Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
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Índice de autores
Introducción y objetivos: La endocarditis infecciosa (EI) es una enfermedad poco frecuente y de diagnóstico difícil. En los últimos años se ha documentado un cambio en el espectro microbiológico y epidemiológico; siendo una afección que requiere de equipos multidisciplinares para su manejo. Analizamos la epidemiología, perfil clínico y evolución de todos los pacientes (ptes) con el diagnóstico de EI definitiva por criterios de Duke modificados según las guías de la Sociedad Europea de Cardiología.
Métodos: Revisión retrospectiva de todos los ptes con el diagnóstico de EI definitiva desde enero 2015 hasta septiembre 2021 ingresados en nuestro hospital.
Resultados: Recogimos 175 ptes: 70% varones, edad media 64 ± 13 años. Desde el punto de vista epidemiológico el 60% eran hipertensos, el 38% diabéticos, hubo 50% de ptes dislipémicos y 46,9% de fumadores. Se documentó un 11% de ptes en hemodiálisis y un 7% de enfermos con neoplasia activa en el momento del diagnóstico. El “lado derecho” cardiaco se afectó hasta en un 25,7% de los casos. La válvula aórtica nativa aislada fue la más afectada (21,7%), seguido de la prótesis aórtica y válvula mitral nativa en igual número (18,3%) y en tercer lugar la EI sobre dispositivos cardiacos (22 ptes). El 50,9% presentaron fenómenos embólicos (no se estudió en 12 ptes). El 35,4% presentaron insuficiencia cardiaca congestiva y el 26,3% desarrollaron afectación paravalvular y sepsis grave/shock séptico. Hasta un 40% de las EI diagnosticadas en el período analizado fueron EI relacionadas con la atención sanitaria (EIRAS; en solo dos ptes la puerta de entrada fue un contacto con el odontólogo). En el subgrupo de las EIRAS hubo 43 EI nosocomiales. El 57% de los ptes se sometieron a cirugía. La tasa de fallecimiento fue del 34,3%; siendo casi del 50% en los enfermos que no recibieron tratamiento quirúrgico. La mortalidad de las EIRAS documentada fue del 50%, algo más elevada en el subgrupo de las nosocomiales.
Conclusiones: Hay una consolidación clara en el cambio documentado en el perfil de los ptes con EI: Hasta más de un tercio de los pacientes con EI adquieren la infección secundaria a un contacto estrecho con el sistema sanitario. A pesar de las mejoras en el diagnóstico precoz y tratamiento, la mortalidad es muy elevada, especialmente en las EIRAS. Es fundamental mejorar en la prevención de bacteriemias y en la valoración multidisciplinar de los enfermos.