Sr. Editor:
Hemos leído con gran interés el reciente artículo de Mingo et al1, en el que analizan los retrasos hasta la reperfusión, sus factores determinantes y sus repercusiones pronósticas en 389 pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del ST (IAMCEST) a los que se practicó una intervención coronaria percutánea primaria (ICPP) en un centro español entre 2005 y 2007. El objetivo de esta carta es realizar una reflexión sobre diversos aspectos de la ICPP en el IAMCEST.
En primer lugar, la distribución de los síndromes coronarios a lo largo del día no es uniforme, sino que experimenta variaciones rítmicas2. Se ha demostrado con claridad que el comienzo del infarto agudo de miocardio sucede con mayor frecuencia en las primeras horas de la mañana, lo que ha suscitado el interés por averiguar las causas que motivan esta distribución circadiana y sus implicaciones clínicas y terapéuticas2.
En segundo lugar, diversos estudios han aportado datos sobre los peores resultados clínicos obtenidos por el ICPP realizado fuera del horario de trabajo habitual (entre las 17.00 y las 8.00)3,4. Concretamente, Henriques et al3 demostraron, en un total de 1.702 pacientes con IAMCEST que acudieron al hospital entre las 18.00 y las 8.00, que presentaron mayor índice de mortalidad y fallo del ICPP. Asimismo, Magid et al4, en una cohorte de 102.086 pacientes del Nacional Registry of Myocardial Infarction (NRMI-USA), demostraron que con los pacientes con IAMCEST que se presentaban por la noche se tardaba más en realizar una ICPP que una fibrinolisis. Los mismos autores concluyen que 33.647 pacientes tratados con ICPP tuvieron más mortalidad hospitalaria cuando se presentaban por la noche, en relación con el mayor retraso en la reperfusión. En concordancia con estos estudios, recientemente5 nuestro grupo ha comunicado los resultados de pacientes con IAMCEST tratados con ICPP entre las 8.00 y las 18.00 y entre las 18.00 y las 8.00. Estudiamos a 90 pacientes consecutivos con IAMCEST tratados con ICPP, y se obtuvieron peores resultados cuando la ICPP se realizaba entre las 18.00 y las 8.00. Por otro lado, otros estudios no han demostrado diferencias en el resultado de la ICPP cuando se realiza fuera del horario de trabajo habitual6,7.
En tercer lugar, se acepta que se producen modificaciones diarias de factores humorales como el aumento de la agregabilidad plaquetaria en las primeras horas de la mañana y la variabilidad circadiana de las moléculas inflamatorias en los pacientes con infarto agudo de miocardio8. Se ha visto, además, que existe un vínculo claro entre inflamación y trombosis, que se influyen recíprocamente9.
Como conclusión, queremos incidir en la probabilidad de que variaciones circadianas en el equilibrio entre procesos protrombóticos, fibrinolíticos naturales e inflamatorios puedan afectar, al menos en parte, al éxito de la ICPP.