Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: En los últimos años han sido publicados distintos documentos en los que se abordan nuevas estrategias diagnósticas de la pericarditis aguda (PA); sin embargo, no siempre realizamos un diagnóstico fidedigno de esta patología. Analizamos el cumplimiento de los criterios diagnósticos en nuestro medio así como las variables que influyen en el mismo.
Métodos: Estudio retrospectivo en el que se incluyeron pacientes ingresados con diagnóstico de PA desde enero de 2005 hasta diciembre de 2015. Se dividieron a los pacientes en 2 grupos: diagnóstico incorrecto (DI) de PA si cumplían ≤ 1 criterio diagnóstico y diagnóstico correcto (DC) si ≥ 2 criterios. Se aceptaron como criterios: dolor torácico típico, roce pericárdico, cambios en el electrocardiograma (ECG) (nueva elevación difusa del segmento ST o depresión del segmento PR) y derrame pericárdico.
Resultados: Un total de 143 pacientes con sospecha de pericarditis, 42 de ellos (29,4%) mujeres. El 27,3% (39 pacientes) presentaba DI. En DI más antecedente de tratamiento inmunosupresor (17,9 frente a 2,9%, p 0,004) y tendencia a más enfermedad autoinmune (20,5 frente a 9,6%, p 0,094), sin diferencias en el resto de antecedentes personales (tabla). En DI menos dolor torácico típico (48,7 frente a 94,2, p 0,001), roce pericárdico (0,0 frente a 18,3%, p 0,0001) y derrame pericárdico (39,5 frente a 76%, 0,0001). Las alteraciones electrocardiográficas también fueron menos frecuentes en paciente con DI (7,9 frente a 49%, p 0,0001), tanto el ascenso difuso del segmento ST (10,5 frente a 48,5%, p 0,0001) como el descenso del segmento PR (0,0 frente a 18,3%, p 0,002). La realización de ecocardiograma no influyó en el diagnóstico (94,7 frente a 99%). En DI se observó una tendencia a menor respuesta al tratamiento (78,9 frente a 90,1%, p 0,094) y a mayor número de reingresos (26,3 frente a 13,6%, p 0,083).
Descriptivo variables. |
|||
Variables |
Diagnóstico incorrecto (27,3%, N = 39) |
Diagnóstico correcto (72,7%, N = 104) |
P |
Antecedente de PA |
12,8 |
13,5 |
1,000 |
Patología tiroidea |
7,7 |
8,7 |
1,000 |
Diabetes mellitus |
23,1 |
11,5 |
0,110 |
Enfermedad autoinmune |
20,5 |
9,6 |
0,094 |
Tratamiento inmunosupresor |
17,9 |
2,9 |
0,004 |
Fiebre (≥ 37,5 oC) |
41,0 |
39,8 |
1,000 |
Antecedente infección |
43,6 |
41,3 |
0,850 |
Dolor típico |
48,7 |
94,2 |
0,001 |
Cambios en ECG |
7,9 |
49,0 |
0,0001 |
Descenso segmento PR |
0,0 |
10,7 |
0,036 |
Ascenso difuso segmento ST |
10,5 |
48,5 |
0,0001 |
Roce pericárdico |
0,0 |
18,3 |
0,002 |
Derrame pericárdico |
39,5 |
76,0 |
0,0001 |
Realización ecocardiograma |
94,7 |
99,0 |
0,175 |
Respuesta al tratamiento |
78,9 |
90,1 |
0,094 |
Reingreso |
26,3 |
13,6 |
0,083 |
Recurrencia |
10,5 |
11,7 |
1,000 |
Conclusiones: En nuestro medio se siguen diagnosticando un número no despreciable de PA que no cumplen criterios diagnósticos suficientes. Esto conlleva a que los pacientes con DI tengan una tendencia, aunque no significativa, a presentar peor pronóstico, a expensas de menor respuesta al tratamiento pautado y mayor número de reingresos hospitalarios.