Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Vicepresidente de la SEC
Comités ejecutivo, organizador y científico
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: La insuficiencia cardiaca (IC) es una causa principal de morbimortalidad a nivel mundial, siendo la etiología más frecuente la cardiopatía isquémica. Nuestro objetivo es analizar la prevalencia de disfunción ventricular (DSVI; FEVI < 50%) tras el alta por un infarto agudo de miocardio (IAM), la fracción de eyección (FEVI) ambulatoria, el tratamiento neurohormonal y la implicación pronóstica de estos hallazgos.
Métodos: Estudio observacional retrospectivo de pacientes ingresados por IAM, seleccionando aquellos con DSVI al alta. Se analizaron características demográficas, tratamiento neurohormonal al alta y en el seguimiento, FEVI de control y mejoría de la misma tras la optimización terapéutica.
Resultados: En 2 años tuvimos 727 ingresos por IAM (74,6% varones, edad media 66 años), con un 40,4% con DSVI (la mayoría con IECA + bloqueador beta al alta). Ambulatoriamente, el 44% normalizaron FEVI, el 28% mejoraron pero continuaban con DSVI y el 17% tenían FEVI igual o peor, sin encontrarse diferencias significativas entre el tratamiento farmacológico al alta y la mejoría de la FEVI. De los pacientes que continuaban con DSVI (N = 90), al 51% se les optimizó el tratamiento (24,4% iSGLT2,9% ARM, 9% IECA/ARA2, solo 2 pacientes con sacubitrilo-valsartán). El 56% no tenían una causa justificada de la falta de optimización. De los optimizados, el 76% mejoraron la FEVI (68% mejoría con persistencia de DSVI; 6,5% normalización), encontrando una asociación significativa entre ambos hechos (p = 0,001).
Conclusiones: El IAM es una causa frecuente de DSVI con alta probabilidad de recuperación/mejoría de la FEVI posrevascularización. En nuestro estudio encontramos que este subgrupo de pacientes tiene menor empleo de fármacos neuromoduladores que han demostrado mejoría pronostica en los pacientes con IC y una menor optimización del tratamiento en el seguimiento ambulatorio, la mayoría sin una causa justificada. Aunque la mayoría normalizan la FEVI, hasta un 45% persisten con DSVI beneficiándose de la optimización del tratamiento neurohormonal. Es necesaria una mayor concienciación de la importancia de revalorar la FEVI posrevascularización y optimizar el tratamiento de nuestros pacientes para disminuir la morbimortalidad a medio-largo plazo, intentando evitar la inercia terapéutica o emplear un menor tratamiento farmacológico (especialmente sacubitrilo-valsartán) por la idea de la posible mejoría de la FEVI en los pacientes con DSVI de causa isquémica.