Introducción: Es conocida la relación existente entre obesidad mórbida, masa miocárdica y pronóstico adverso, aunque pocos estudios han evaluado los cambios en la anatomía cardíaca inducidos por la pérdida ponderal y la correlación entre éstos y las principales adipocitoquinas.
Métodos: Con tal fin realizamos un ecocardiograma con todas las medidas estándar de función sistólica y diastólica y calculamos los valores de factor de necrosis tumoral alfa (FNT alfa) y adiponectina, antes de la cirugía y al año de la misma, en 75 pacientes de 39 ± 10 años (50 mujeres) intervenidos de by-pass gástrico (modelo que otorga una pérdida de peso rápida e importante).
Resultados: Se corroboró una pérdida de peso marcada tras un año (IMC basal 48 ± 7 vs IMC al año 30 ± 5, p < 0,001). Se observó correlación positiva entre el IMC basal y la masa del VI basal (R de Pearson de 0,353; p = 0,003). La masa de VI disminuyó significativamente (170 ± 45 g basal vs 110,65 ± 25 g al año, p = 0,003), sin correlación entre la cuantía del peso perdido y la masa de VI perdida. Observamos un patrón de alteración de la relajación (A > E) en el 40% de los estudio basales versus en el 13% de los estudio al año (p < 0,001). Ni el TRIV ni el TdE se modificaron. Se observó un aumento de la FEVI con reducción significativa del VTD, VTS y DTS de VI (p < 0,005). Los valores de adiponectina se incrementaron durante el estudio (p < 0,001) sin observarse cambios significativos en los de FNT alfa. La adiponectina no mostró correlación con ningún parámetro ecocardiográfico. El FNT alfa basal se correlacionó de forma inversa con la relación E/A.
Conclusiones: La pérdida significativa de peso en la obesidad mórbida se asocia a un descenso de la masa miocárdica así como a una reducción de los volúmenes ventriculares, mejora de la FEVI y normalización del patrón diastólico de alteración de la relajación. Nuestros resultados apoyan el concepto de miocardiopatía asociada a obesidad y avalan la reversibilidad de las alteraciones estructurales. En nuestra serie la adiponectina y el FNT alfa están poco implicados en estas modificaciones (probablemente más hemodinámicas que metabólicas).