Introducción
Dr. Héctor Bueno
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
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Introducción y objetivos: El aumento del tejido adiposo epicárdico (TAE) ha sido relacionado con mayor riesgo cardiovascular, enfermedad coronaria, una peor adaptación de la función miocárdica y con anomalías estructurales en adultos. Por ello se ha considerado que la evaluación del TAE por ecocardiografía puede ser una herramienta útil y sencilla para medir el riesgo cardiovascular. Actualmente hay poca información al respecto en población infantil. Nuestro objetivo fue estudiar la relación del grosor del TAE con la estructura y función ventricular valorado por ecocardiografía en una población infantil.
Métodos: Seleccionamos una muestra aleatoria de niños y estratificamos por edad, género y centros educativos en una localidad de 2.864 habitantes de Andalucía. Incluimos niños de entre 6 y 17 años. Definimos sobrepeso y obesidad por la definición de la Organización Mundial de la Salud. Realizamos un ecocardiograma transtorácico completo evaluando el tamaño de las cavidades cardiacas, la función sistólica de ambos ventrículos y el grosos del TAE.
Resultados: Estudiamos un total de 212 niños, con una media de edad de 10,9 ± 3,0 años y de los cuales el 51,9% eran varones. La media del grosor del TAE fue 1,9 ± 0,6 mm. Los niños con obesidad y sobrepeso tenían mayor grosor del TAE comparado con los normopeso (mm: 2,1 ± 0,6 vs 1,7 ± 0,4, p < 0,0005). Observamos correlaciones significativas entre el grosor del TAE y la edad (r = 0,144, p = 0,04), la talla (r = 0,234, p < 0,0005), el peso (r = 0,387, p < 0,0005), la masa del ventrículo izquierdo (r = 0,324, p < 0,0005), la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (r = -0,235, p = 0,001) y el TAPSE (r = 0,152, p = 0,03). En el análisis de regresión múltiple, el grosor del TAE no presentó asociación significativa con las variables de estructura y función cardiaca, tras ajustar por edad, peso y talla.
Conclusiones: En nuestro estudio el grosor del TAE fue mayor en niños con sobrepeso y obesidad comparado con el de niños con normopeso, aunque no se asoció a la estructura y función ventricular tras ajustar por edad, peso y talla.