Hemos leído atentamente el interesante artículo de Pachón et al1 sobre el implante del sistema de marcapasos transcatéter Micra. Es indudable que este modelo, por sus características, puede ser de gran utilidad en determinados casos2. Sin embargo, tiene ciertas limitaciones. Al respecto de la serie de 10 pacientes presentada, quisiéramos hacer varias apreciaciones:
De los 10 pacientes, 2 (5 y 8) presentaban ritmo sinusal a priori y en general habría estado indicado el implante de marcapasos DDD. Con solo estimulación ventricular derecha, es de esperar que a medio-largo plazo aparezca fibrilación auricular. Esto es especialmente probable en el caso del paciente con estimulación de más del 20% medida a posteriori. Aparte del empeoramiento clínico que pudiera producirse por la pérdida de la sincronía auriculoventricular, sería preciso indicar anticoagulación. En el caso del otro paciente, también en ritmo sinusal, la amplitud de la onda R era de solo 4,7 mV en el primoimplante, cuando lo recomendado por el fabricante3 es que sea ≥ 5 mV.
Los pacientes 1 y 2 tienen un umbral de estimulación 0,24 ms superior a lo recomendado por el fabricante en las especificaciones técnicas3 (1 mV).
Respecto a la paciente con QRS de 140 ms y fibrilación auricular de control errático (paciente 4), es posible que en el seguimiento precise un cambio a terapia de resincronización cardiaca (siempre y cuando las condiciones clínicas lo indiquen y permitan), que con este sistema no sería factible e incluso podría dificultar la colocación de nuevos electrocatéteres en el ventrículo derecho.
Por todo ello parece un sistema interesante y novedoso, pero con limitaciones, especialmente para pacientes que conserven el ritmo sinusal o evolutivamente requieran cambio a resincronización cardiaca.