Introducción
Dr. José María de la Torre Hernández
Presidente del Comité Científico del Congreso. Vicepresidente de la SEC
Comités ejecutivo, organizador y científico
Comité de evaluadores
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Índice de autores
Introducción y objetivos: El objetivo de este trabajo es valorar la utilidad a largo plazo de la cuantificación de la isquemia y del defecto total de perfusión mediante test de esfuerzo con radioisótopos para predecir el pronóstico de los pacientes que consultan por dolor torácico y no finalmente no resultan revascularizados por diversos motivos.
Métodos: Estudio observacional retrospectivo de la población de pacientes en estudio por dolor torácico sometidos a un test de isquemia evaluados mediante electrocardiograma y cuantificación de isquemia con gammagrafía. Criterios de inclusión: todos los pacientes remitidos a realización de test de esfuerzo MIBI entre 1 de enero de 2017 y 31 de diciembre de 2017. Criterios de exclusión: pacientes revascularizados en el mes siguiente a la exploración como consecuencia de los hallazgos de la prueba.
Resultados: 53 pacientes fueron sometidos al test de esfuerzo MIBI entre 1 de enero de 2017 y 31 de diciembre de 2017. La edad media de los pacientes fue de 71,12 años ± 9,26. La extensión de perfusión media en reposo de 4,69 ± 9,24 y una extensión de perfusión media en esfuerzo de 8,00 ± 10,92. Durante un seguimiento medio de 53,5 ± 15 meses, se produjeron 3 muertes y 13 pacientes requirieron revascularización coronaria por padecer un síndrome coronario agudo. 1 paciente fue revascularizado por angina, 12 por infarto de miocardio. De los tres pacientes fallecidos, ninguno fue de origen cardiológico. Tras realizar un análisis multivariado con las variables clínicas e isotópicas significativas en el análisis univariado, la extensión del defecto de perfusión en esfuerzo resultó ser la única variable predictiva de riesgo independiente (4,39 ± 4,51 vs 18 ± 16,45%) (OR 1.018-1.200; p 0,017).
Conclusiones: La extensión del defecto de perfusión en máximo esfuerzo con SPECT resultó ser el único predictor independiente de eventos coronarios a largo plazo (53,5 ± 15 meses). La extensión de la isquemia miocárdica no alcanzó significación estadística en nuestra a población (0,448). El defecto máximo de perfusión que engloba tanto la cuantía de la isquemia como del tejido necrótico no viable podría tener más relevancia a nivel pronóstico que la cuantificación únicamente de la isquemia, en contraposición con lo que indican las actuales guías clínicas.