Sra. Editora:
Hemos leído con interés la carta al editor publicada recientemente en su revista por Sánchez-Brotons et al con el título «Cor triatriatum dexter (CTD) en la edad adulta». Los autores diagnostican esta entidad de forma casual en 2 pacientes con edad avanzada, presentan las imágenes ecográficas y finalmente recalcan que es necesario ser cautelosos en el diagnóstico, ya que una válvula de Eustaquio y/o de Tebesio prominente puede semejarse a un verdadero CTD1.
Nos gustaría enfatizar esta afirmación añadiendo varias ideas. En nuestro grupo seríamos muy reacios a diagnosticar un CTD si este no es obstructivo, puesto que a día de hoy no existe una definición exacta: que la explicación embriológica del CTD sea la misma que la de la formación normal de la válvula de Eustaquio y la de Tebesio (persistencia de la válvula derecha del seno venoso) hace imposible distinguir entre las variantes del espectro normal y una alteración definitiva del desarrollo embrionario2. Por esta razón creemos que, aunque el término CTD parece muy apropiado desde un punto de vista descriptivo, no lo es tanto desde un punto de vista conceptual. Por el contrario, el más común equivalente cor triatriatum sinister sí que conceptualmente se corresponde con una malformación claramente diferenciada de la anatomía normal de la aurícula izquierda, aunque es verdad que su embriología sigue siendo a día de hoy no más que una hipótesis (estenosis de la incorporación de la vena pulmonar común)3.
Por otra parte, en el feto y a edades tempranas es excepcional encontrar un CTD obstructivo sin anomalías asociadas, y en nuestra experiencia también es excepcional encontrarlo junto a malformaciones que afectan al lado derecho del corazón. Esa percepción se corrobora con la escasa descripción de esta entidad, limitada a unos pocos casos publicados en la literatura4-6. Además, en la edad adulta los casos publicados se limitan a CTD no obstructivos y de descripción insuficiente7.
Por estas razones creemos que no debería tener demasiada importancia poner una etiqueta al espectro de remanentes de la válvula derecha del seno venoso y debe ser suficiente con el análisis funcional que descarta obstrucción del flujo a dicho nivel. La realidad es que en nuestra actividad diaria y apoyados por la literatura es muy frecuente encontrar una red de Chiari, una válvula de Eustaquio o una válvula de Tebesio prominentes que parecen un CTD; incluso a veces se encuentran aceleraciones de flujo no significativas en esas regiones sin ningún tipo de repercusión8.
Como conclusión, queremos advertir, al igual que hacen Sánchez-Brotons et al1, de que los hallazgos de remanentes de la válvula derecha del seno venoso son frecuentes en la población sana y no bastan para diagnosticar un CTD. En nuestra opinión es necesario añadir que debemos ser escépticos a la hora de hacer este diagnóstico en adultos y sobre todo cuando no se evidencia obstrucción significativa al flujo venoso.