Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La anemia es un reconocido predictor de sangrado presente en la mayoría de las escalas de riesgo hemorrágico. Nuestro objetivo fue analizar el impacto de la anemia en la predicción de sangrado según su grado de gravedad.
Métodos: Registro observacional prospectivo de pacientes consecutivos ≥ 75 años tratados mediante intervencionismo coronario (ICP) en un hospital terciario durante el periodo 2012-2017. Se clasificó la gravedad de la anemia según los niveles de hemoglobina (Hb) basal según los criterios de la OMS: leve-Hb 11,0 a 11,9 g/dl en mujeres y 11,0 a 12,9 g/dl en varones; moderada-Hb 8,0 a 10,9 g/dl; grave-Hb menor de 8,0 g/dl. El parámetro de valoración principal fue la hemorragia mayor (HM) según criterios BARC 3 o 5.
Resultados: Se incluyeron 585 pacientes, edad media 81 años, 52% síndromes coronarios agudos. La prevalencia de anemia leve, moderada o grave fue del 26%, 14% y 0,2% respectivamente. La incidencia de HM a 12 meses en grupos sin anemia, con anemia leve o con anemia moderada-grave fue del 7,4%, 12,7% y 16,5% respectivamente (figura, p = 0,007). Incluso los grados leves de anemia se asociaron a una incidencia de casi el doble del evento principal (HR 1,84; p = 0,045). La asociación se mantuvo tras ajustar por síndrome coronario agudo, edad, sexo, enfermedad renal y sangrado previo.
Curvas de Kaplan-Meier. Incidencia de sangrado mayor según grados de anemia.
Conclusiones: En población de edad avanzada tratada mediante intervencionismo coronario, la presencia de anemia incluso en sus grados más leves se asoció a una incidencia significativamente superior de sangrado en el seguimiento. Estos hallazgos destacan la importancia de las estrategias preventivas del sangrado así como de la vigilancia de sangrado oculto en pacientes con anemia leve.