La insuficiencia tricuspídea (IT) se asocia con un peor pronóstico si no se corrige. Se han publicado recientemente numerosos estudios sobre reparación transcatéter de la válvula tricúspide (RTT)
MétodosSe llevó a cabo una revisión sistemática de estudios que publican datos clínicos de pacientes con IT significativa sometidos a RTT. Se evaluaron objetivos clínicos y ecocardiográficos a corto y medio plazo. Las razones de riesgo (RR) y las diferencias de medias (DM) se obtuvieron de la comparación de datos previos y posteriores a la intervención. Se hizo también un análisis de sensibilidad según el abordaje principal (reparación borde a borde frente a anuloplastia)
ResultadosSe incluyeron 19 estudios (todos observacionales o ensayos de un solo grupo) con un total de 991 pacientes sometidos a RTT sola. Las tasas de mortalidad e ictus a 30 días fueron del 2,8 y el 0,2% respectivamente. El análisis agrupado de efectos aleatorios mostró una reducción significativa de IT (RR=0,33; IC95%, 0,26-0,42; p <0,001), vena contracta (DM, 5,9mm; IC95%, 4-7,9; p <0,001), diámetro telediastólico del ventrículo derecho (DM, 3,5mm; IC95%, 2,5-4,5; p <0,001) y clase funcional de la NYHA 3 o 4 (RR=0,32; IC95%, 0,27-0,37; p <0,001) a los 30 días. Las complicaciones hemorrágicas y la IT residual al menos grave fueron numéricamente superiores en el grupo de anuloplastia percutánea en comparación con el grupo de reparación borde a borde (hemorragias, el 13,3 y el 2,8%; IT residual, el 40,4 y el 27,9%)
ConclusionesEn los 991 pacientes que formaron parte de la experiencia inicial de RTT, tras la intervención se observó una reducción estadísticamente significativa del grado de IT grave o peor, una mala clase funcional (NYHA 3-4), la anchura de la vena contracta y el diámetro telediastólico del ventrículo derecho. Hasta ahora, el abordaje con reparación borde a borde parece tener un mejor perfil de seguridad.
Severe tricuspid regurgitation (TR) is associated with poor prognosis when left untreated, and a growing number of studies on transcatheter tricuspid valve repair (TTVr) have been published over the last few months.
MethodsWe performed a comprehensive systematic review of published literature providing clinical data on TTVr for patients with significant TR. Early and mid-term clinical and echocardiographic outcomes were evaluated. Risk ratios (RR) or mean differences (MD) were obtained when comparing pre- and postprocedural data. A sensitivity analysis was also performed according to the main approach for repair (edge-to-edge vs annuloplasty).
ResultsA total of 19 studies (all observational or single-arm trials) and 991 patients who underwent isolated TTVr were included. Thirty-day mortality and stroke rates were 2.8% and 0.2%, respectively. Pooled random-effects resulted in a significant reduction of ≥ severe TR (RR, 0.33; 95%CI, 0.26-0.42; P<.001), vena contracta width (MD, 5.9mm; 95%CI, 4-7.9; P <.001), right ventricular end-diastolic diameter (MD, 3.5mm; 95%CI, 2.5-4.5; P <.001), and New York Heart Association (NYHA) class III or IV at last follow-up (RR, 0.32; 95%CI, 0.27-0.37; P <.001). Bleeding complications and residual ≥ severe TR were numerically higher in the annuloplasty-like group compared with edge-to-edge repair (13.3% vs 3.8% for bleeding and 40.4% vs 27.9% for residual severe TR).
ConclusionsAmong 991 patients comprising the early experience for several TTVr devices, there was a statistically significant reduction in ≥ severe TR, NYHA class III-IV, vena contracta width and right ventricular end-diastolic diameter after TTVr. Thus far, the edge-to-edge approach seems to be associated with a better safety profile.