Sr. Editor:
Hemos leído y discutido con interés las consideraciones expresadas por Campillo et al en relación con nuestro artículo1. Queremos agradecer las precisiones de los autores y, especialmente, las referidas al uso del índice kappa, que ayudan a comprender y contextualizar nuestros objetivos.
Los autores hacen mención del solapamiento de los intervalos de confianza de la prevalencia de diabetes referida y la validada. En este punto, discrepamos de sus conclusiones puesto que: a) el solapamiento es tan sólo marginal; b) cada intervalo de confianza excluye la medida puntual alternativa, y c) tal diferencia es estadísticamente significativa (prueba de McNemar, p < 10-6).
Consideración aparte merece la precisión sobre la propiedad del uso del índice kappa como medida de acuerdo entre la información recogida mediante el cuestionario y los patrones biométricos correspondientes. Efectivamente, un estudio de estas características no es el marco habitual para la aplicación del índice, pero el valor κ no es el resultado más importante del análisis realizado, aunque puede que en el texto se haya destacado en exceso. Sin embargo, el punto de discusión más importante es el diferente enfoque utilizado en una investigación cardiovascular poblacional como la nuestra (basada en entrevistas y en un número reducido y altamente seleccionado de pruebas biométricas realizadas una única vez para definir un diagnóstico, que puede ser individualmente inexacto pero colectivamente válido) y el centrado en la utilidad clínica en un entorno hospitalario con facilidad para solicitar y repetir un número elevado de pruebas. Nuestro objetivo era evaluar la fiabilidad de estos diagnósticos proporcionados por los encuestados en el contexto de los estudios sobre factores de riesgo cardiovascular, típicamente incluidos en estudios poblacionales transversales y de seguimiento, en los que, además, con frecuencia no son el diagnóstico de interés, sino variables de confusión necesarias para el ajuste. Este enfoque es habitual en las páginas de la propia REVISTA ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA, que mantiene estable la sección «Epidemiología y prevención» entre sus páginas.
De acuerdo con nuestra orientación, la validez absoluta del cuestionario queda definida por los valores de sensibilidad y especificidad, mientras que otros índices, mostrados o no, pueden aportar información complementaria de interés variable para lectores epidemiológicos o clínicos. Consideramos que es un acierto de nuestro estudio haber aportado los datos suficientes para permitir el cálculo de índices alternativos.
Agradecemos la precisión de Campillo et al, por cuanto nos ha permitido aclarar una distinción que podría pasar inadvertida.