Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La necesidad de anticoagulación es frecuente en pacientes oncológicos. En la mayoría de estos pacientes se decide anticoagular con heparinas de bajo peso molecular lo que conlleva que, en muchos casos, el uso de heparina se prolongue durante largos periodos de tiempo. Los NACO son una opción en pacientes con cáncer, sin embargo, la seguridad y efectividad de los dichos fármacos en este grupo de pacientes no está claramente definida. El objetivo fue determinar la seguridad y efectividad de los NACO en una población de pacientes oncológicos con fibrilación auricular (FA).
Métodos: Los criterios de inclusión fueron pacientes mayores de 18 años con FA no valvular e indicación de anticoagulación oral (CHA2DS2-VASc ≥ 2). Criterios de exclusión: hemorragia mayor en los 2 meses previos o la presencia de tumor con riesgo elevado de sangrado; plaquetopenia de menos de 50.000; alteración de PT; PTT o fibrinógeno; alteración de la función hepática; aclaramiento renal menor de 30 ml/min (dabigatrán) o aclaramiento renal menor de 15 ml/min (rivaroxabán o apixabán); uso concominante de fármacos con efecto sobre CYPP3A4 o glicoproteína P.
Resultados: Se incluyeron 33 pacientes entre enero de 2015 y enero de 2016. Edad media de 77 años, 22 varones. Los pacientes presentaban un riesgo embólico elevado (CHA2DS2-VASc de 3,8), riesgo hemorrágico moderado (HAS-BLED 2,7). Los tipos de tumor más frecuentes fueron: pulmón (6); colon (4); próstata (4); mama (3). Trece de estos pacientes recibieron quimioterapia. Un paciente presentó hemorragia mayor (hematuria franca con necesidad de transfusión); 3 pacientes presentaron hemorragias menores y un paciente presentó embolia (trombosis de vena retiniana). Durante un año de seguimiento fallecieron 4 pacientes, todos por progresión de su enfermedad oncológica.
Conclusiones: Los NACO son una opción en pacientes oncólogicos. Estos fármacos deben ser usados con precaución en pacientes con procesos oncológicos activos y siempre de forma individualizada tras una cuidadosa valoración.