Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La resonancia magnética de estrés ha demostrado su utilidad para detectar isquemia y predecir la aparición de eventos. Nuestro objetivo es evaluar estos aspectos en pacientes de distinto perfil de riesgo cardiovascular, determinar en qué subgrupos puede tener mayor utilidad y evaluar la importancia del grado de hipoperfusión en la toma de decisiones clínicas.
Métodos: Se incluyeron los pacientes sometidos a resonancia de estrés con adenosina por sospecha de isquemia miocárdica. Se evaluó su precisión diagnóstica mediante los cocientes de probabilidad (calculados a partir de sensibilidad y especificidad), y su valor pronóstico mediante curvas de supervivencia y modelo de regresión de Cox.
Resultados: Se estudiaron 295 pacientes. El cociente de probabilidad positivo fue 3,40 y el negativo 0,47. Se demostró una mayor utilidad de la resonancia en: pacientes sin cardiopatía isquémica (cociente probabilidad positivo 4,85), pacientes con riesgo bajo o intermedio (cociente probabilidad positivo 3,87) y aquellos con hipoperfusión moderada o grave (cocientes probabilidad positivo 8,63). Se registraron 60 eventos, presentando mayor supervivencia los pacientes con resultado negativo (log rank; p = 0,001) o hipoperfusión leve (log rank; p = 0,038). La figura muestra las curvas de supervivencia en función del grado de hipoperfusión detectado. En el análisis multivariante un resultado moderado o grave amentó la probabilidad de sufrir eventos (HR = 2,2; IC95% 1,26-3,92), no habiendo diferencias entre un resultado positivo leve y negativo (HR = 0,93; IC95% 0,38-2,28).
Curvas de supervivencia en función del grado de hipoperfusión.
Conclusiones: La resonancia magnética de estrés tiene mayor utilidad en pacientes con riesgo cardiovascular bajo o intermedio, pacientes sin cardiopatía isquémica previa y en aquellos con hipoperfusión moderada o grave. Además, el grado de hipoperfusión es el principal factor para guiar las decisiones clínicas.