Sr. Editor:
Hemos leído el interesantísimo artículo de De Rubens Figueroa et al1, recientemente publicado en la Revista Española de Cardiología, el cual refiere que los defectos cardíacos más frecuentes en niños mexicanos con síndrome de Down (SD) son la comunicación interauricular y la comunicación interventricular. Tales afirmaciones, que fueron previamente señaladas2, se encuentran en contraposición con la prevalencia de este tipo de defectos cardíacos en niños caucásicos con SD, en quienes el canal atrioventricular es, sin duda, la malformación más frecuente3-5.
También resulta interesante señalar que la malformación cardíaca más habitual en pacientes con SD en China6 y en Japón7,8 es la comunicación interventricular y no el canal atrioventricular. Por otro lado, se describieron similitudes genéticas entre orientales e indígenas americanos9; dichas similitudes pueden provocar una similar prevalencia en los distintos tipos de defectos cardíacos.
Sin embargo, la diferencia en la prevalencia étnica de estas malformaciones cardíacas en niños con SD fue previamente citada10,11, y puede ser causada por: heterotrisomía del cromosoma 2112, por características genéticas de otros cromosomas o por factores ambientales.
Para concluir, el trabajo de De Rubens Figueroa definitivamente confirmaría que también en presencia de importantes anomalías genéticas, el fenotipo puede estar influido por múltiples factores genéticos y ambientales.