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In memoriam
Juan Cosín Aguilar

Enrique Asín Cardiel

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El pasado 16 de enero falleció en Valencia el cardiólogo Juan Cosín Aguilar, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) entre 1995 y 1997. Estas líneas pretenden honrar su recuerdo y reconocer la labor que desarrolló en el campo de la cardiología, sin recurrir a tópicos. La información que han aportado sus allegados (su hijo Juan Cosín-Sales, su amigo Antonio Bayés de Luna y su colaborador José Olagüe de Ros) ha sido fundamental para reflejar mejor su personalidad, y por ello me permito incluir en este texto algunas de las frases que han compartido conmigo.

Juan Cosín Aguilar estudió Medicina en la Universidad de Valencia y, al finalizar la carrera, se integró en la Cátedra del profesor Manuel Beltrán Báguena de la Facultad de Medicina de Valencia. En ella estaban Vicente Tormo Alfonso, Vicente López Merino y Roberto García Civera, entre otros. La relación que estableció con este último fructificó, a lo largo de los años posteriores, con publicaciones e incluso importantes libros en común sobre arritmología. Cuando en 1969 se inauguró el Hospital La Fe de Valencia, dentro del Servicio de Medicina Interna, que dirigía José Báguena Candela, de la cardiología clínica se encargó Francisco Algarra Vidal. Años más tarde, al inaugurarse su centro de investigación en 1997, Juan fue quien asumió las responsabilidades de dirección de la Unidad de Investigación Cardiocirculatoria, labor que desarrolló hasta 2009 y que fue muy productiva: trabajos de investigación básica y clínica, registros y ensayos clínicos, tesis doctorales, publicaciones, etc.

La biografía de Juan Cosín Aguilar no puede separarse de la de Antonio Bayés de Luna, ambos pioneros en el campo de la arritmología. En 1975, crearon en la SEC una de sus primeras secciones: la Sección de Electrocardiografía (con Antonio Bayés de Luna de presidente y Juan Cosín Aguilar de secretario). Muy pronto comenzaron a organizar, conjuntamente con la SEC y el patrocinio de la Sociedad Europea de Cardiología, el Simposio Internacional de Arritmias que se celebró en Barcelona en octubre de 1977, en el que intervinieron como ponentes primeras figuras mundiales de la arritmología. Tuvo una gran acogida (más de 1.000 asistentes) y fue decisivo para la proyección internacional de la cardiología española. Con el fin de que el simposio fuera más allá de la palabra, decidieron plasmar su contenido, junto con la revisión de las diferentes arritmias, en el libro Diagnóstico y tratamiento de las arritmias cardíacas1, en el que participaron 66 autores y que se tradujo al inglés. Constituyó para los cardiólogos de aquella época un elemento indispensable, no solamente en España, sino en otros muchos países.

Juan Cosín Aguilar era un apasionado de la medicina. Tenía una enorme curiosidad científica; se planteaba constantemente preguntas, buscando tenazmente respuestas. Era un trabajador incansable y, cuando tenía un proyecto en marcha, a veces se olvidaba hasta de comer, como recuerdan sus allegados, que también destacan que, como clínico, los «pacientes lo adoraban; no solo les resolvía sus problemas cardiacos, sino que se desvivía por dar también solución a otros problemas, muchas veces más allá de sus capacidades, pidiendo favores a sus compañeros. Fue capaz de transmitir esta pasión a sus hijos, dos de ellos médicos, y a dos de sus nietas, que ya están estudiando Medicina».

Presidió la junta directiva de la SEC entre 1995 y 1997, habiendo sido presidente electo en la junta previa (1993-1995), la mía. Su generosidad y espíritu dialogante facilitaron que estableciéramos una excelente relación que nos permitió plantear proyectos más amplios que abarcaron la duración de ambas juntas. Lo mismo ocurrió en la presidencia de la Comisión Nacional de la Especialidad de Cardiología, en la cual él me sucedió.

Durante su presidencia de la SEC, se procedió a la compra del edificio, actualmente Casa del Corazón, sede de la SEC y de la Fundación Española del Corazón. El paso del tiempo ha demostrado lo acertada que fue esta decisión. Durante su vicepresidencia de la junta de la Sociedad Europea de Cardiología, también participó activamente en la creación de la Casa del Corazón en Niza. Desempeñó además otros cargos de responsabilidad institucional: presidente de la Sociedad Valenciana de Cardiología, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón, y fundador y presidente del Instituto Valenciano del Corazón (Institut Valencià del Cor).

Era un hombre culto, con incansable interés por aprender, «capaz de leer varios libros a la vez de diferentes temas (desde la historia de Roma a las teorías de la física cuántica, pasando por la historia reciente del siglo xx). Le encantaba compartir lo que descubría en sus lecturas». Los más cercanos lo recuerdan como un «vitalista, defensor de la vida y de las libertades, siempre optimista, viendo la botella medio llena aunque tuviera un mal día. Transmitía a sus colaboradores ilusión por el trabajo o por el nuevo proyecto. Era muy generoso, y le gustaba más hacer que contar lo que había hecho». Muy amigo de sus amigos, muchos de ellos del ámbito de la cardiología, entre los que destacan Antonio Bayés de Luna e Iván Altieri (Puerto Rico). Por Torrent Guasp, quien le quería como amigo y discípulo, tenía verdadera devoción, y estaba obsesionado con la banda muscular y el papel de succión del corazón.

Como recuerda su hijo Juan, «para él la familia era fundamental. Necesitaba pasar el poco tiempo que tenía libre rodeado de nosotros y siempre junto a mi madre. Quería disfrutar de nosotros y nosotros de él. Siempre mantuvo profundas convicciones religiosas que le acompañaron hasta el final de su vida. En sus escasos tiempos de ocio practicaba la jardinería», lo cual no es extraño, teniendo en cuenta su interés científico y la importancia de la biología vegetal en ese oficio. «Se relajaba enormemente en el Mediterráneo, ya fuera pescando, ya en la terraza de su casa de Moncofar (Castellón)».

Adiós, amigo y compañero en nuestra querida SEC. Nos quedaremos con tu recuerdo y con la huella que has dejado en la cardiología española.

Bibliografía
[1]
Diagnóstico y tratamiento de las arritmias cardíacas, Doyma,
¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?