En prevención secundaria cardiovascular, el grado de control de los factores de riesgo cardiovascular es deficiente en los países europeos y la falta de adherencia terapéutica parece ser uno de los factores causales. La buena adherencia se asocia a un 20% de disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular y un 38% de disminución de mortalidad por cualquier causa. Los pacientes con mala adherencia multiplican por 3 el riesgo de mortalidad. Sin embargo, la adherencia a los fármacos preventivos (ácido acetilsalicílico, bloqueadores beta, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina, estatinas, etc.) ronda el 50% 1 año después del alta hospitalaria. La Organización Mundial de la Salud define adherencia terapéutica como el grado en que el comportamiento de una persona, con respecto a tomar la medicación o seguir una recomendación dietética o de cambio de estilo de vida, concuerda con las prescripciones del profesional sanitario consensuadas con el paciente. No existe un método ideal para medir la adherencia, pero se recomienda para la práctica clínica la pregunta de Haynes-Sackett y el cuestionario de Morisky-Green de ocho ítems. No obstante, el patrón de referencia sigue siendo el recuento de comprimidos, y se considera buena adherencia el consumo de más del 80% de la prescripción. Mejorar la comunicación entre médicos y pacientes, facilitar la continuidad asistencial mediante la colaboración con atención primaria, involucrar a otros profesionales sanitarios (farmacéuticos) y el desarrollo de terapias combinadas a dosis fijas, como la polypill, son estrategias que pueden mejorar la adherencia terapéutica y el grado de control y reducir los costes sanitarios.
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ARA-II antagonistas del receptor de la angiotensina II cardiovascular infarto agudo de miocardio inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina Organización Mundial de la Salud
La mortalidad por infarto agudo de miocardio (IAM) tiende a disminuir en los países desarrollados. Sin embargo, al comparar la evolución de mortalidad por IAM entre España y Estados Unidos, se observa que la disminución es más marcada en el segundo y, aunque era muy superior a la española en los años noventa, actualmente se han igualado1. Entre las causas de la reducción de la mortalidad coronaria destacan tanto el tratamiento del episodio agudo y el control de los factores de riesgo cardiovascular (CV) como el tabaquismo, la presión arterial, la glucemia, el colesterol, la obesidad o el sedentarismo2,3. En cuanto a este último aspecto, las guías clínicas definen objetivos de control de estos factores que, de alcanzarse, permitirían una mejor prevención de los eventos CV4,5. Pero los resultados publicados recientemente demuestran que son claramente mejorables: así se desprende de los resultados del EUROASPIRE, un estudio que ha revisado a 7.998 pacientes (el 24% mujeres) de 78 centros de 24 países europeos. A los 6 meses del alta hospitalaria tras un episodio de cardiopatía isquémica, solo el 54% de los pacientes presentaban buen control de la presión arterial (< 140/90 mmHg; < 140/80 mmHg en diabetes mellitus), a pesar de que el 83% tomaba bloqueadores beta y el 75%, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), y solo el 19% presentaba buen control del colesterol (colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad [cLDL] < 1,8 mmol/dl) a pesar de que el 86% de los pacientes tomaban estatinas. En cuanto a las medidas no farmacológicas, el 60% no realizaba actividad física regular y casi la mitad (49%) de los fumadores en el momento del evento seguían fumando. El 38% eran obesos (índice de masa corporal [IMC] ≥ 30) y el 58% tenía obesidad central (perímetro abdominal > 102 cm en varones y > 88 cm en mujeres). Por lo tanto, en los países europeos, una amplia mayoría de los pacientes en prevención secundaria no alcanzan los objetivos establecidos por las guías clínicas a pesar de los grandes avances producidos en la terapia farmacológica y de conocer bien sus beneficios en prevención secundaria6.
Falta de adherencia en prevención secundaria cardiovascularLa falta de adherencia terapéutica puede ser una de las principales causas de ese deficitario control de los factores de riesgo. Así, en un estudio realizado en 6.434 pacientes7, a los 12 meses del alta tras un IAM, la tasa de persistencia de la medicación recomendada fue inferior al 62%, y fue menor en los pacientes en mayor riesgo de muerte que en los de menor riesgo (el 45,9 frente al 61,5%). Es decir, casi el 40% de los pacientes no seguían la medicación recomendada a los 12 meses del alta y en los pacientes de mayor riesgo la proporción subía a más del 50%. Uno de los estudios más importantes publicados recientemente, un metanálisis8 sobre 20 estudios que incluyó a 376.162 pacientes tanto en prevención primaria como en prevención secundaria, utilizó la visita a la farmacia para la continuidad del tratamiento como método de medición de la adherencia. Se analizaron siete grupos terapéuticos: ácido acetilsalicílico (AAS), diuréticos tiacídicos, bloqueadores beta, IECA, antagonistas del receptor de la angiotensina II (ARA-II), antagonistas del calcio y estatinas. La adherencia media obtenida fue del 57% (intervalo de confianza del 95% [IC95%], 50-64) tras un seguimiento de 24 meses, y fue un poco mejor en prevención secundaria que en prevención primaria (el 66 frente al 50%; p=0,012). Es decir, un tercio de los pacientes en prevención secundaria9 no renuevan la medicación CV preventiva a los 2 años del evento.
En la fase I del estudio FOCUS, que utilizó el cuestionario de Morisky-Green en más de 2.000 pacientes en prevención secundaria, el grado medio de adherencia terapéutica a un IECA, una estatina y AAS fue del 45,5%. En otro estudio en prevención secundaria10 que analizó una intervención de mejora en la adherencia, la situación basal fue que el 61,5% de los pacientes reconocían estar tomando la medicación (AAS, IECA, estatina y dos hipotensores) en su declaración de cumplimiento. En otro estudio europeo, el registro APTOR11, que comparó el seguimiento de las guías en 14 países 1 año tras el alta hospitalaria, los datos de España muestran que únicamente el 28% de los pacientes recibían tratamiento óptimo (AAS más tres o más de los siguientes: bloqueador beta, IECA/ARA-II, estatina, dieta o ejercicio). Otro estudio español12 sobre la persistencia del consumo de fármacos preventivos (AAS, bloqueadores beta, IECA y estatinas) tras un evento cardiovascular en 7.462 pacientes observó que, a los 9 meses del alta hospitalaria, un 18% de los pacientes no alcanzaban el 75% de días de persistencia en ninguno de los fármacos prescritos y el 47,6% no lo hizo en tres o más grupos terapéuticos. En otro estudio observacional prospectivo13, el 24% de los pacientes no cumplían el tratamiento 7 días después del alta tras un infarto de miocardio; en el primer mes posterior al alta hospitalaria, el 34% de los pacientes interrumpieron el tratamiento de al menos uno de los fármacos y el 12%, los tres. Otro metanálisis14, con 44 estudios que incluyeron a 1.978.919 participantes que padecieron 135.627 eventos CV y 94.126 muertes por cualquier causa, concluyó que la buena adherencia (toma de al menos el 80% de la medicación) se asoció a un 20% de disminución del riesgo de enfermedad CV y un 38% de disminución de la mortalidad por cualquier causa. Se atribuyó el 9,1% de todos los eventos a la falta de adherencia.
La OMS informa que la adherencia a largos tratamientos de enfermedades crónicas en los países desarrollados se sitúa en torno al 50%, aunque con amplias variaciones entre los estudios publicados15. Se observa que la adherencia suele ser mayor con los tratamientos de corta duración y al inicio de los tratamientos crónicos y que la adherencia es peor cuanto más largo es el tratamiento16. Considera la falta de adherencia terapéutica un problema de salud pública debido a su elevada prevalencia y a su relación tanto con peor control de la enfermedad e incremento del riesgo de morbimortalidad como con reducción de la calidad de vida de los pacientes e incremento del gasto sanitario17. Enfatiza que «aumentar la efectividad de las intervenciones sobre la adherencia terapéutica podría tener mayor impacto en la salud de la población que cualquier mejora en los tratamientos médicos específicos».
Aunque se dice que en prevención CV llegamos demasiado tarde18, parece que la medición de la adherencia terapéutica es necesaria si se quiere mejorar el control de los factores de riesgo CV, y su modificación permitiría «llegar a tiempo» y mejorar los resultados observados hasta el momento.
Definición de adherenciaLa OMS define adherencia terapéutica como el grado en que el comportamiento de una persona, con respecto a tomar la medicación o seguir una recomendación dietética o de cambio de estilo de vida, concuerda con las prescripciones del profesional sanitario consensuadas con el paciente19. Cumplimiento terapéutico es un término equivalente y se define como la proporción de dosis consumidas de las prescritas en un periodo determinado20,21. Sin embargo, es un término que se debe abandonar19 porque no implica el acuerdo del paciente como el término adherencia.
Otra palabra usada más recientemente es persistencia, dado que la eficacia del tratamiento no depende solo de la toma del fármaco cada día, sino también de que se mantenga la terapia con el paso del tiempo. La persistencia se define como el tiempo que el paciente continúa consumiendo el fármaco como proporción de la duración prescrita. Se mide como la proporción de días que el paciente continúa con el tratamiento sin abandonarlo para un periodo dado (p. ej., 1 año) o también como la media de días hasta el abandono del fármaco23.
Para recuperar las publicaciones relacionadas con este tema, se debe utilizar descriptores o medical subject headings (MeSH)24. Los más recomendables son Patient Compliance, un término más antiguo cuyos sinónimos son Patient Adherence, Patient Cooperation, Patient Non-Compliance y Patient Nonadherence. Más recientemente se ha introducido otro descriptor recomendado, Medication Adherence, que se ajusta más a la definición de la OMS. También se utiliza Treatment Refusal.
Medición de la adherencia terapéuticaLos métodos para valorar el grado de adherencia terapéutica pueden ser directos o indirectos.
El método directo consiste en la determinación y cuantificación de la presencia del medicamento, o alguno de sus metabolitos o marcador incorporado a ellos, en alguno de los fluidos orgánicos del paciente; su concentración indica si el paciente los tomó o no. Entre sus ventajas destaca que son objetivos, específicos, exactos y fiables. Pueden ser útiles en ensayos clínicos. Entre sus inconvenientes destaca que son costosos, complejos, invasivos para el paciente, limitados a ciertos fármacos y poco viables para su uso en práctica clínica.
El método indirecto consiste en valorar la información que el paciente ofrece mediante entrevista clínica con cuestionarios validados o el recuento de comprimidos para calcular la diferencia entre los prescritos y los tomados. Son poco costosos, sencillos, no invasivos y los que se suele utilizar en la práctica clínica. Recientemente, el uso de medios electrónicos para la prescripción y dispensación de medicamentos ha abierto nuevas posibilidades que resultan más eficientes por su factibilidad. Estos métodos indirectos pueden ser de varios tipos.
Métodos basados en el recuento de comprimidosDe los métodos indirectos, suelen ser los más objetivos y se utilizan en los estudios como prueba de referencia para la validación de los demás. Están suficientemente validados respecto a métodos directos. Entre ellos destaca el recuento simple de comprimidos o el recuento mediante los monitores electrónicos de control de la medicación o medication electronic monitoring system (MEMS).
Métodos basados en la prescripción y dispensación electrónicaEl uso de historias clínicas electrónicas (HCE) y la posibilidad de realizar prescripción y dispensación electrónica abren nuevas posibilidades a la valoración de la adherencia terapéutica. Las dos medidas más utilizadas con estos nuevos medios son la tasa de posesión del fármaco (medication possession ratio [MPR]) y la proporción de días cubiertos con la receta (proportion of days covered [PDC]).
Métodos basados en la entrevista clínicaSon los más empleados en los estudios de investigación. El profesional sanitario (médico, farmacéutico o enfermero) entrevista al paciente, que responde a una o varias preguntas estructuradas relacionadas con la toma de la medicación o con la enfermedad en general. Ofrecen unos resultados de concordancia y validez variables entre diferentes estudios de validación. Los más empleados son el test de cumplimiento declarado de Haynes-Sackett y el test de Morinsky-Green. Este posee una versión más antigua de cuatro ítems y otra más reciente de ocho, denominada Morisky Medication Adherence Scale de ocho items (MMAS-8).
Otros métodosSe utilizan otras formas indirectas que se asocian con el grado de adherencia, aunque con grados de validez variables según la medida: la opinión del médico que atiende habitualmente al paciente, la inasistencia a citas, la eficacia terapéutica obtenida y el grado de control.
No existe un método indirecto ideal para detectar la falta de adherencia que alcance sensibilidad y especificidad superiores al 80%, que sería el objetivo deseable.
Medición por recuento de comprimidosEl recuento de comprimidos suele ser el método de referencia (gold standard) en la medición de la adherencia terapéutica. Requiere mayor dedicación de tiempo, pues precisa al menos dos visitas, la primera para conocer la medicación que el paciente posee previamente y hacer la nueva prescripción para poder sumar los comprimidos prescritos más los que el paciente ya tenía, y una segunda para contar los comprimidos consumidos. El porcentaje de cumplimiento se calcula como se muestra en la tabla 1. Una variante del recuento de comprimidos es el uso de envases electrónicos de medicación que registran la fecha y la hora de apertura del envase. Naturalmente, la apertura del envase no garantiza la toma del comprimido, pero es un método indirecto también muy utilizado en estudios de adherencia25,26. Es un método costoso utilizado más en estudios que en la práctica clínica, pero permite validar otros métodos. Un estudio que comparó el uso de MEMS y el recuento de comprimidos tradicional no observó diferencias entre ambos métodos, y concluyó que el MEMS no induce al paciente a una mayor adherencia27. Un reciente metanálisis que comparó el uso de MEMS con el de cuestionarios autoaplicables muestra una correlación moderada, lo que indica que los cuestionarios proporcionan una buena estimación de la adherencia28.
Medición de la adherencia terapéutica: recuento de comprimidos.
Visita | Acción | Método | Resultado |
---|---|---|---|
Primera visita | Contar los comp. que ya tenía el paciente más los comp. de la nueva prescripción y decidir posología (p. ej., 1 comp./día) | El paciente tenía 10 comp. sobrantes y se prescriben 30 comp.: el paciente posee 40 comp. | 40 |
Comprimidos que debería haber consumido por el tiempo transcurrido y la posología | Si han transcurrido 30 días y la posología es 1 comp./día, debería haber tomado 30 comp. | 30 | |
Segunda visita transcurrido un plazo determinado (p. ej., 30 días) | Comprimidos consumidos | Se comprueba que quedan 15 comp. Como el paciente tenía 40, ha consumido 25 | 25 |
Cálculo del porcentaje de cumplimiento: comprimidos consumidos respecto a los que debería haber tomado | Ha consumido 25 y debería haber tomado 30; 25 / 30 × 100=83,3% | 83% | |
Recuento=(cápsulas dispensadas – cápsulas devueltas × 100) / cápsulas prescritas |
comp.: comprimido.
El recuento de comprimidos suele ser el método de referencia, pero el uso de HCE permite disponer de nuevas formas de seguimiento de la medicación. Entre estas destaca la MPR29 o tiempo que un paciente continúa con el tratamiento prescrito como proporción del tiempo de observación. Puede medirse como la proporción de pacientes que continúan el tratamiento en un periodo determinado o como la media de días hasta la interrupción del tratamiento o la proporción de días cubiertos con la prescripción (PDC). En la figura se muestra la diferencia entre la persistencia y el recuento de comprimidos.
Concepto de adherencia y persistencia. Modificado con permiso de Cramer et al22.
Se considera buena adherencia la toma de al menos el 80% de los comprimidos30. Algunos autores consideran el criterio del 90% y hay estudios que utilizan este punto de corte31, pero el más empleado es el anterior.
Medición por cumplimiento declarado: la pregunta de Haynes-SackettEn un estudio sobre hipertensión arterial, Haynes y Sackett32 efectuaron por primera vez una pregunta directa al paciente para valorar su adherencia terapéutica, realizada con empatía, asumiendo las dificultades que la mayoría de los pacientes tienen para tomar un tratamiento crónico (tabla 2): «People often have difficulty taking their pills for one reason or another and we are interested in finding out any problems that occur so that we can understand them better». Es una pregunta con alta especificidad (pocos falsos positivos), pero baja sensibilidad (muchos falsos negativos) en el diagnóstico de la falta de adherencia. Es decir, que el paciente que contesta afirmativamente tiene un problema de adherencia, pero si la respuesta es negativa, no hay garantías de un diagnóstico correcto. Dado que realizarla consume muy poco tiempo en la consulta, es una forma recomendada de medición de la adherencia, pues permite identificar la falta de adherencia de manera sencilla y rápida, aunque identifica a pocos pacientes.
Medición de la adherencia terapéutica: pregunta de Haynes-Sackett.
Los pacientes a menudo tienen dificultades en tomar los comprimidos todos los días, ¿tiene Ud. dificultad en tomar los suyos? |
La respuesta positiva es diagnóstica de mala adherencia. La respuesta negativa se debe completar con otros métodos |
El cuestionario de Morisky-Green probablemente sea el más utilizado en estudios de investigación para medir la adherencia. En el año 1986 se publicó el cuestionario de cuatro ítems33 (tabla 3), que se ha venido empleando extensamente a pesar de sus problemas de validez34. En 2008 se publicó el nuevo cuestionario de ocho ítems35, que al parecer presenta mejores indicadores de validez y actualmente es el método más empleado en los estudios de investigación (tabla 4). En el artículo de validación se describe, para un punto de corte de 6 puntos, una sensibilidad del 93% (el 7% de falsos negativos) y una especificidad del 53% (el 47% de falsos positivos). Se ha comprobado buena concordancia de esta escala con la renovación de la medicación36. La distribución habitual suele estar en torno a un tercio de pacientes con baja adherencia (< 6 puntos), la mitad con adherencia media (6-7) y un 15% con buena adherencia.
Medición de la adherencia terapéutica: Cuestionario Morisky-Green de cuatro ítems (MMAS-4).
Sí | No | |
---|---|---|
1. ¿Olvida alguna vez tomar los medicamentos para su enfermedad? | ||
2. ¿Toma los medicamentos a las horas indicadas? | ||
3. Cuando se encuentra mejor, ¿deja de tomar la medicación? | ||
4. Si alguna vez le sienta mal la medicación, ¿deja de tomarla? | ||
Total de preguntas correctas |
Mala adherencia: contesta mal a una de las cuatro preguntas; buena adherencia: contesta correctamente a las cuatro preguntas. Correctas: 1, no; 2, sí; 3, no; 4, no.
Medición de la adherencia terapéutica: Cuestionario Morisky-Green de ocho ítems (MMAS-8).
No (1); Sí (0) | |
---|---|
1. ¿Alguna vez se olvida de tomar las pastillas para su enfermedad? | |
2. A veces algunas personas no toman sus medicamentos por otros motivos que no son olvidarse de ello. Pensando en las últimas 2 semanas, ¿hubo algún día en el que no tomó la medicación? | |
3. ¿Ha reducido alguna vez la dosis de su medicación o ha dejado de tomarla sin decírselo a su médico porque se sentía peor cuando la tomaba? | |
4. Cuando viaja o sale de casa, ¿se olvida a veces de llevar consigo su medicación? | |
5. ¿Tomó ayer sus medicamentos? | |
6. Cuando le parece que sus síntomas están bajo control, ¿deja a veces de tomar los medicamentos? | |
7. Tomar la medicación cada día es un verdadero inconveniente para algunas personas. ¿Alguna vez le molesta tener que adherirse a su plan de tratamiento? | |
8. ¿Con qué frecuencia tiene dificultad para acordarse de tomar todos sus medicamentos?: nunca/rara vez (4); de vez en cuando (3); a veces (2); habitualmente (1) o siempre (0) | |
Total de puntos |
< 6: adherencia baja; 6-7: adherencia media; > 7: adherencia alta.
En otro estudio34 se validaron seis métodos diferentes de medición de la falta de adherencia de los pacientes con dislipemia. La pregunta de Haynes-Sackett, la asistencia a citas y el juicio subjetivo del médico presentaron la mejor especificidad (91,2-89,5%); la más alta fue para el test de Haynes-Sackett. El mejor valor predictivo negativo (77,7%) lo presentó el grado de control, es decir, si el resultado es negativo (paciente bien controlado), la probabilidad de buena adherencia es alta, casi del 80%.
En otro estudio en pacientes con hipertensión arterial37 el cumplimiento declarado obtenido mediante la pregunta de Haynes-Sackett logró la mejor especificidad (93,4%) y el mejor valor predictivo positivo (81,8%). El grado de conocimiento de la enfermedad obtuvo la mejor sensibilidad (81,9%). Otro estudio, también en pacientes con hipertensión arterial38, mostró que la pregunta de Haynes-Sackett posee la mayor especificidad (96,7%) y el conocimiento de la enfermedad, la mejor sensibilidad (83,3%). Otro estudio, también en pacientes hipertensos39, validó seis métodos de medición: Haynes-Sackett, juicio médico, Morisky, conocimientos de la enfermedad, asistencia a citas y grado de control. La pregunta de Haynes-Sackett documentó la mejor especificidad (96,7%), mientras que los conocimientos del paciente sobre la enfermedad presentaron la mejor sensibilidad (83,3%). Otro estudio en pacientes con hipertensión arterial40 validó cuatro métodos indirectos de medición: Haynes-Sackett, Morisky, conocimientos de la enfermedad y grado de control. La pregunta de Haynes-Sackett objetivó la mejor especificidad (96,7%) y la sensibilidad más baja (13,7%) y el grado de conocimiento de la enfermedad presentó la mejor sensibilidad (79,5%).
Ante un paciente con mal control y sospecha de falta de adherencia, una buena estrategia en práctica clínica sería hacer en primer lugar la pregunta de Haynes-Sackett. Si el paciente responde afirmativamente, ya se identifica como no adherente. Si responde negativamente (no tiene problemas con tomar la medicación), se debería aplicar el cuestionario MMAS-8 para identificar a un mayor porcentaje de pacientes con baja adherencia.
Consecuencias de la falta de adherencia en prevención cardiovascularDiversos estudios muestran las consecuencias de la falta de adherencia en la prevención de los eventos CV. Por ejemplo, algunos se han centrado en las consecuencias de la adherencia parcial que muchos pacientes presentan41. Para ello se comparó la incidencia acumulada de revascularización coronaria o evento CV mayor (IAM, angina inestable, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardiaca) entre pacientes con mala adherencia (< 40% de los comprimidos), adherencia parcial (40-79% de los comprimidos) o buena adherencia (≥ 80% de los comprimidos) a estatinas e IECA. Se observó, tras 40 meses de seguimiento, menor incidencia de eventos CV en los pacientes con buena adherencia que en los no adherentes (el 18,9 frente al 26,3%; p < 0,01). Sin embargo, los parcialmente adherentes no presentaron menos eventos (el 24,7 frente al 26,3%; p=0,22). Es decir, la adherencia parcial tiene las mismas consecuencias que la falta de adherencia. Los resultados fueron similares para las estatinas (p=0,015) y para los IECA/ARA-II (p=0,007). En otro estudio42 de mortalidad tras 1 año de seguimiento, los pacientes que tenían buena adherencia a solo uno o ninguno de los fármacos preventivos respecto a los que tenían buena adherencia a tres fármacos presentaron mayor riesgo de muerte al año (el 13,6 frente al 4,9%; odds ratio [OR]=3,04; IC95%, 2,40-3,86). Asimismo, los que tenían buena adherencia a solo dos fármacos también presentaron mayor riesgo de muerte (el 9,7 frente al 4,9%; OR=2,09; IC95%, 1,77-2,47).
Factores asociados a la falta de adherencia terapéuticaEl olvido es la principal causa de mala adherencia, aunque hay muchos más factores o circunstancias que pueden dificultar una buena adherencia. En la tabla 5 se exponen los principales factores17,19,43, a los cuales se añaden los publicados en el estudio FOCUS44 sobre los pacientes con cardiopatía isquémica. Aunque coinciden en muchos de ellos, hay algunos más específicos en este tipo de población.
Factores asociados a la falta de adherencia terapéutica.
Entorno | Factores asociados |
---|---|
El paciente | Olvido |
Negación de enfermedad o de su gravedad | |
Falta de información | |
Costes de los fármacos | |
Bajo nivel cultural, analfabetismo | |
Falta de apoyo social | |
Edad, sexo y nivel socioeconómico44 | |
El fármaco | Efectos secundarios |
Muchas tomas | |
Complejidad del tratamiento | |
La enfermedad | Asintomática (falta de recordatorios físicos) |
Depresión | |
Enfermedades asociadas (multimorbilidad): DM, obesidad, HTA, tabaquismo, sedentarismo44 | |
Tiempo de evolución del IAM y localización44 | |
Antecedentes de insuficiencia cardiaca o angina44 | |
El profesional | Mala relación médico-paciente |
Falta de comunicación | |
Falta de continuidad en los cuidados | |
El entorno sanitario | Falta de registros |
Mala organización de la consulta | |
Falta de trabajo en equipo | |
Continuidad de cuidados | |
Distancia al centro médico44 |
DM: diabetes mellitus; HTA: hipertensión arterial; IAM: infarto agudo de miocardio.
Las intervenciones realizadas para mejorar la adherencia terapéutica se han dirigido a los ya citados factores asociados que se pudiera modificar. En una reciente publicación45 que resume nueve revisiones sistemáticas realizadas sobre intervenciones para la mejora de la adherencia al tratamiento en pacientes pluripatológicos, se concluye que la eficacia global de las intervenciones fue moderada y no se observaron diferencias relevantes entre intervenciones conductuales, educativas y combinadas. Algunos componentes de estas intervenciones, como son el asesoramiento al paciente o las estrategias de simplificación posológica, parecen ser herramientas eficaces en la mejora de la adherencia en este grupo poblacional.
Parece que la simplificación posológica sería una de las herramientas más sencillas de introducir en la terapia farmacológica para mejorar la adherencia. Un paciente diabético, por ejemplo, puede necesitar entre 3 y 10 comprimidos al día para conseguir el control de los factores de riesgo CV46. En este sentido, un análisis de 76 estudios de valoración de la adherencia mediante monitores electrónicos47 mostró que la adherencia disminuía con el número de comprimidos, y la adherencia de los pacientes con 4, 3 o 2 comprimidos al día era significativamente menor que con una sola toma diaria. En otra revisión de siete estudios48, la adherencia de los pacientes diabéticos fue un 10-13% mayor con una sola toma al día (de un principio activo o combinaciones a dosis fijas) que con varias dosis, incluso hubo menor consumo de recursos sanitarios, menores costes y mejora de la esperanza de vida. El estudio FOCUS49 comparó el uso de tres fármacos a dosis fijas (AAS, IECA y estatina) administradas en un comprimido único, denominado polypill, con el de los tres fármacos en forma de tres comprimidos independientes. La polypill aumentó un 22% la proporción de pacientes adherentes (el 50,8 frente al 41%) tras 9 meses de seguimiento.
La terapia combinada con AAS, hipotensores y estatina (denominada terapia polypill) se ha demostrado segura, reduce los factores de riesgo, mejora la adherencia en la prevención CV50 y reduce los costes sanitarios51, especialmente en prevención secundaria. En pacientes en prevención secundaria CV, también se ha demostrado que mejora la adherencia un 33% comparada con la prescripción habitual52, y se ha propuesto incluirla en la lista de medicamentos esenciales de la OMS. Las terapias polypill tienen el potencial de facilitar el control de los factores de riesgo CV y disminuir la epidemia global de enfermedad CV simplificando la prescripción, con lo que mejora el coste-efectividad de esta, la adherencia terapéutica y la adherencia a las guías clínicas44. Algunos autores y líderes de opinión sostienen que se debería recomendar, especialmente en prevención secundaria50.
La continuidad de cuidados es otro factor que también parece asociado con una mejor adherencia. Un estudio53 que analizó este aspecto mediante un cuestionario específico mostró que una buena continuidad de cuidados se asociaba a buena adherencia (OR=3,37; IC95%, 3,15-3,60) respecto a los pacientes con baja continuidad. Otro estudio54 evidenció que entre los pacientes con mayor continuidad de cuidados se daba menor número de medicamentos inapropiados (OR=0,44; IC95%, 0,43-0,45) y menos duplicidad de fármacos (OR=0,22; IC95%, 0,21-0,23). Además hubo menor número de hospitalizaciones y menos gasto sanitario. Por ello es importante que el paciente perciba una buena comunicación entre el cardiólogo y el médico de familia que ofrezca más continuidad y proximidad.
El coste de los fármacos es otro factor que también parece influir. Así, se ha observado55 que la reducción del copago de las estatinas para los pacientes del seguro MEDICARE en Estados Unidos se asoció a un aumento en la adherencia terapéutica y una reducción de los costes sanitarios, especialmente entre los pacientes de mayor riesgo.
La participación de otros profesionales como los farmacéuticos, que son quienes habitualmente dispensan la medicación al paciente, puede ser de utilidad. Algunos estudios han demostrado, en pacientes con insuficiencia cardiaca, el buen papel del farmacéutico en la mejora de la adherencia y la asociación entre la adherencia a los tratamientos prescritos y los resultados en salud56,57.
Un factor poco considerado es los cambios en la apariencia de los fármacos como consecuencia de la prescripción de genéricos. Ello hace que el paciente reciba el mismo principio activo pero en comprimidos que cambian su apariencia externa. Un interesante artículo58 sobre pacientes tras un IAM analiza los cambios realizados en el tratamiento con estatinas, bloqueadores beta, IECA/ARA-II o AAS. Un 29% de los pacientes padecieron estos cambios; las estatinas son los fármacos más frecuentes y los bloqueadores beta, los menos. Se produjo un incremento del 34% en la tasa de falta de persistencia tras un cambio en el color de la pastilla (OR=1,34; IC95%, 1,12-1,59) y de un 66% tras un cambio en la forma.
Otras intervenciones, como las educativas dirigidas a mejorar los conocimientos del paciente sobre la enfermedad, no han dado buenos resultados45. Probablemente sea una intervención necesaria, pero no suficiente, como tampoco lo es la percepción del sujeto de una mejora en el control45.
De las estrategias descritas, se echa en falta más estudios sobre la opinión de los pacientes sobre la falta de adherencia. Sería interesante incorporar la percepción de los pacientes y su familia sobre este fenómeno.
Puede concluirse que alrededor del 50% de los pacientes en prevención secundaria CV deciden abandonar el tratamiento prescrito, y en la adherencia a estilos de vida saludables la proporción es similar o menor59. Mejorar la comunicación entre médicos y pacientes, facilitar la continuidad asistencial mediante colaboración con atención primaria, involucrar a otros profesionales sanitarios (farmacéuticos) y el desarrollo de terapias combinadas a dosis fijas, como la polypill, son estrategias que permitirían mejorar la adherencia terapéutica, el grado de control y reducir los costes sanitarios60. Podría decirse que la falta de adherencia tiene firme asociación con menor eficacia terapéutica. La adherencia parcial tiene las mismas consecuencias que la ausencia de ella.
Conflicto de interesesD. Orozco-Beltrán y V.F. Gil-Guillén han participado como ponentes en dos conferencias patrocinadas por Ferrer S.A.