Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La introducción del implante valvular aórtico transcatéter (TAVI) ha suscitado un interés en el tratamiento de la estenosis aórtica grave. El objetivo de nuestro trabajo es analizar las indicaciones y la supervivencia de los pacientes con estenosis aórtica grave tratados con valvuloplastia aórtica con balón (VAB).
Métodos: Entre diciembre-2005 y marzo-2017, se han tratado de forma consecutiva a 159 pacientes con estenosis aórtica grave con VAB en nuestro hospital. Se identificaron 3 cohortes de pacientes en función del tratamiento definitivo realizado: A) puente para TAVI n = 67 B) puente para reemplazo valvular quirúrgico (RVAo) n = 22 y C) tratamiento médico-paliativo n = 70.
Resultados: La edad media fue de 76,8 ± 8 años, siendo más jóvenes los que terminaron en RVAo (67,7 frente a 78,9 del TAVI y 77,8 del médico; p < 0,001). La prevalencia de mujeres era mayor en la TAVI (61,2 frente a 31,8% de RVAo y 40% del médico; p = 0,012). El riesgo quirúrgico era elevado, con EuroSCORE logístico 24,2 ± 14%; 33 pacientes (20,8%) se encontraban en situación de shock cardiogénico. El éxito del procedimiento fue del 98,1%, pero 2 pacientes fallecieron durante el procedimiento. La mortalidad intrahospitalaria fue 17,6% y ocurrió fundamentalmente en el grupo de pacientes en situación de shock cardiogénico [OR = 8,9 (IC95% 3,62-22,1); p < 0,001]. La tasa de eventos mayores fue de 14,6%. La supervivencia media fue mayor para los pacientes que recibieron RVAo 83 meses (IC95% 58,9-107,6), TAVI 51 meses (IC95% 42-60,2), frente al tratamiento médico-paliativo que fue de 6,2 meses (IC95% 3,208-9,26), log rank 102, p < 0,001. El único predictor de mortalidad a largo plazo encontrado en nuestra serie fue la fragilidad de los pacientes [HR = 4,310 (IC95% 1,98-9,38); p < 0,001].
Conclusiones: En nuestro centro, el número de VAB ha crecido a expensas del incremento de pacientes que han recibido TAVI. El procedimiento es seguro y la supervivencia media es aceptable para la población de pacientes que reciben tratamiento definitivo posterior. El shock cardiogénico condiciona la mortalidad hospitalaria, y la fragilidad de los pacientes (atendiendo a la escala de Fried) es un predictor de mortalidad tardía que debería ser considerada en la evaluación clínica.