 30mg/dl. Los datos de España no incluyeron la retinopatía, ya que no se dispuso de esta información en el estudio ENRICA. Todos los datos de Estados Unidos se tomaron de Ali et al4, tal como aparecen en la publicación. Se utilizó la prueba de la χ2 para comparar el porcentaje de obtención del objetivo de glucemia individualizado en las dos muestras de población. La significación estadística se estableció en un valor bilateral de p < 0,05. Los análisis se realizaron con el programa estadístico EPIDAT v.3.1.
Entre los pacientes diabéticos españoles, había mayor frecuencia de varones (58,3%) con un nivel de estudios bajo (el 57,7% no tenía estudios secundarios); casi la mitad de ellos habían sido diagnosticados de DM menos de 5 años antes, y solo unos pocos (20%) recibieron tratamiento insulínico; mientras que estos pacientes tenían una baja frecuencia de lesión renal (23,6%) y un control razonablemente bueno de la glucemia (70,9%), tan solo una quinta y una tercera parte alcanzaban los objetivos de presión arterial y colesterol de lipoproteínas de baja densidad respectivamente (tabla 1). Al individualizar los objetivos de glucemia (tabla 2), solo los sujetos de más de 45 años mostraron tasas de control similares a las de los criterios estándares (HbA1c < 7%). En los individuos de menos edad, los resultados no fueron consistentes debido al bajo tamaño muestral.
Características de los pacientes diabéticos diagnosticados en España y Estados Unidos
ENRICA 2008-2010, % (n = 661) | NHANES 2007-2010*, % (n = 1.444) | |
Edad (años) | ||
18-44 | 7,2 | 13,0 |
45-64 | 37,0 | 46,2 |
≥ 65 | 55,7 | 40,8 |
Media | 64,4 | 59,8 |
Mujeres | 41,7 | 50,8 |
Nivel de estudios | ||
< Secundarios | 57,7 | 31,4 |
Secundarios | 24,9 | 23,4 |
Universidad | 17,4 | 45,3 |
Tiempo tras el diagnóstico de diabetes mellitus | ||
0-< 5 años | 47,1 | 34,1 |
5-< 15 años | 35,8 | 39,4 |
≥ 15 años | 17,1 | 26,5 |
Tratamiento | ||
Insulina | 20,1 | 30,3 |
Cualquier medicación antidiabética | 84,8 | 89,0 |
Factores de estilo de vida | ||
Tabaquismo | 15,4 | 22,3 |
Índice de masa corporal, kg/m2 | ||
< 25 | 13,2 | 13,0 |
25-29,9 | 40,1 | 24,0 |
≥ 30 | 46,7 | 63,0 |
Factores biológicos | ||
HbA1c | ||
< 7% | 70,9 | 52,2 |
< 8% | 87,8 | 79,1 |
> 9% | 5,6 | 12,6 |
Presión arterial < 130/80 mmHg | 21,9 | 51,3 |
cLDL < 100 mg/dl | 35,6 | 56,8 |
A/C < 30 mg/g | 76,4 | 69,8 |
A/C: razón albúmina/creatinina en orina; cLDL: colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad; HbA1c: hemoglobina glusosilada.
Consecución de los objetivos de glucemia individualizados en los pacientes diabéticos diagnosticados en España y Estados Unidos
Edad y complicaciones | Objetivo de HbA1c (%) | Objetivo de ENRICA 2008-2010 alcanzado, % (IC95%) | Objetivo de NHANES 2007-2010a alcanzado, % (IC95%) |
18-44 años sin complicaciones | ≤ 6,5 | 39,5 (24,0-55,0)b | 55,4 (40,9-68,9) |
18-44 años con complicaciones | ≤ 7 | 50,0 (10,0-90,0)b | 28,2 (15,7-45,3) |
45-64 años sin complicaciones | ≤ 7 | 77,6 (71,7-83,5) | 59,6 (51,6-67,1)c |
45-64 años con complicaciones | ≤ 8 | 80,0 (68,9-91,1) | 70,9 (64,8-76,3) |
≥ 65 años sin complicaciones | ≤ 7 | 78,5 (73,5-83,5) | 65,2 (57,6-72,0)c |
≤ 7,5 | 87,5 (83,5-91,5) | 81,1 (76,3-85,1) | |
≥ 65 años con complicaciones | ≤ 8 | 84,3 (77,2-91,4) | 84,3 (79,9-87,8) |
Todos los adultos de edad ≥ 18 años | ≤ 7 | 74,1 (70,7-77,5) | 66,6 (62,2-70,6)c |
≤ 7,5 | 82,0 (79,0-85,0) | 69,1 (64,9-73,0)c |
HbA1c: hemoglobina glucosilada; IC95%: intervalo de confianza del 95%.
Las complicaciones se definieron por la presencia de diagnósticos de enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, enfermedad coronaria o ictus) o retinopatía referidos por el propio paciente o por un valor de la razón albúmina/creatinina ≥ 30mg/g (los datos de España no incluían la retinopatía, ya que no se dispuso de esta información).
En comparación con los pacientes diabéticos de Estados Unidos (tabla 1), los españoles eran de más edad (media, 64,4 frente a 59,8 años), eran fumadores con menor frecuencia (el 15,4 frente al 22,3%) y tenían obesidad con menor frecuencia (el 46,7 frente al 63,0%) y menos tiempo de evolución de la DM (≥ 15 años, el 17,1 frente al 26,5%). Estos resultados podrían deberse a la prevalencia de obesidad tradicionalmente inferior en España. Aunque los porcentajes de diabéticos españoles que alcanzaron los objetivos de presión arterial y colesterol de lipoproteínas de baja densidad fueron inferiores a los de Estados Unidos (el 21,9 y el 51,3% y el 35,6 y el 56,8% respectivamente), nuestra población mostró menor frecuencia de lesión renal (el 23,6 frente al 30,2%) y mejor control de la glucemia (el 70,9 frente al 52,2%). Ambos resultados pueden explicarse por el ya mencionado menor tiempo desde el diagnóstico, que podría explicar también el menor uso de insulina en los pacientes diabéticos españoles (el 20,1 frente al 30,3%). Sin embargo, cuando se comparan los objetivos de glucemia individualizados (tabla 2), el mejor control en España solo se evidenció (p < 0,05) en los pacientes de más de 45 años sin complicaciones diabéticas. Serán necesarios otros métodos para determinar si esta observación se debió a un menor tiempo de evolución de la DM o simplemente a los tamaños muestrales pequeños.
En conclusión, el control de la glucemia en los pacientes diabéticos españoles es razonablemente bueno cuando se utilizan objetivos individualizados. Sin embargo, esto no debe ser motivo de complacencia, puesto que estos resultados podrían explicarse por un menor tiempo de evolución de la enfermedad en nuestra población diabética.
FINANCIACIÓNEl estudio ENRICA está financiado por Sanofi-Aventis. Se obtuvo financiación adicional de la Cátedra UAM de Epidemiología y Control del Riesgo Cardiovascular. El estudio ENRICA está dirigido por un comité directivo académico independiente.