Sra. Editora:
Hemos leído con gran interés la excelente revisión de Benito et al1 en la Revista, que aporta no sólo conceptos básicos sobre el síndrome, sino que además nos adelanta cuáles serán las direcciones futuras en cuanto al diagnóstico, el pronóstico y el tratamiento. Dada la importancia de esta revisión, creemos importante señalar un aspecto recogido en la figura final (fig. 12) que nos plantea ciertas dudas. En el paciente asintomático con patrón electrocardiográfico tipo I provocable con fármacos, señalan que el estudio electrofisiológico es una indicación de tipo IIa, basándose en el segundo documento de consenso sobre el síndrome de Brugada publicado por Antzelevitch et al2 en 2005. Sin embargo, en ese documento figura como una indicación de tipo IIb, lo que conlleva que en ese caso la indicación de implantación de un desfibrilador sea de tipo IIb. Creemos importante aclarar si se trata simplemente de una errata o, por el contrario, dado que algunos autores lo consideran indicado como herramienta pronóstica3, es una modificación intencionada de la figura del documento de consenso.