A la unidad de trasplante cardiaco fue remitida una paciente de 54 años para valoración clínica con el diagnóstico de miocardiopatía hipertrófica apical. En su historia cardiovascular previa constaban hipertensión arterial y dos ingresos previos en insuficiencia cardiaca. En la anamnesis, destacaba un cuadro de insuficiencia hepática e hipereosinofilia tras la ingestión de berros hacía 15 años. Con posterioridad, las pruebas de imagen, y en primer lugar la ecocardiografía transtorácica con contraste (fig. 1), pusieron de manifiesto la obliteración medioapical del ventrículo izquierdo, que también se observó en las secuencias dinámicas de cardiorresonancia magnética (cardio-RM) de 4 cámaras (fig. 2) y de 2 cámaras (fig. 3A), respectivamente. En dicho estudio, y tras el paso tardío de contraste paramagnético, gadolinio, con la secuencia de realce tardío se puso de manifiesto el realce subendocárdico, la fibrosis endomiocárdica (fig. 3B) que confirmaba el diagnóstico de enfermedad de Loeffler. La paciente permaneció estable desde el punto de vista cardiovascular tras iniciar un tratamiento convencional, con un estrecho seguimiento clínico en la consulta y pruebas de imagen evolutivas (ecocardiografía transtorácica y cardio-RM).
Fig. 1.
Fig. 2.
Fig. 3A.
Fig. 3B.