Antecedentes y Objetivos: El pronóstico del síncope no cardiogénico en el paciente anciano no ha sido analizado suficientemente a pesar de su elevada incidencia. El objetivo de este estudio fue analizar prospectivamente la mortalidad total a medio/largo plazo en este grupo de población y compararla con un grupo control equiparable en edad y sexo.
Métodos: Se incluyeron pacientes con edad = 65 años, con un primer síncope no cardiogénico después de los 65 años y un episodio en los 3 meses previos a la inclusión. Se excluyó la presencia de cualquier cardiopatía en todos los pacientes en base a la historia clínica, el electrocardiograma, un registro ambulatorio de 24 horas del electrocardiograma y un ecocardiograma.
Resultados: Noventa y cuatro pacientes fueron incluidos, con edad media de 78?7 años, 45% varones. La mediana de seguimiento fue de 728 días (intercuartil 25/75: 528-885). Dos pacientes (2,1%) fueron perdidos. Nueve pacientes (9,8%) tuvieron recurrencia del síncope durante el seguimiento y a 12 (13,0%) se les diagnosticó un cáncer. Siete pacientes (7,6%) fallecieron en el periodo de seguimiento, 2 de causa cardiovascular. La tasa media de incidencia fue de 3,8%-año. El primer paciente fallecido fue a los 572 días de seguimiento, siguiendo desde entonces la tasa instantánea de riesgo de muerte una curva exponencial. Cuando el grupo de pacientes con síncope se comparó con un grupo control (n = 29, propensity score analysis), no se encontraron diferencias significativas en mortalidad (p = 0,139; log-rank test) a pesar de que ningún paciente falleció en el grupo control durante el seguimiento (fig.). A 3 pacientes del grupo control se les diagnosticó cáncer.
Conclusiones: El pronóstico del síncope no cardiogénico en la población anciana es bueno, aunque se observa un llamativo incremento tardío en la mortalidad que sugiere que este tipo de síncope pudiera ser en algunos pacientes un marcador de una enfermedad intercurrente grave, probablemente cáncer.