Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: Las guías de práctica clínica recomiendan con un nivel de recomendación I, que los pacientes con ICFEr reciban tratamiento con Beta-B, ARNI o IECA/ARA-II, ARM e iSGLT2. Este tratamiento cuádruple se conoce como los 4 pilares del tratamiento de la ICFEr. Sin embargo, no existe un consenso sobre cómo realizar la introducción hospitalaria ni el ajuste de las dosis.
Métodos: Estudiamos de forma observacional y retrospectiva, a un grupo de pacientes que ingresaron en Cardiología entre enero 2019-marzo 2021, por un primer episodio de insuficiencia cardiaca con FEVI 300 pg/ml. Se analizaron características basales, tratamiento, tolerancia, parámetros clínicos, analíticos y ecocardiográficos.
Resultados: Se analizó a un total de 93 pacientes. La edad media fue 63 ± 10 años, 76% varones. El 33% DM, 62% HTA y 50% dislipemia. El 35% fumador activo y el 31% enolismo activo. 34% tenían FA y el 23% antecedentes de cardiopatía isquémica. El 30% presentaban ERC con FG < 60 ml/min. La etiología se encuentra en la figura. La estancia media de hospitalización fue de 3 días (RIQ 2). En la tabla observamos el tratamiento al alta y a los 12 meses. Se dio de alta al 40% con tratamiento cuádruple (BB+ARNI+ARM+iSGLT2) y a los 12 meses, el 64,5% la recibieron. Aquellos pacientes que no recibieron iSGLT2 al alta, tardaron una mediana de 42 semanas en iniciarlo. A nivel renal, encontramos una disminución del filtrado glomerular de -7 ml/min por 1,73 m2 a los 12 meses, así como un aumento significativo del K +0,6 mEq/l. Sin embargo, en ningún paciente hubo necesidad de suspensión de fármacos. También vimos una reducción significativa de las cifras de TA que obligaron a reducir dosis en el 8%. Sin diferencias entre los grupos que alcanzaron tratamiento cuádruple vs tratamiento triple. A los 12 meses encontramos que la titulación hospitalaria se asoció a mejoría de niveles de NT-pro-BNP y de parámetros ecocardiográficos con mejoría de FEVI de +14% (tabla).
Parámetros clínicos, pruebas complementarias y tratamiento al ingreso y a los 12 meses |
|||
n = 93 |
Al ingreso |
12 meses |
p |
Clase funcional NYHA |
< 0,05 |
||
Clase funcional NYHA 1 |
0 |
23 (27,4%) |
|
Clase funcional NYHA 2 |
7 (8,3%) |
45 (53,6%) |
|
Clase funcional NYHA 3 |
47 (56,6%) |
16 (19%) |
|
Clase funcional NYHA 4 |
30 (36,1%) |
0 |
|
Tensión arterial sistólica y diastólica (mmHg) |
132 ± 34/79 ± 16 |
123 ± 13/70 ± 23 |
< 0,05 |
ECG |
< 0,05 |
||
Ritmo sinusal (n, %) |
58, 64% |
66 73,3% |
|
Fibrilación auricular (n, %) |
32, 35% |
24, 26,7% |
|
Parámetros de laboratorio |
|||
Hemoglobina, g/dl |
13,5 ± 1,8 |
14 ± 2 |
< 0,05 |
Creatinina, mg/dl |
1,1 ± 0,4 |
1,27 ± 0,4 |
< 0,05 |
Filtrado glomerular (CKD-EPI), ml/min |
65 ± 19 |
58 ± 19 |
< 0,05 |
Na (mEq/l) |
139 ± 2,8 |
139 ± 2,8 |
ns |
K (mEq/l) |
4 ± 0,5 |
4,6 ± 0,4 |
< 0,05 |
NT-pro-BNP (pg/ml) |
6.809 RIQ (2.918-12.631) |
746 RIQ (358-1.604) |
< 0,05 |
Parámetros ecocardiográficos |
|||
Diámetro telediastólico VI (mm) |
58 ± 7 |
54 ± 5 |
< 0,05 |
FEVI (%) |
32 ± 6 |
46 ± 10 |
< 0,05 |
Diámetro AI (mm) |
44 ± 6 |
42 ± 5 |
< 0,05 |
Diámetro VD (mm) |
39 ± 9 |
37 ± 4 |
< 0,05 |
TAPSE (mm) |
17 ± 4 |
19 ± 3 |
< 0,05 |
PSAP (mmHg) |
38 ± 12 |
33 ± 8 |
< 0,05 |
Tratamiento |
Al alta |
12 meses |
p |
Sacubitrilo-valsartán |
86, 96,6% |
89, 98% |
< 0,05 |
Dosis 24/26 mg cada 12 horas |
75% |
13,3% |
|
Dosis 49/51 mg cada 12 horas |
23% |
43,3% |
|
Dosis 97/103 mg cada 12 horas |
2% |
43,3% |
|
Bloqueadores beta |
91, 97,8% |
92, 98,9% |
ns |
Dosis baja |
40,6% |
40,7% |
|
Dosis media |
37,3% |
36,7% |
|
Dosis alta |
21,9% |
23,1% |
|
Antialdosterónicos |
91, 97,8% |
92, 98,9% |
< 0,05 |
Dosis baja |
57,1% |
41,8% |
|
Dosis alta |
42,8% |
58,2% |
|
iSGLT2 |
38, 40,9% |
60, 64% |
< 0,05 |
Etiología de la insuficiencia cardiaca aguda.
Conclusiones: En nuestra cohorte de pacientes con ICA de debut, la titulación hospitalaria de los cuatro pilares de ICFEr fue una estrategia segura y bien tolerada, que se asoció con una disminución significativa del NT-pro-BNP y del remodelado inverso del VI, lo que implicaría un mejor pronóstico a largo plazo.