Objetivos: Los estudios que muestran el valor pronóstico de la anemia en pacientes (P) con síndrome coronario agudo son numerosos, pero son pocos los que estudian específicamente el impacto a largo plazo de la hemoglobina al ingreso en P sometidos a IPC. Nuestro objetivo fue valorar el pronóstico de la anemia al ingreso en P sometidos a IPC.
Métodos: Estudio observacional con seguimiento prospectivo de 759 P consecutivos sometidos a IPC. Se definió anemia según los criterios de la OMS. Se evaluó la relación entre la anemia al ingreso con la presencia de eventos cardiovasculares y mortalidad intrahospitalaria y a largo plazo (media de seguimiento 26.5 ± 14.4 meses).
Resultados: Se observó anemia al ingreso en 226 (23,5%) de los P. Los P con anemia al ingreso eran de mayor edad (72 ± 10 vs 64 ± 11 años, p < 0,001), con mayor frecuencia eran mujeres (23,5 vs 15,2%, p = 0,006), diabéticos (47,3 vs 31,5%, p < 0,001) e hipertensos (76,1 vs 63,4%, p = 0,001). Realizaban con mayor frecuencia tratamiento previo con fármacos anticoagulantes (14,2 vs 7,3%, p = 0,003) y antiagregantes (58,4 vs 44,1%, p < 0,001). En este grupo la presencia de infarto al ingreso fue mayor (59,7 vs 49,2%, p = 0,008), presentaban un aclaramiento de creatinina más bajo (66,5 ± 29,6 vs 78,9 ± 23 ml/min/1,73 m2, p < 0,001) y una mayor proteína C reactiva (35,5 ± 54,5 vs 13,2 ± 25,6 mg/l, p < 0,001). En el seguimiento hospitalario estos P presentaron una mayor incidencia de nefropatía inducida por contraste (15 vs 6%, p < 0,001), complicaciones hemorrágicas (19,5 vs 8,6%, p < 0,001), necesidad de trasfusión (6,6 vs 0,6%, p < 0,001) y mortalidad (5,3 vs 1,5%, p = 0,003). En el seguimiento a largo plazo los P con anemia presentaron una mayor incidencia de reingreso (59,7 vs 47,7%, p = 0,002), infarto con elevación del segmento ST (4,5 vs 1,7%, p = 0,027), accidente cerebrovascular (5,8 vs 2,1%, p = 0,008) y mortalidad cardiaca (8 vs 2,8%, p < 0,001) y total (20,4 vs 4,9%, p < 0,001). En el análisis de regresión multivariable de Cox, la anemia se mostró como un predictor independiente de mortalidad total (HR ajustada = 2,1; IC95%, 1,1-4,1; p = 0,028).
Conclusiones: La prevalencia de anemia en los P que ingresan para realizarse un IPC es elevada. Los P con dicho hallazgo y que son sometidos a un IPC tienen un pronóstico mucho más sombrío, con una evolución intrahospitalaria más tórpida y mayor mortalidad a largo plazo.