Sr. Editor:
En el artículo «Trombosis de aneurisma congénito del septo interventricular», de Ana Garrido Martín y José M. Oliver1 se cita textualmente: «Aunque se ha especulado sobre la posibilidad de que los aneurismas del septo membranoso puedan ser fuente intracardíaca de émbolos, hasta donde conocemos, éste es el primer caso de la bibliografía en el que la ecocardiografía transesofágica detecta un aneurisma del septo interventricular membranoso trombosado».
En primer lugar, creemos que es ya un hecho probado la relación causa-efecto entre la trombosis en los aneurismas del septo membranoso y los episodios embólicos. Lo demuestran los casos publicados de imagen ecocardiográfica de trombo en el aneurisma del septo membranoso, con episodio embólico cerebral, que han sido operados, comprobando y extirpando el trombo y el aneurisma2,3.
En segundo lugar, aunque en los primeros casos publicados el diagnóstico ecocardiográfico se realizaba por ecocardiografía transtorácica4, en los casos publicados más recientemente ya se realiza la comprobación mediante ecocardiografía transesofágica2,3.
Dada esta relación causa-efecto entre aneurisma de septo membranoso y accidente cerebrovascular, se ha propuesto la resección quirúrgica del aneurisma incluso en pacientes sin imagen ecocardiográfica de trombo, en los que se producen embolias cerebrales a pesar del tratamiento anticoagulante5.