ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 8. Núm. C.
Páginas 1C (Marzo 2008)

Actualización en diabetes y enfermedad cardiovascular
Presentación: la amenaza del cambio metabólico

Ramón Gomis

Opciones

Los cambios de estilo de vida que se han producido durante la segunda mitad del siglo xx han sido enormes, no sólo en número, sino también en intensidad. Hasta la fecha no se habían producido desplazamientos de poblaciones de un lugar a otro de la tierra de parecida magnitud en tan breve tiempo, como tampoco jamás el hombre había obtenido su sustento con tan poca actividad física como lo ha venido haciendo en estos últimos años.

Estos cambios en el estilo de vida han tenido un impacto general. No hay duda de que hemos consumido más energía, y este consumo ha ejercido efectos en el ambiente, aumentando la emisión de CO2, y provocando lo que describimos como cambio climático.

Los gobiernos y los medios nos advierten de esta amenaza y nos sugieren que tomemos medidas especiales para minimizar este impacto.

No obstante, prestamos menor atención al impacto que los cambios del estilo de vida tienen sobre la propia salud de las personas. En este sentido, no deberíamos sólo preocuparnos por la posible amenaza del cambio climático, sino también por el ya evidente cambio metabólico que afecta a un porcentaje elevado de nuestras poblaciones, y que provoca, entre otros impactos, un aumento de la prevalencia de enfermedad cardiovascular.

En el presente número monográfico se reflexiona acerca de cómo el cambio metabólico afecta a la salud de nuestra población. En primer lugar, lo hace promoviendo incrementos desordenados de masa grasa, lo que provoca, no sólo resistencia a la insulina, sino también cambios en la plasticidad, que favorecen la liberación de adipocinas proinflamatorias. Estas adipocinas nos resultan claves para entender un proceso en el que se desregulan elementos neuronales que regulan la propia ingesta, como otras que regulan el consumo de energía.

El cambio metabólico no sólo modifica nuestro fenotipo, sino que también supone por sí mismo una pérdida de actividad física, con la inducción de una desensibilización de los tejidos a la propia insulina, y a una disminución en el uso y la oxidación de glucosa.

Tenemos dos pilares del cambio, por una parte, el aumento de las reservas de energía en forma de grasa, y por otra, la disminución de su consumo: obesidad y sedentarismo con impacto metabólico sobre el metabolismo de los azúcares y las grasas, desregulación que favorece la aparición de diabetes y dislipemia. La cascada de acontecimientos se sucede. Ya no sólo hemos modificado la base de nuestra actividad biológica, sino que también iniciamos ya el camino de la patología: obesidad, diabetes y dislipemia.

Algunos autores, en el presente monográfico, apuntan a la memoria metabólica. El cambio, aún cuando parecería menor, ya afectó a las habilidades de nuestras mitocondrias, ya conformó cambios estructurales en algunas proteínas que sufrieron el impacto de la glucosa y de los ácidos grasos. Otros insisten en que los fenómenos son complejos, menos lineales, más ligados a la actividad de una red de señales. Hablamos de inflamación, de toxicidad lipídica y de toxicidad glucémica.

La enfermedad cardiovascular se inicia en este mal ambiente. La exploración de imagen cardiovascular está ahí, y puede detectarse ya con detalles, el análisis de la imagen molecular es posible. Y la lesión plástica, aún en sus menores evidencias, requiere una intervención terapéutica inmediata. La regresión es posible. El balance entre memoria metabólica, agresión metabólica e intervención terapéutica es clave para mantener la salud de aquellas personas que fueron agredidas por el cambio metabólico.

Nuevos medicamentos a la vuelta de la esquina. Para reducir el impacto de la agresión, para prevenir la enfermedad cardiovascular. Y una llamada más a la prevención, a reducir la carga que los cambios en el estilo de vida no sólo afectan a nuestro mundo global, sino también a cada persona, en su individualidad, en su propia salud.

Ya es tiempo de detener el cambio metabólico.

Copyright © 2008. Sociedad Española de Cardiología
¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?