Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: La prevalencia de insuficiencia cardiaca (IC) en pacientes mayores es muy alta y se incrementa cada año. Aproximadamente el 80% de los pacientes con IC son mayores. Cabe destacar sus características diferenciales en comparación con los jóvenes, así como la mayor prevalencia de fragilidad y síndromes geriátricos, condición que produce un importante impacto en su manejo y pronóstico.
Métodos: Se realizó un estudio observacional y transversal. Se incluyeron a todos los pacientes con insuficiencia cardiaca aguda (ICA), tras firma de consentimiento informado, con independencia de edad, que ingresaron en el Servicio de Cardiología entre julio de 2020 y mayo de 2021. Se recogieron características basales y se realizó una evaluación geriátrica integral durante el ingreso. Se dividió la muestra en pacientes jóvenes ( 75 años).
Resultados: Se incluyeron 202 pacientes, la media de edad fue de 73 años y la mitad (100 pacientes) eran mayores de 75 años. Solo el 38,6% (78 pacientes) eran mujeres. En cuanto a la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), 68 pacientes (42,6%) tenían FEVI # 50%. En el grupo de pacientes mayores había más hipertensos y presentaban valores de NT-proBNP, troponina T y filtrado glomerular renal (FGR) más elevados tanto al ingreso como al alta. En cuanto a los síndromes geriátricos, los pacientes mayores presentaban peor calidad de vida (medida con la escala Minnesota), una mayor prevalencia de fragilidad (FRAIL ≥ 3) y mayor dependencia (medida con el índice de Barthel). No hubo diferencias en cuanto a la comorbilidad (medida por el índice de Charlson) pero si presentaron peores valores en la escala MAGGIC (que determina pronóstico). En cuanto al tratamiento al alta, la prescripción de tratamiento neurohormonal en los pacientes mayores fue menor pero únicamente hubo diferencias estadísticamente significativas en la prescripción de inhibidor del receptor de angiotensina-neprilisina (ARNI). La duración del ingreso fue mayor en los pacientes mayores, pero no hubo diferencias estadísticamente significativas.
Características basales, biomarcadores y escalas de fragilidad |
|||||||
Mayores (N = 100) |
Jóvenes (N = 102) |
p |
Mayores (N = 100) |
Jóvenes (N = 102) |
p |
||
Varones |
53 (53,0%) |
71 (69,6%) |
0,015 |
Fragilidad (FRAIL≥ 3) |
51 (51,0%) |
17 (16,7%) |
< 0,001 |
Hipertensión |
78 (78,0%) |
62 (60,8%) |
0,008 |
Escala Minnesota |
51,18 ± 13,76 |
40,38 ± 16,25 |
< 0,001 |
Diabetes mellitus |
33 (33,0%) |
31 (30,4%) |
0,690 |
Independencia |
46 (46,0%) |
91 (89,2%) |
< 0,001 |
FEVI ≤ 40% |
17 (17,0%) |
21 (20,6%) |
0,514 |
Escala MAGGIC |
25,06 ± 3,84 |
16,37 ± 5,28 |
< 0,001 |
Fibrilación auricular |
51 (51,0%) |
39 (38,2%) |
0,068 |
Alta comorbilidad |
61 (61,0%) |
53 (52,0%) |
0,195 |
FGR al ingreso (ml/min/1,73 m2) |
48,93 ± 18,12 |
62,32 ± 23,80 |
< 0,001 |
Duración del ingreso (días) |
9 ± 4,84 |
8 ± 5,25 |
0,076 |
FGR al alta (ml/min/1,73 m2) |
48,72 ± 17,67 |
63,77 ± 22,76 |
< 0,001 |
IECA al alta |
38 (38,0%) |
38 (37,3%) |
0,869 |
NT-proBNP al ingreso (pg/ml) |
10.155,76 ± 11.583,18 |
6.479,18 ± 7.154,38 |
0,005 |
BB al alta |
74 (74,0%) |
82 (80,4%) |
0,337 |
NT-proBNP al alta(pg/ml) |
6.472,90 ± 7.720,08 |
3.137,61 ± 4.408,77 |
< 0,001 |
ARM al alta |
37 (37,0%) |
48 (47,1%) |
0,165 |
Troponina T us al ingreso (ng/l) |
139,90 ± 331,76 |
77,61 ± 183,58 |
< 0,001 |
ARNI al alta |
21 (21,0%) |
39 (38,2%) |
0,008 |
Troponin T us al alta (ng/l) |
90,41 ± 133,92 |
81,43 ± 197,12 |
< 0,001 |
Diuréticos al alta |
89 (89,0%) |
77 (75,0%) |
0,007 |
ARM: antagonista de receptor de mineralocorticoide; ARNI: inhibidor del receptor de angiotensina-neprilisina; BB: betabloqueante; FGR: filtrado glomerular renal; IECA: inhibidor de la enzima de conversión de angiotensina. |
Conclusiones: Los pacientes mayores que ingresan por ICA tienen una alta prevalencia de síndromes geriátricos. Con ello podemos determinar que se tratan de pacientes de mayor riesgo y más complejos, por lo que hay que hacer un esfuerzo en individualizar el manejo.