Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
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Índice de autores
Introducción y objetivos: El desarrollo de anticuerpos (Ac) anti-HLA tras el trasplante cardiaco (TC) se ha relacionado con un peor pronóstico en el seguimiento en términos de rechazo agudo (RA) y mortalidad. Nuestro objetivo es evaluar el impacto pronóstico de la sensibilización tras el TC.
Métodos: Estudio retrospectivo de pacientes trasplantados entre 2011 y 2020 con al menos una determinación de anticuerpos anti-HLA en el primer año post-TC. Las variables de respuesta fueron el desarrollo de RA y la mortalidad por cualquier causa en el seguimiento.
Resultados: Fueron incluidos 178 pacientes (mediana de edad de 55 [intervalo intercuartílico 47,0-60,0] años). El 14,6% tuvo al menos una determinación de Ac anti-HLA positiva. En el 23,1%, los Ac fueron donante-específicos. El seguimiento acumulado fue de 1.004,3 pacientes-año, con seguimiento promedio (mediana) de 6,0 años (cuartil 25-75, 3,5-8,0 años) para los que no desarrollaron Ac y de 5,5 años (cuartil 25-75, 3,6-6,4 años) en los que sí lo hicieron (p = 0,54). Todos los pacientes recibieron inmunosupresión con tacrólimus (niveles promedio en no sensibilizados de 11,01 y en sensibilizados de 10,48 ng/l, p = 0,1), micofenolato-mofetil o ácido micofenólico y prednisona. 47 pacientes (26,4%) presentaron al menos 1 episodio de RA. Hubo RA en el 27% de los no sensibilizados y en el 23,1% de los sensibilizados. La incidencia de nuevos casos de RA fue de 4,3/100 pacientes-año en no sensibilizados frente a 6,1/100 pacientes-año en sensibilizados (p = 0,43). En el seguimiento fallecieron 22 de los 178 pacientes trasplantados (12,4%), 20 en el grupo de no sensibilizados (13,2%) y 2 en el de sensibilizados (7,7%, p = 0,34). Las tasas de incidencia de mortalidad (por 100 pacientes-año) en no sensibilizados y sensibilizados fueron de 2,7 y 2,2 respectivamente (p = 0,75). En el análisis multivariable la sensibilización en el primer año post-TC no se asoció con una mayor incidencia de RA (sHR = 1,0; IC95% = 0,75-1,96; p = 0,95) y mostró una tendencia no significativa a un exceso de mortalidad (HR = 1,22; IC95% = 0,27-5,55; p = 0,80).
Anticuerpos no (n = 152) |
Anticuerpos sí (n = 26) |
p |
|
Seguimiento promedio (años) |
6,0 [3,5-8,0] |
5,5 [3,6-6,4] |
0,45 |
Seguimiento (paciente-años) |
1.004,3 |
||
Rechazos (pacientes) |
41 (27,0) |
6 (23,1) |
|
Rechazos (número) |
0 [0,0-1,0] |
0 [0,0-0,0] |
0,62 |
0 |
111 (73,0) |
20 (76,9) |
0,65 |
1 |
32 (21,0) |
6 (23,1) |
|
2 |
6 (4,0) |
0 (0,0) |
|
3 |
3 (2,0) |
0 (0,0) |
|
Incidencia (x 100 pacientes-año) |
4,3 |
6,1 |
0,43 |
EVI al primer año > 0* |
24 (17,5) |
5 (23,8) |
0,33 |
0 |
113 (82,5) |
16 (76,3) |
0,047 |
1 |
20 (14,6) |
3 (14,3) |
|
2 |
3 (2,2) |
0 (0,0) |
|
3 |
1 (0,73) |
2 (9,52) |
|
Muertes |
20 (13,2) |
2 (7,7) |
0,34 |
Incidencia (× 100 pacientes-año) |
2,7 |
2,2 |
0,75 |
Conclusiones: Nuestros resultados muestran que la sensibilización durante el primer año no se asoció con una mayor incidencia de RA en el seguimiento y mostró una tendencia no significativa a una mayor mortalidad. Podemos concluir que el desarrollo de Ac anti-HLA, en el escenario planteado, no tuvo impacto pronóstico en los pacientes de nuestro centro.