Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La prevalencia de la malnutrición entre pacientes hospitalizados es alta y se ha asociado a mayor morbimortalidad en diferentes contextos clínicos, especialmente en insuficiencia cardiaca y enfermedad arterial coronaria. El sexo femenino también presenta una alta mortalidad tras un síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST (SCACEST). El objetivo este estudio fue analizar si existe interacción entre el sexo femenino y el riesgo nutricional, evaluado mediante el índice de riesgo nutricional (IRN) con la mortalidad al año de seguimiento tras una angioplastia primaria (AP) por un SCACEST.
Métodos: Estudio transversal retrospectivo de 321 pacientes (64,4 años [54,3-75,2]; 22,4% mujeres) ingresados en una UVI general tras una AP por un SCACEST, desde noviembre-2013 a febrero-2017. El IRN se calculó como 1,519 × albúmina (g/l) + 41,7 × (peso real [kg]/peso ideal [kg]). Se valoró la fragilidad mediante el Clinical Frailty Scale (CFS). Se realizó un análisis mediante tablas de contingencia con χ2-Pearson (frente a razón de verosimilitud [RV]) como prueba de bondad de ajuste y con V-Cramer o tau-b de Kendall para valorar magnitud de la asociación.
Resultados: La distribución por sexo en las categorías del IRN muestran una significativa asimetría (RV; p = 0,016) y magnitud de asociación (V-Cramer, valor 0,251; p = 0,017) entre el sexo femenino y un riesgo nutricional moderado-alto (55,7% mujeres con IRN < 97,5 frente a 34,9% varones; χ2-Pearson, p = 0,002) (figura). La significativa asociación entre el sexo femenino y el riesgo nutricional fue independiente de la presencia de fragilidad (mujeres: χ2-Pearson, p = 0,172 frente a varones: χ2-Pearson, p = 0,003; tau-b de Kendall, valor 0,193, p = 0,003). La mortalidad total al año de seguimiento fue del 8,7%, siendo significativamente superior en las mujeres (20,8 frente a 5,2% en varones: OR 4,78, IC95% 2,15-10,60; p < 0,001). Las mujeres con un riesgo nutricional moderado-alto que fallecen fue superior a los varones (80 frente a 69,2%; χ2-Pearson, p < 0,001; V-Cramer, valor 0,225; p < 0,001).
Relación entre riesgo nutricional y fragilidad biológica discriminada por sexo. Análisis mediante tablas de contingencia |
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Riesgo alto (IRN < 96,5) |
Riesgo bajo(96,5 < IRN < 101) |
Sin riesgo (IRN ≥ 101) |
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χ2-Pearson |
V-Cramer |
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Mujeres |
N = 35 |
N = 25 |
N = 12 |
p = 0,114 |
- |
Vulnerables (CFS ≥ 4) |
14 (63,6%) |
7 (31,8%) |
1 (4,5%) |
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Sólidos (CFS 1-3) |
21 (42%) |
18 (36%) |
11 (22%) |
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Varones |
N = 75 |
N = 79 |
N = 95 |
p < 0,001 |
p = 0,001 |
Vulnerables (CFS ≥ 4) |
14 (63,6%) |
5 (22,7%) |
3 (13,6%) |
Valor: 0,232 |
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Sólidos (CFS 1-3) |
61 (26,9%) |
74 (32,6%) |
92 (40,4%) |
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CFS: Clinical Frailty Scale; IRN: índice de riesgo nutricional. |
Distribución por sexo de las categorías del índice de riesgo nutricional (IRN).
Conclusiones: Las mujeres con SCACEST sometidas a AP presentan un riesgo nutricional mayor que los varones, independientemente del grado de fragilidad biológica, y asocia una mayor mortalidad al año de seguimiento. El estado nutricional puede ser una de las variables implicadas en la mayor mortalidad de las mujeres durante un SCACEST.