Agradecemos a los Dres. Dominguez-Rodriguez y Abreu-Gonzalez su interés y sus comentarios en relación con nuestra publicación.
La ergoespirometría es una prueba funcional de indiscutible valor en pacientes portadores de dispositivos de resincronización cardiaca (TRC), pues no solo permite valorar de manera objetiva la respuesta funcional al tratamiento, sino que además aporta información pronóstica, lo que consecuentemente podría tener implicaciones terapéuticas. La capacidad de la ergometría convencional para la valoración funcional y pronóstica de pacientes con TRC es mucho más limitada, y en este sentido los autores estamos totalmente de acuerdo.
Sin embargo, el objetivo de nuestro estudio no fue en ningún caso realizar una valoración estrictamente funcional, y menos aún pronóstica, de los pacientes con TRC. Este trabajo se diseñó prospectivo con la intención de detectar el número de pacientes que perdían la estimulación biventricular durante el ejercicio, analizar las causas y tratar de corregirlas, ya que una estimulación casi constante se considera fundamental para obtener respuesta al tratamiento1–3.
Los resultados obtenidos indican que en el 24% de los pacientes la estimulación se perdía durante el ejercicio, lo que llevó a tomar decisiones clínicas para corregirlo. Por ello concluimos que la ergometría es una herramienta simple en el seguimiento de los pacientes con TRC, ya que permite orientar decisiones clínicas respecto a tratamiento farmacológico, programación del dispositivo e indicación de ablación del nódulo auriculoventricular4.
Que la ergometría se debe usar sistemáticamente en todos los pacientes con TRC no se puede concluir de nuestro trabajo, dado el reducido tamaño muestral. Sin embargo, creemos firmemente que puede ser muy útil en la valoración de pacientes concretos, como es el caso de los no respondedores o los que presentan arritmias auriculares como ritmo de base.