Sra. Editora:
Las fístulas coronarias son una rara anomalía coronaria congénita. Aunque en muchas ocasiones son pequeñas y se diagnostican casualmente, en otras pueden causar una gran variedad de síntomas relacionados con isquemia miocárdica, incluso muerte súbita1.
Presentamos el caso de una mujer de 63 años con sobrepeso, tabaquismo e hipertensión arterial como factores de riesgo cardiovascular. La paciente refería clínica claramente anginosa con los esfuerzos moderados desde hacía varios años, aunque siempre se había etiquetado como de origen osteomuscular. Consultó en urgencias tras episodio más prolongado de lo habitual que había aparecido en reposo tras una discusión familiar. El electrocardiograma no mostró alteraciones, y las enzimas miocárdicas seriadas y la ecocardiografía basal eran normales. La ergometría que se realizó al día siguiente fue no concluyente, con ligera clínica anginosa en el inicio del tercer estadio de Bruce, pero sin alcanzar la frecuencia cardiaca máxima (FCM). Las derivaciones V5-V6 sí mostraron una tendencia al descenso del ST que no llegó a alcanzar la significación. Ante este resultado, se realizó una ecocardiografía de estrés con dobutamina. Al alcanzar los 135 lpm, la paciente presentó los mismos síntomas anginosos acompañados de descenso del ST en precordiales V4-V5, I y aVL, así como acinesia de todos los segmentos apicales e inferior medio. Se interrumpió la prueba y en la analítica a las 6 h se detectó una troponina T pico de 0,25 ng/ml.
La coronariografía mostró ausencia de lesiones ateroscleróticas significativas. De los segmentos proximal y medio de la arteria descendente anterior, surgía una doble fístula coronaria que drenaba al ventrículo derecho (Figura 1A). La coronaria derecha, hipodesarrollada, presentaba asimismo una fístula coronaria que también drenaba al ventrículo derecho (Figura 1C). Se ocluyó ambos trayectos fistulosos mediante acceso radial y liberación de un total de diez dispositivos tipo coil (Figura 1B y D), con buen resultado final y sin complicaciones.
Figura 1. A: doble fístula en arteria descendente anterior hacia el ventrículo derecho. B y D: cierre de ambos trayectos fistulosos mediante implante de dispositivos tipo coil. C: fístula en coronaria derecha que también drena al ventrículo derecho.
En la revisión clínica realizada a las 8 semanas, la paciente refería una clara mejoría de su clase funcional, sin haber vuelto a presentar clínica anginosa y sin estar recibiendo tratamiento farmacológico antianginoso alguno, únicamente 100 mg/día de losartán que llevaba tomando más de 6 años como tratamiento de su hipertensión arterial. Se le realizó una ergometría de control, en la que completó el tercer estadio de Bruce y alcanzó el 96% de su FCM, sin alteraciones eléctricas ni clínicas. En una segunda ecocardiografía de estrés, la paciente alcanzó la FCM en el estadio máximo de 40μg/kg/min sin presentar alteraciones eléctricas ni ecocardiográficas.
Una fístula coronaria congénita es una comunicación anormal entre una arteria coronaria epicárdica y alguna cámara cardiaca o estructura vascular situada cerca del corazón: el 40% al ventrículo derecho, el 25% a la aurícula derecha, un 15-20% a la arteria pulmonar y un 7% al seno coronario1. Se observa aproximadamente en un 0,1-0,15% de las coronariografías y afecta más frecuentemente a la arteria coronaria derecha (60%)1, 2, 3. En la mayoría de las ocasiones constituyen un hallazgo casual, sin síntomas identificables asociados, pero cuando el shunt es significativo aparecen síntomas, fundamentalmente isquemia de grado variable e insuficiencia cardiaca2.
Las fístulas coronarias dobles, que afectan a ambos territorios coronarios, son extremadamente raras (el 5% del total) y presentan con mayor frecuencia fenómenos de isquemia coronaria secundaria a un shunt izquierda-derecha significativo con fenómeno de «robo coronario»4. El abordaje percutáneo mediante liberación de coils es el método electivo en la actualidad, menos invasivo y con una estancia hospitalaria más corta2. En nuestro caso permitió el control de la clínica, con demostrada ausencia de isquemia inducible en el seguimiento. El cierre quirúrgico se reserva en la actualidad para fístulas múltiples de gran tamaño, generalmente diagnosticadas ya en la edad infantil2, y con diversas consideraciones técnicas que tener en cuenta3.
Autor para correspondencia: niemed21@hotmail.com