Introducción: Entre los pacientes sometidos a procedimientos de revascularización miocárdica, los diabéticos (DM) son un sugbrupo de peor pronóstico. Por otra parte, las oclusiones coronarias crónicas (OCT) están sujetas a un riesgo especialmente de re-estenosis y de nuevos eventos cardiacos. No obstante, el tratamiento actual con stents fármaco-activos han reducido de forma importante la re-estenosis y las tasas de eventos cardiacos en estos contextos.
Objetivos: Comparar la evolución clínica y angiográfica de los pacientes DM y los no-DM entre los pacientes con OCT tratados con stents fármaco-activos.
Métodos: A partir de los datos del estudio CIBELES (estudio aleatorizado en 13 centros de España y Portugal que comparó los stents de sirolimus y everolimus en 207 pacientes con OCT), se comparó la evolución angiográfica y clínica entre los pacientes DM y no DM.
Resultados: De los 207 pacientes, 75 eran diabéticos (36,2%). Los pacientes diabéticos tenían menor fracción de eyección ventricular izquierda 48 ± 13% vs 55 ± 13% (p = 0,001), mayor prevalencia de arteriopatía periférica (20% vs 6,8%; p = 0,004), más vasos enfermos (2,0 ± 0,8 vs 1,7 ± 0,8; p = 0,066), y mayor presencia de calcificación importante del vaso tratado (48,0% vs 32,6%; p = 0,028), pero no hubo diferencias significativas en el resto de variables clínicas y angiográficas. Se realizó seguimiento angiográfico a los 9 meses en el 87,4% de los pacientes, siendo la pérdida tardía intra-stent similar en ambos grupos de pacientes (0,14 ± 0,6 mm en DM vs 0,25 ± 0,70 mm en no DM; p = 0,305). En cuanto a la evolución clínica a 12 meses, hubo 26 pacientes con algún evento (23 revascularizaciones, 3 fallecimientos, 3 infartos de miocardio y 3 trombosis del stent), siendo la incidencia de eventos cardiacos mayores a 1 año similar en DM y en no DM (13,7% vs 12,5%, respectivamente, p = 0,800) (fig.).
Conclusiones: Cuando se tratan las OCT con stents fármaco-activos, los pacientes con DM no tienen peor evolución angiográfica ni más eventos cardiacos que los no DM. Estos datos ilustran que, hasta en un escenario angiográfico tan desfavorable como la OCT, los stents fármaco-activos han mejorado drásticamente el pronóstico de los pacientes diabéticos sometidos a procedimientos de intervencionismo coronario percutáneo.
Figura 4028-2.