Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: En pacientes con disfunción sistólica del ventrículo izquierdo (DVI) las descargas (DES) se asocian a un incremento en la mortalidad por insuficiencia cardiaca (ICC). Este efecto podría ser consecuencia del daño miocárdico, que en parte podría estar debido a la activación simpática que sigue a la DES, generando taquicardia, isquemia y disfunción endotelial. En este escenario, el tratamiento betabloqueante (T-BB) podría tener un efecto beneficioso.
Métodos: Analizamos prospectivamente 435 pacientes con DVI (edad: 66 ± 11; DVI: 30 ± 8; clase funcional II-III: 62%; prevención primaria: 64%; infarto previo: 61%; T-BB: 79%). Todos los DAIs se programaron de forma estandarizada, incluyendo estimulación antitaquicardia para TVs lentas y rápidas. Se determinó el T-BB en cada intervención del DAI. Correlacionamos el impacto del T-BB en la primera DES con la aparición posterior de descompensación de ICC (D-ICC): muerte u hospitalización por ICC.
Resultados: Durante el seguimiento (3,4 ± 2,1 años) 162 pacientes (37%) presentaron al menos una DES (91 apropiadas, 44 inapropiadas, 27 ambas), mediana por paciente = 2. La incidencia acumulada de D-ICC fue mayor en pacientes con DES: 35,8 frente a 18,3% (p = 0,006, test de log rank). En los 162 pacientes con DES, la relación temporal entre D-ICC y la primera DES fue: 9,9% antes; 21% entre los días 1-180 tras DES; 14,2% entre los días 181-365 y 54,9% más de un año después. La incidencia acumulada de D-ICC fue menor en pacientes en T-BB en la primera DES: 25,8 frente a 64,3% (p < 0,001, fig.). En un análisis multivariante (regresión de Cox), identificamos como predictores de D-ICC tras una DES: Clase Funcional (NYHA): HR = 2,2 (p = 0,003); creatinina sérica (mg/dl): HR = 2,4 (p = 0,036); número de DES: HR = 1,07 (p = 0,008) y T-BBt: HR = 0,35 (p < 0,001). El efecto del T-BB fue significativo solo en el año siguiente a la primera DES y especialmente relevante en los primeros 6 meses (tabla).
Relación temporal entre la D-ICC tras la primera DES |
|||
Tiempo tras la primera DES |
Incidencia de D-ICC con T-BB |
Incidencia de D-ICC sin T-BB |
p |
6 meses |
6 ± 0.02 |
32 ± 0,07 |
< 0,001 |
7-12 meses |
4 ± 0,02 |
16 ± 0,05 |
0,03 |
13-18 meses |
10 ± 0,02 |
8 ± 0,08 |
ns |
19-24 meses |
4 ± 0,01 |
10 ± 0,08 |
ns |
25-36 meses |
6 ± 0,01 |
4 ± 0,07 |
ns |
> 36 meses |
2 ± 0,05 |
2 ± 0,08 |
Conclusiones: 1. Una tercera parte de los pacientes con DAI presentan una D-ICC en primer año que sigue a una DES. 2. La incidencia de D-ICC tras una DES es menor en pacientes en T-BB, siendo su efecto beneficioso especialmente relevante los 6 primeros meses.