Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: Aunque el sobrepeso y la obesidad se han asociado sistemáticamente con enfermedad coronaria (EC), existe un subgrupo de pacientes que parece estar protegido frente a la enfermedad cardiovascular (ECV): los llamados obesos metabólicamente sanos (OMS). Nuestro objetivo es analizar las características de este grupo y sus diferencias respecto al resto de pacientes obesos y con sobrepeso.
Métodos: Se incluyeron retrospectivamente a 793 pacientes con un índice de masa corporal (IMC) mayor de 25 kg/m2 remitidos a un programa de rehabilitación cardiaca (PRC) tras un síndrome coronario agudo. Se utilizaron los criterios de la ATP-III para definir los componentes del síndrome metabólico: 1) triglicéridos > 150 mg/dL 2) hiperglucemia (> 100 mg/dL o necesidad de tratamiento antidiabético) 3) hipertensión arterial (entendida como tensión arterial (TA) sistólica > 130 o TA diastólica > 85 mmHg o uso de fármacos antihipertensivos) y 4) HDL < 40 en varones o < 50 mg/dL en mujeres. Los pacientes que presentaban uno o ninguno de los criterios anteriores se consideraron OMS.
Resultados: El 86,2% eran varones con una edad media de 57,3 años, de los cuales 65,1% (516 pacientes) eran obesos, 34,9% (277 pacientes) tenían sobrepeso y 28,3% (206 pacientes) cumplían las condiciones para ser categorizados como OMS. Este subgrupo tenía un IMC significativamente menor (28,5 frente a 30,0 kg/m2, p < 0,001), al igual que menor perímetro abdominal (99,9 frente a 105,1 cm, p < 0,001). Además, presentaron con menor frecuencia enfermedad de 3 vasos (14,8 frente a 25,4%; p = 0,03) o del tronco coronario izquierdo (1 frente a 5,2%; p = 0,01). Con respecto a la capacidad funcional, los OMS experimentaron mayor incremento de la fracción de eyección y menor prevalencia de disfunción sistólica al final del PRC (24,2 frente a 37,3%; p = 0,02). Sin embargo, no se detectaron diferencias en cuanto a la mejoría funcional evaluada a través de la ergometría (aumento de 2,6 frente a 2,7 METs; p = 0,58). En lo referente al tratamiento, a excepción de los IECAS (cuyo uso fue menos frecuente en los OMS: 53,4 frente a 78,2%, p < 0,01), no se detectaron diferencias en la utilización de bloqueadores beta, nuevos antiagregantes o estatinas.
Conclusiones: Los OMS representan un grupo de pacientes con mejor perfil metabólico, pero con posibilidad de desarrollar un SCA, 28.3% en nuestra serie. Son necesarios por tanto más estudios para identificar qué pacientes obesos tienen más riesgo de desarrollar ECV.