Sra. Editora:
Hemos leído con gran interés los comentarios que han realizado Wojcik et al sobre nuestra reciente publicación.
Efectivamente, en 1964, Morris et al1 describieron, por primera vez, la presencia de la fuerza terminal en V1 en pacientes afectos de una valvulopatía izquierda. Más tarde, Robitaille et al2 demostró la existencia de mayores fuerzas terminales negativas en V1 en un grupo de enfermos con antecedentes de fibrilación auricular (FA) sin cardiopatía estructural. Recientemente, Ogawa et al3 primero y Janin et al4 más tarde encuentran que con frecuencia desaparece la deflexión terminal negativa de la onda P en V1 (DTNV1) tras el aislamiento de las venas pulmonares en procedimientos de ablación.
No era nuestro objetivo analizar los mecanismos implicados en la presencia de un DTVN1 tras una cardioversión de FA. Sin duda responde a modificaciones en el patrón de activación eléctrica de la aurícula izquierda. En todo caso, en ninguno de esos trabajos se hace referencia a las implicaciones pronósticas de la DTNV1, tal y como reconocen Janin et al4. Pues bien, nuestro grupo ha demostrado que la DTNV1 (expresión muy probable de una forma más avanzada de afección de la aurícula izquierda) es un marcador independiente de recurrencia de FA5.
Compartimos con Wojcik et al, firmemente, la necesidad de recordar y, si es preciso, revisitar las enseñanzas de los antiguos maestros, evitando que caigan en el desván de la desmemoria. Si, además, se realizan aportaciones originales, mejor. Tal es el objetivo de la investigación científica: apoyarse en los conocimientos previos y aportar hallazgos que, aunque modestos como los nuestros, puedan resultar novedosos.
Autor para correspondencia: jimenezcandil@secardiologia.es