Introducción y objetivos: En los últimos años, la mayor parte de nuestro conocimiento sobre la estenosis aórtica (EA) procede de centros de referencia, con servicio de cirugía cardiaca y programa de implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) y de registros o ensayos clínicos con posible sesgo de selección. Nuestro objetivo ha sido describir las características clínicas y el tratamiento inicial de una población contemporánea no seleccionada de pacientes adultos con EA grave.
Métodos: Durante el último año hemos registrados prospectivamente todos los pacientes adultos a los que se realizó un ecocardiograma-Doppler en nuestro hospital, en los que se identificó una EA grave (velocidad máxima transvalvular aórtica ≥ 4 m/s o área valvular aórtica < 1 cm2). Se analizaron variables clínicas y ecocardiográficas, así como la opción de tratamiento inicial. En nuestro centro no hay servicio de cirugía cardiaca y no se realiza TAVI.
Resultados: La población la constituyen 125 pacientes (51% mujeres; edad 75,9 ± 9 años, rango 36 a 98), de los que 55 (44%) eran ≥ 80 años. En sólo 5 pacientes (4%) la EA fue de etiología reumática. En 67 pacientes existía comorbilidad, siendo más frecuentes las enfermedades neurológicas (15%) y neumopatías (14%). En 38 (30%) pacientes el índice de Katz reflejaba cierto grado de dependencia. En 15 pacientes (12%) se diagnosticaron otras valvulopatías graves. Otros hallazgos son: fibrilación auricular (FA): 23 (18,4%); FEVI < 50%: 17 (13,6%); bajo gradiente paradójico: 23 (18,4%); presión sistólica arterial pulmonar ≥ 50 mmHg (HTP): 24 (19,2%). Sólo se consideró el reemplazo valvular aórtico (RVA) o TAVI como opción de tratamiento inicial en 23 pacientes (18%) de la población global y 19 de los 69 (27,5%) pacientes con síntomas graves. En el resto se optó por tratamiento conservador por: el elevado riesgo quirúrgico secundario a la comorbilidad, el deseo del paciente y el origen alternativo de los síntomas.
Conclusiones: En la actualidad, la población general de pacientes adultos diagnosticados de EA grave se caracteriza por: 1) la elevada tasa de octogenarios y de comorbilidad; 2) la etiología reumática es casi excepcional; 3) situaciones complejas, como la coexistencia de otras valvulopatías, FA, disfunción ventricular o HTP, no son infrecuentes; 4) la indicación de RVA o TAVI es muy inferior a la reflejada por la mayoría de las series publicadas.