Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: Analizar la incidencia de nuevos ingresos por síndrome coronario agudo y la proporción de visitas al servicio de urgencias (SU) por dolor torácico entre los pacientes que no completaron el programa de rehabilitación cardiaca (PRC) (grupo abandono) y los que sí (grupo PRC).
Métodos: De entre los pacientes remitidos por cardiología a consultas de rehabilitación cardiaca, analizamos los datos de 42 pacientes consecutivos que no completaron el PRC entre junio de 2011 y noviembre de 2012 y lo comparamos con 84 pacientes que si completaron el PRC. Se comparó la incidencia de nuevos eventos coronarios agudos y la proporción de visitas al SU por dolor torácico hasta noviembre del 2015.
Resultados: Si comparamos las características basales entre los pacientes del grupo PRC/grupo abandono, ambos eran comparables en edad, antecedentes familiares de cardiopatía isquémica, hábito tabáquico, diabetes (20,2 frente a 31% p 0.19), hipertensión (46,4 frente a 57%), dislipemia (48,8 frente a 57,1%), fracción de eyección, tipo de evento agudo presentado y número medio de vasos afectos. Entre los que no completaban el PRC habían más mujeres (17,9 frente a 35,7%, p 0,024) y tenían peor capacidad funcional (METS) en la prueba de esfuerzo basal (9,23 frente a 7,28, p < 0,001). La tasa de incidencia de un nuevo evento agudo en grupo PRC, con una media de seguimiento de 52,5 meses, fue 1,6% personas-año, mientras que en grupo abandono (media de seguimiento 37,19 meses) fue de 6,1% personas-año. Razón de tasas 0,2656 [0,075978-0,873122]. En grupo PRC, el 16,7% acudieron al servicio de urgencias, mientras que en grupo abandono acudieron el 35,7% (p 0,02).
Conclusiones: Los pacientes que no completan el programa de rehabilitación cardiaca son proporcionalmente más mujeres, con mayor carga de riesgo cardiovascular y con peor capacidad funcional. Por lo tanto, pacientes con un perfil incrementado de riesgo, lo cual se traduce en el seguimiento de una mayor incidencia de eventos coronarios y de una mayor proporción de visitas a urgencias de nuestro hospital por dolor torácico.